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Por: Sergio Salazar

Dinamizador de la Escuela de Comunicación Radial para la Paz.

Línea de Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil




La radio sigue siendo un instrumento valioso para las comunidades en Colombia, no solo para informar y conectar a las personas en las regiones, sino que también es ese canal de comunicación capaz de unir, pese a las dificultades que presenta la geografía colombiana para integrar a través de vías y puentes nuestros territorios, y a sus gentes con sus regiones y el resto del país.


He allí, uno de los grandes aciertos de la Escuela de comunicación Radial para la Paz, una apuesta que desde la Fundación Paz y reconciliación junto a MinTIC y Canal 13 brindó a integrantes de la comunidad y las emisoras comunitarias, herramientas para fortalecer sus medios de comunicación locales, y mecanismos de participación que empoderen a la comunidad, con el fin de afinar su voz pública, y hacerlos protagonistas en la resolución de los conflictos que aquejan a sus comunidades.


Ahora bien, como parte del equipo que tuvo la oportunidad de viajar a los territorios PDET para fortalecer estos escenarios comunitarios, soy testigo de la importancia que han tenido los medios de comunicación locales en la construcción de paz, ya que si nos permitimos entender de una forma diferente el concepto tan manoseado de la paz, ese del que los políticos hablan todos los días en los grandes medios, y los ciudadanos no entendemos muy bien de que se trata, uno podría abrirse a entender que la paz son acciones de cambio, de muchos lideres, muchos anónimos tristemente, que en las orillas de Colombia son las voces que resuenan por sacar adelante lo mejor de sus territorios.


Precisamente, esas acciones son potenciadas por las emisoras comunitarias que se vuelven grandes aliadas para ejecutar cambios en pro del desarrollo, porque en su naturaleza son escenarios de participación. Es decir, para y con la comunidad, sin animo de lucro y con el fin de satisfacer las necesidades de comunicación de los distintos grupos sociales y étnicos reconocidos por la constitución en nuestro país. Como consecuencia, muchas de estas se encargan de preservar y promover expresiones ancestrales, valores culturales, sociales, religiosos, espirituales, económicos, así como sus tradiciones propias como mecanismo de integración y convivencia para fomentar la paz y reconciliación.


Así pues, comparto con ustedes, una de las muchas anécdotas que me sirve para ilustrar la manera en que en los territorios la labor de las emisoras comunitarias toma un rol decisivo. Esta transcurre en el marco de la Escuela de comunicación Radial para la paz, en Condoto, municipio del departamento de Chocó. Un lugar lleno de personas encantadoras, fieles retratos de la chispa alegre y viva de los primeros cimarrones que en su tiempo colonizaron estas ricas tierras en busca de libertad.


Cuando llegamos a este municipio el tema del que todos hablaban y que incluso fue una dificultad para el acceso al mismo territorio, era el del colapso del puente de la encharcación en abril del 2023, puente que une los municipios del rio Iro, Istmina, Medio San Juan, Novita, Sipí y el municipio de Condoto, y que al mes de octubre no había sido reparado. Calamidad que desde ese día en palabras de don Gerardo Mosquera director de la emisora comunitaria Sonar Stereo de Condoto, fue la causa de todo tipo de dificultades, entre ellas cruzar ambulancias, y enfermos, alza en los costos de transporte y de alimentos. Ante esta situación, la emisora fue ese canal por el que toda la comunidad estuvo pendiente de la noticia, sobre los avaneces, sobre las reuniones con los dirigentes políticos, y sobre todo un instrumento de la comunidad para hacer control social, y de comunicación para la incidencia. De comunicación porque elevo el malestar de la comunidad por un problema público, y de incidencia porque fue uno de los mecanismos que presiono y organizo a la comunidad para exigir soluciones eficientes durante todo el proceso.


Por supuesto, no fue la emisora actuando sola, sino que como he expuesto se convierte en una herramienta que usan las diferentes formas de organización de la comunidad para unirse y enfrentarse a problemáticas comunes. Afortunadamente para esta región de Chocó, en el ultimó día de nuestra estadía en Condoto, don Gerardo nos despide con la noticia de que el batallón de ingenieros hizo presencia para la reparación de la estructura. Noticia que obtuvo como primicia y que informó con emoción en su programa diario sobre la cotidianidad de la región. Programa en el que la comunidad no solo de Condoto, sino a nivel regional tiene gran acogida y participación por parte de la comunidad y para muchos es una voz de esperanza ante el abandono institucional.


 En definitiva, las emisoras son un puente que integra y da esperanza a las comunidades más alejadas de nuestro país, esto pese a las dificultades geográficas y el abandono estatal, apoyar su fortalecimiento es apostarles a las voces de la gente en las regiones. Es por eso que iniciativas como la Escuela de comunicación radial para la paz de PARES deben tener continuidad en el tiempo porque nos permiten fortalecer estas instancias para cambio, y su relación con la comunidad, aportarle a la radio es apostarle a la paz y al desarrollo de nuestro país.

 

 

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