Por: Francisco Galán
CESE MUNDIAL AL FUEGO POR LA VIDA. La peste y la guerra han sido los peores verdugos de la humanidad, ambas tienen un elemento común: La muerte.
Excompañeros del Comando Central y del ELN:
Les escribo nuevamente, y por tercera vez, desde la cárcel; amenazado por la condena de un delito que no cometí, amenazado por el Coronavirus al que le gusta la multitud y el hacinamiento de estos lugares, y con la fragilidad a cuestas que me dan mis casi 72 años.
¡Por dios!, le pido al ELN que en un acto de humildad y grandeza declare un cese indefinido al fuego, únanse al llamado que hizo el secretario general de la ONU António Guterres y liberen al país del miedo a la guerra, al menos por estos tiempos de emergencia. Liberen a todos los secuestrados para que vayan a reunirse con sus seres queridos en este momento tan crucial para la familia colombiana. No es justo el martirio de un secuestrado, doblemente torturado por el cautiverio de la guerra y por la peste, mientras la familia clama su libertad.
Un cese al fuego en este contexto de hoy, es un acto de sentido humano, y de sentido común, que dignifica la vida y la solidaridad. Yo también estoy lejos de mi familia y privado de la libertad, también se parece a un secuestro por lo injusto; ustedes saben que yo no participé en ese secuestro realizado por el ELN hace 20 años, que ocurrió mientras yo estaba en la prisión.
Yo ya pagué todos mis delitos cometidos en la guerra con 27 años de privación de la libertad: más de 16 años de prisión física y 11 más de libertad condicional. Esta nueva acusación, que ha tenido un juicio completamente injusto en razón de su procedimiento errado, que no nos ha permitido ni a Carlos Velandia ni a mí, el derecho humano al debido proceso; me tiene nuevamente en prisión, sin poder defenderme aun con todas las pruebas disponibles a nuestro favor.
Por eso le pido al juez que, en honor a la verdad y la justicia, me absuelva y me permita regresar a mi familia, a cuidarnos del virus de la peste; que del virus de la guerra hace mucho estoy curado. Les ofrezco a mis excompañeros del ELN y del Comando Central mis años de vida, mi experiencia en la búsqueda del cese definitivo de esta violencia, y mis buenos oficios para que encontremos la forma de desatar el nudo de la guerra y construyamos el lazo de la paz.
De igual forma, y como lo he hecho antes, ofrezco al Gobierno Nacional mi total disposición en la solución de este conflicto armado.
Francisco Galán B.
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