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Definen condena para alias ‘Jorge 40’

Por: Laura Cano

Periodista Pares


Este jueves, el juzgado sexto de ejecución de penas de Ibagué determinó cuál será la condena acumulativa que se dará a Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, quien tenía varias condenas pendientes por delitos cometidos cuando perteneció a las Autodefensas Unidas de Colombia. Este juzgado lo condenó a 480 meses (40 años) de cárcel, una multa de 3.500 s.m.l.m.v e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el lapso de 20 años. Hay que señalar que esta decisión se dio a partir de unir las condenas que habían sido emitidas, en su momento, por los juzgados de Bogotá, Barranquilla y Santa Marta.


Señala El Tiempo que “aunque podría pedir ante un juez de ejecución de penas que le cuenten el tiempo que pagó en EE. UU., ese descuento no le servirá para quedar libre en el corto plazo. Igualmente podrá redimir la pena con trabajo y estudio en su sitio de reclusión”.


El ex integrante de las AUC se encuentra recluido en la cárcel de Picaleña desde el 2020, cuando llegó extraditado a Colombia desde Estados Unidos en Septiembre de 2020. En el país norteamericano había cumplido una pena de 12 años de prisión. Al llegar a Colombia, “Jorge 40” tenía más de 35 órdenes de captura, 40 medidas de aseguramiento y más de 1456 investigaciones penales.


Vale la pena traer a colación que el paramilitar fue extraditado en 2008 y en 2015 se le dictó una medida de 16 años y medio de prisión y una multa de 25.000 dólares. No obstante, desde ese año se sabía que era posible que Tovar, a partir del año de la condena, solo estuviera cinco años más en prisión pues estaba la posibilidad, como finalmente se dio, que se tuviera en cuenta el tiempo que llevaba tras las rejas en Estados Unidos y lo que alcanzó a estar en detención en Colombia, tras su desmovilización en marzo del año 2006.


Justamente para ese tiempo, el exparamilitar, incluso, había liderado el proceso de desmovilización de unos 30.000 paramilitares a través del proceso de Justicia y Paz. Sin embargo, en el 2015 la Dirección de Fiscalía Nacional Especializada de Justicia Transicional decidió excluirlo de este proceso por incumplir sus compromisos judiciales.


“El pasado 21 de mayo (2015), la Fiscal 58 Delegada ante el Tribunal Superior, durante su intervención en la audiencia, argumentó que alias “Jorge 40” no cumplió con las obligaciones propias de la ley 975 de 2005, entre otras, no garantizar el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas y no asistir a las diligencias programadas por la Fiscalía en el marco del proceso, pese a los requerimientos escritos enviados al postulado a la cárcel del estado de Virginia (Estados Unidos), donde se encuentra recluido”, comunicaba el ente de control.


Luego de esto, Tovar pidió un cupo en la JEP. Sin embargo, a principios de septiembre, y mientras desde Colombia se tramitaba la deportación del exlíder de las Autodefensas, el alto tribunal informó que no iba a admitir a “Jorge 40” por no ser reconocido como un tercero civil dentro del conflicto.

Con todo esto, hay que traer a colación que alias “Jorge 40” entró a las autodefensas en 1996, y años más tarde se convertiría en comandante del Bloque Norte, años más tarde, se conoció que bajo su comandancia fue el responsable de 768 personas desaparecidas. En versión libre enunció 175 hechos delictivos de desaparición, desplazamiento y homicidio. “Alcanzó a confesar 600 crímenes, entre los cuales estaba la desaparición, el 9 de marzo del 2000, de 7 agentes del CTI de Codazzi que investigaban a los paramilitares y la muerte de cuarenta pescadores en Ciénaga Grande. De igual forma se le investiga por desplazamiento y homicidio”, señaló Verdad Abierta.


Además, en el historia de este exparamilitar reposa la responsabilidad por hechos como la masacre de El Salado, cometida en febrero del 2000 y la masacre de Bahía Portete, zona de rancherías de indígenas Wayúu en la Alta Guajira. En 2005, Tovar fue condenado a 47 años de prisión por la masacre de 40 personas en Sitio Nuevo, departamento de Magdalena. Este hecho ocurrió en noviembre del 2000. Además, también había sido sentenciado a 26 años de cárcel por más de veinte asesinatos cometidos entre 2004 y 2005 en el departamento del Atlántico.


En general, Tovar tiene uno de los historiales más largos de criminalidad en el país, donde hay masacres, asesinatos de políticos, de civiles, desplazamientos forzados; todo un repertorio de violencia que fue orquestado por él y su grupo paramilitar, protagonistas en los años en los que en el país hubo mayor derramamiento de sangre. Hoy esta condena recuerda que aún en Colombia queda mucho por ser reparado.



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