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Amenazas a exjefes paramilitares que acudieron a la Comisión de la Verdad

Por: Laura Cano Periodista Pares


El pasado sábado, en el Museo de Historia de Cartagena de Indias, se realizó uno de los encuentros liderados por la Comisión de la Verdad, en el que siete exmiembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) reconocieron afectaciones causadas en el Caribe, región en la que, según la base de datos de Rutas del Conflicto, entre 1996 y 2003, se presentaron 128 masacres, de las cuales 122 habrían sido perpetradas por paramilitares.


Durante el encuentro participaron los excomandantes Uber Banquez (conocido en las AUC como ‘Juancho Dique’), Sergio Córdoba (conocido como ‘120’ o ‘El Gordo’), Yairsiño Meza, Luis Fernando Barreto, Emiro Correa y Manuel Castellanos, quienes hicieron parte de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), y de los bloques ‘Héroes de los Montes de María’, ‘Canal del Dique’, ‘Grupo El Guamo’ y el frente ‘José Pablo Díaz’, conjunto de estructuras que conformaron el Bloque Norte.


El evento, como los que se han desarrollado en el marco de las labores de la Comisión de la Verdad, develó importantes versiones de lo ocurrido, en el marco del conflicto armado, en relación con las alianzas entre Gobiernos y políticos con estos grupos ilegales y las dinámicas de narcotráfico.


“Nosotros no salíamos a buscar candidatos a la Cámara, a la Gobernación. Ellos nos buscaban a nosotros. En Casa Loma, llegando a Cartagena, hacían cola haciéndome cita porque sabían que había una votación asegurada. Los que colocaron el voto y la vida fueron los campesinos”, aseguró Uber Banquez. “En las alianzas con alcaldes, concejales, diputados, se desviaban los dineros públicos para las autodefensas. Los que llegaban a esos cargos eran enviados para financiar las autodefensas y el narcotráfico”, agregó al respecto Luis Fernando Barreto.


Por otra parte, Sergio Córdoba también señaló que, en las operaciones realizadas por los paramilitares, se contó con el apoyo de la Policía Nacional y que, incluso, en cada ataque perpetrado, dos agentes de las Seccionales de Investigación Criminal (SIJIN) habrían acompañado estas acciones armadas. A esto, Córdoba adicionó que el Estado se convirtió en un músculo financiero para el funcionamiento del grupo, e hizo referencia a que habrían tenido apoyo para adquirir armamento de manera legal.


“Antes de hacer un operativo se coordinaba con las autoridades porque nosotros contábamos con miembros de la Sijín para ello. Estuve en la Fuerza Pública desde 1999 y no se perseguía a las autodefensas. Entraban en el Bafin 5 como un miembro más de la Fuerza Pública. Cuando hicieron la masacre de Chengue, nosotros nos encontrábamos allá como Infantería de Marina. Por orden de los comandantes, salimos y entraron ellos. Al día siguiente nos enteramos que hicieron la masacre. Autodefensas eran aliados, se patrullaba conjuntamente”, recalcó Barreto.


Por otra parte, y además del reconocimiento de los hechos de los que fueron responsables, también hubo tiempo para pedir perdón a las miles de víctimas que sufrieron y sufren por sus acciones. Además, los exjefes paramilitares también ofrecieron perdón a los hombres que tuvieron bajo su mando, pues, como dijeron, ellos también sufrieron los abusos de sus superiores.


Reacción del ‘Clan del Golfo’


Tras lo reconocido por los exmiembros de las AUC, el ‘Clan del Golfo’ envió un documento en el que aseguraban que, de continuar rindiendo versiones ante la Comisión de la Verdad, los exparamilitares se convertirìan en objetivo militar del este grupo al margen de la ley.


“El Estado Mayor tiene como deber y obligación proteger al país de las infames pretensiones de la izquierda, de la guerrilla disfrazada de demócratas o supuestos defensores de los derechos humanos. Estamos al tanto de las declaraciones hechas por estos ex-miembros de las desmovilizadas Autodefensas ante la Comisión de la Verdad que no es otra cosa que la JEP. Lo que nos obliga a advertirles que si continúan con estas acciones nos veremos en la obligación de declararlos objetivo militar para nuestra organización. Lo que están haciendo ustedes es una vil traición a los ideales que tanto defendimos”, se lee en el documento.


Por su parte, en El Tiempo, Uber Bánquez aseguró que: «Hacer la guerra es para cobardes y la paz es para valientes. No siento miedo, es mi misión que se sepa la verdad. Difícil hacer la paz».

Es necesario resaltar que estos aportes en la Comisión de la Verdad resultan indispensables para el esclarecimiento y reconstrucción de lo sucedido en el marco conflicto armado en el país, proceso que además del ejercicio de memoria que supone, es una de las tantas formas de reparar a quienes se vieron afectados por el actuar de estructuras armadas como la de los paramilitares.


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