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Foto del escritorWalter Aldana

Control territorial y guardias campesinas, cimarrona e indígena

Por: Walter Aldana. Colaborador Pares.


A pesar de que alguna parlamentaria de un partido político ha referido en medios de comunicación que las comunidades están desarrollando acciones ilegales al instalar puntos de control a la entrada de municipios, corregimientos y veredas, con el fin de evitar la llegada del covid-19 a sus regiones, aumentan estos espacios de contención del virus.


Carolina Quiñonez, es una lideresa de ORDEURCA -organización urbana y campesina-, que viendo la lentitud y dificultad del gobierno departamental, así como de las autoridades nacionales, para dar inicio a las acciones de protección frente al coronavirus, en conjunto con sus compañeras y compañeros de esta organización social y a través de su guardia campesina se dieron a la tarea de realizar movimientos de desinfección a los vehículos y personas que desde los centros urbanos querían llegar a Antonmoreno en Sotará.


Con la sola voluntad, los insumos aportados desde sus casas, poco a poco, se fueron consolidando estas tareas. En Argelia coordinados comunidad y administración municipal, en resguardos indígenas con la orientación de las autoridades tradicionales, una guadua rústica inició siendo el elemento físico que impedía el ingreso de vehículos hasta tanto se verificara procedencia y se fumigara incluso las mercancías transportadas.


La Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca -ACONC, con la consejera mayor Rosana a la cabeza de esta política, coordinó y llamó a la guardia cimarrona para que asumieran el control territorial del pueblo negro de más de 180 mil personas.


En Suárez, Asocordillera, fuerte organización campesina hizo lo propio. Las lideresas y líderes arriesgando su salud, prefirieron asegurar el bienestar de sus comunidades que estar encerrados -como los parlamentarios en sus casas-, mientras los necesitados del ingreso gota a gota o diario deben exponerse en la vía.


En algún momento llevaremos a política pública esta participación de las comunidades y así reconoceremos su aporte, ya que a la ciudad de Popayán -tenemos previsto que llegarán personas necesitadas de atención en salud de 17 municipios-, entonces diremos que fue gracias a la acción oportuna y ordenada de las comunidades desde sus guardias indígenas, cimarronas y campesinas, que se evitó fuese mayor el número de contagiados, y eso señora senadora se cuenta en vidas humanas salvadas.

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