Cuando cayó el General Santoyo, la mano derecha de Uribe, por colaborar con los paracos
- Redacción Pares
- 15 may 2024
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Por: Redacción Pares

Fotos tomadas de: Blu Radio y Voz de AmƩrica
Hace veinte aƱos eran pocas las personas dentro del gobierno de Alvaro Uribe que tuvieran mĆ”s poder que el general Mauricio Santoyo. CompartĆa con el presidente la pasión por la madrugada. Antes de que clareara ya ambos estaban hablando sobre la situación del paĆs, con un mapa encima de una mesa. Arrancaba el gobierno Uribe y con Ć©l su Seguridad DemocrĆ”tica. El sirirĆ de era arrasar con las FARC y ādevolverle las carreteras al paĆsā. Para esto Uribe usó la tĆ”ctica de los consejos de seguridad. Santoyo, en esos espacios, era la sombra del presidente. Se le veĆa siempre tomar atenta nota de las órdenes que dispusiera su jefe.
Pero, detrĆ”s de la imagen de oficial impoluto se escondĆan secretos. Santoyo fue condenado en Estados Unidos por los peores crĆmenes que podrĆan imputarlo a un miembro de las fuerzas armadas.
El general Mauricio Santoyo, ex jefe de seguridad de Ćlvaro Uribe, se aferraba con uƱas y dientes al Ćŗltimo salvador con el que contaba: la JEP. En septiembre del 2021 este tribunal aceptó al ex oficial quien, segĆŗn determinó la Corte de Alexandria, en Virginia, Estados Unidos, entre el 31 de octubre del 2001 y el 28 de noviembre del 2008 suministró, desde la mismĆsima Casa de NariƱo, āapoyo y recursos a los paramilitaresā. En ese momento el paĆs vivió la expansión de las fuerzas de los hermanos CastaƱo y Mancuso. SegĆŗn el fiscal que lo acusó, Neil H. MacBride, el general ayudaba desde su cargo a que llegaran a buen destino los cargamentos de coca enviados por los carteles de la mafia a los Estados Unidos.
Santoyo fue condenado en los Estados Unidos a una pena de 85 meses por enriquecimiento ilĆcito y lavado de activos. Se convertĆa con esto en el oficial con mĆ”s alto rango condenado en EEUU. El propio general confesó haber recibido cinco millones de dólares por parte de los paras. La manera como ayudaba el general a los paras pone los pelos de punta: chuzaba de manera ilegal a la propia fuerza pĆŗblica y asĆ les iba advirtiendo de los operativos en contra de ellos. TambiĆ©n era el encargado de poner en zonas de influencia paramilitar a oficiales que estuvieran de acuerdo con su causa.
Tan sólo basta con recordar lo que se decĆa en el entorno de Uribe sobre el general Santoyo hasta el aƱo 2010 para entender que era considerado poco menos que un hĆ©roe. Hijo de un humilde panelero boyacense, Santoyo era la clĆ”sica historia del que arranca desde abajo y se gana todo con las uƱas bien limpias. Sus hermanos tambiĆ©n fueron policĆas. A su hermano Julio lo mandaron en 1990 a MedellĆn. La misión que tenĆa era perseguir a Pablo Escobar. Lo hizo bien, el capo cayó en 1993. Su hermano Julio le allanó a Mauricio el camino para que aterrizara en el Gaula de MedellĆn en 1996, justo cuando el gobernador de Antioquia era Ćlvaro Uribe VĆ©lez. Se convirtió en el oficial mĆ”s eficiente para rescatar secuestrados. En MedellĆn no sólo liberó secuestrados. Empezó a tejer una compleja red con narcos como alias Rogelio quien, a finales del siglo XX, era el mandamĆ”s de la Oficina de Envigado. Este narco, Rogelio, fue el que, despuĆ©s de haberse entregado a la justicia en el aƱo 2012, terminarĆa por salpicar a Santoyo contando todo lo que sabĆa.
Sus mĆ©todos no eran los mĆ”s Ć©ticos. Fue un experto en las chuzadas ilegales que aprovechó, ademĆ”s, para perseguir a defensores de derechos humanos. La ProcuradurĆa pudo probar que interceptó, entre los aƱos 1998 y 2001, 1808 lĆneas telefónicas.
Eso no fue ningĆŗn impedimento para que Uribe lo promoviera y lo tratara como alguna vez hizo con Rito Alejo del Rio, tambiĆ©n condenado por sus alianzas con grupos paramilitares, como un prócer. Uribe siempre estuvo ahĆ para salvar a Santoyo. Lo salvó cuando la ProcuradurĆa lo destituyó por el escĆ”ndalo de las chuzadas lanzĆ”ndole un insólito salvavidas gracias a una decisión del Consejo de Estado. Incluso convenció al congreso para que ascendiera a Santoyo a general en el 2008. Lo querĆa tanto Uribe, le reconocĆa tanto su labor que en su autobiografĆa, titulada āNo hay causa perdidaā el nombre del general Santoyo aparece en los agradecimientos. Era la leal a Uribe, era lo Ćŗnico que le importaba al expresidente.
DespuĆ©s vino su caĆda. Santoyo pagó su condena en Estados Unidos en silencio.
Regresó a Colombia el 29 de abril del 2019. Una vez se bajó del avión fue esposado. VenĆa deportado con 100 personas mĆ”s. Santoyo tenĆa una deuda con la justicia colombiana, el asesinato de dos activistas de derechos humanos ocurrido en septiembre del 2006. El CTI tenĆa una orden de captura contra Ć©l por el delito de concierto para delinquir agravado y desaparición forzada agravada.
Mientras Uribe defenestra a la JEP, su ex hombre de confianza ingresó a este alto tribunal despuĆ©s de ser aceptado en septiembre del 2021. Pero sus aportes a la verdad han sido nulos. Supuestamente Santoyo iba a declarar en los macrocasos 06 y 08 que investigan la persecución a miembros de la Unión Patriótica y los crĆmenes cometidos por la Fuerza PĆŗblica y agentes del Estado, en asocio con paramilitares.Ā
Pero en marzo del 2024, en su Ćŗltima audiencia ante la JEP, negó sus nexos con paras como Diego Murillo, alias Don Berna y Francisco Javier Zuluaga āalias Gordolindoā. Santoyo le habrĆa pedido a la JEP el beneficio de la libertad condicional pero un juez le acaba de cerrar esa posibilidad y ademĆ”s, debido a sus nulos aporte a la verdad, podrĆa ser expulsado de este tribunal. Si Santoyo quiere salvarse debe quebrar algunos códigos y delatar si hubo superiores detrĆ”s de sus crĆmenes.