Por: Redacción Pares
Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna 2020, el 21 de febrero, la UNESCO celebra las “lenguas sin fronteras”. Las lenguas locales y transfronterizas tienen la capacidad de promover el diálogo pacífico y de contribuir a la preservación del patrimonio indígena. En Colombia existen aproximadamente 68 lenguas nativas habladas por cerca de 850.000 personas. La diversidad cultural y lingüística es esencial en la creación de sociedades sostenibles y la preservación de las diferencias entre las diferentes culturas y lenguas favoriza la tolerancia y el respeto de los demás.
A través de todo el mundo podemos observar cómo algunas lenguas locales, lejos de desaparecer, en realidad prosperan. En muchos casos, se trata de lenguas transfronterizas que evolucionan con rapidez. Por ejemplo, las variantes locales del maorí habladas en Nueva Zelandia y en las islas Cook, y el sami, que se habla en toda la Europa del Norte, se han beneficiado con los esfuerzos desplegados por los diferentes gobiernos a partir de los años 1980 con miras redinamizarlas.
En muchas regiones del mundo, las fronteras fueron impuestas de manera artificial. Desde el África subsahariana hasta el Oriente Medio pasando por América Latina, numerosas fronteras fueron el resultado de negociaciones y se establecieron arbitrariamente, dividiendo a las comunidades que existían desde siglos atrás. Este proceso contribuyó al nacimiento de conflictos en todo el mundo.
Un ejemplo de ello es el quechua. La lengua del antiguo imperio inca evolucionó hasta convertirse en una familia de lenguas indígenas vinculadas entre sí, que cuenta con cerca de 8 a 10 millones de hablantes en Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Colombia y Argentina.
Gracias a su dinamismo, las lenguas transfronterizas permiten que las culturas y las tradiciones prosperen. En un contexto adecuado, pueden convertirse también en instrumentos potentes de promoción de la paz entre los países vecinos. Los vínculos de empatía y patrimoniales compartidos a ambos lados de una frontera y entre varios países de una región refuerzan la solidaridad entre los pueblos vecinos y permiten que las personas puedan celebrar la complejidad de sus identidades multidimensionales.
El desarrollo de la enseñanza multilingüe basado en la instrucción en lengua materna permite no solo mejorar los rendimientos del aprendizaje, sino que ayuda también a conservar la diversidad lingüística y el multilingüismo, un elemento clave de la inclusión.
Lenguas nativas y criollas de Colombia
En Colombia existen aproximadamente 68 lenguas nativas habladas por cerca de 850.000 personas. Entre ellas, se encuentran 65 lenguas indígenas, o indoamericanas, dos lenguas criollas habladas por afrodescendientes: el creole de base léxica inglesa hablado en San Andrés, Providencia y Santa Catalina y el Ri Palengue de base léxica española, hablada en San Basilio de Palenque, Cartagena y Barranquilla, donde residen palenqueros. De igual manera, en Colombia, también se encuentra, la lengua Rromaní hablada por el pueblo Rrom o Gitano presente en diferentes departamentos del país. Muchas de estas lenguas están en riesgo y los próximas generaciones no las conocerá.
Es urgente conservar la diversidad lingüística. En esta conmemoración la Corporación de Juristas Akubadaura invita al Estado Colombiano a debatir la efectividad de la “Política de Protección a la Diversidad Etnolingüística”, a construir en conjunto las metodologías de implementación y la asignación presupuestal de la misma, y a proteger de manera expedita las lenguas originarias.
Este llamado se enmarca en las obligaciones a las que debe responder el Estado en la Constitución Política de Colombia, en el Convenio OIT 169 de 1989 y en las recomendaciones de la Relatoría Especial sobre derechos de los pueblos indígenas de la ONU, que exigen la protección del haber cultural como forma de garantizar la pervivencia física y patrimonio cultural de nuestros pueblos.
Como una acción para la preservación de la lengua Embera Chamí, entre muchas otras, un grupo de jóvenes del Resguardo de Karmata Rua en Antioquia, con la Corporación de Juristas Akubadaura, expresan a través de su idioma y la música rap, una de las necesidades sentidas por los 104 pueblos indígenas colombianos: la Consulta Previa.
Comments