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En Aracataca el rio de los Buendía, se estaba secando

  • Foto del escritor: Redacción Pares
    Redacción Pares
  • 9 oct 2024
  • 3 Min. de lectura

Por: Redacción Pares




En la primera página de Cien años de soledad se habla de que Macondo está al lado de un rio de aguas diáfanas y piedras tan grandes como huevos prehistóricos. Saliendo de Aracataca, rumbo a la sierra nevada, se ven aún estas piedras, blancas como de marfil pero las aguas cada vez se convertían más en un hilo más que en un río. La ganaería extensiva, la costumbre del campesinado por empezar a sembrar a partr de hacer grandes quemas de vegetación y tala de árboles ha hecho que ocurra lo inevtiable, lo que está azotando incluso a grandes masas de agua como el Río Amazonas. Esto hay que frentarlo y a veces el Estado es incapaz de hacerlo. Hay que confiar concretamente en héroes, en ciudadanos de a pie que se ponen la Diez.

 

Jesús Bravo nació hace 23 años en Aracataca Magdalena. Es ingeniero de sistemas que ha sido consejero de juventud. Haber nacido en esta parte del mundo lo compromete. Durante años se ha formado una polémica sobre si Gabriel García Márquez debió ayudar más o no al lugar donde nació. El tren ya no se detiene en este lugar en donde Melquiades trajo los inventos de los hombres. No, ni quiera cuenta con una planta de tratamiento para beber las aguas del río que siempre ha poblado el muncipio. Esa es una de las luchas de Jesús Bravo a través de su fundación Fénix, renace y transforma. La idea principal es trabajar en el ámbito cultura, turístico y ambiental.


Pensando en las nuevas generaciones el trabajo de Fénix se centra en los doscientos niños que están camapcitando. Se trabaja con los migrantes que cruzan la frontera de Venezuela para generar consciencia entre los habitantes de Aracataca para evitar cualquier atisbo de xenofobia, tienen un programa llamado Macondo Teatro donde los niños expresan emociones mediante el arte. Todo esto inspirado por la sombra que proyecta aún ese gran árbol que es Gabo. Jesús ha ayudado a su comunidad en un área que no hay que subestimar en Aracataca, el turismo. Partició en el programa guardianes de turismo y dentro de la casa del telegrafista, el lugar donde García Márquez pasó sus primeros años, amo a su abuelo. Un recuerdo que siempre lo acompañó. Desde allí empezó este ingeniero de sistemas a hacer consicencia sobre la importancia de nacer en Aracataca, la importancia y la responsabilidad.

 

Claro que existe las vocaciones. Gabito empezó a escribir novelas a los ocho años y Jesús Bravo a los 14, desde el colegio, ya había creado su propia organización para trabajar por la gente. El PNUD ha reconocido su labor y él mismo no ha parado de seguir estudiando sobre turismo y liderazgo juvenil.

 

En el año 2018 lideró, junto con la policía como brigadier en proyectos de guardianes del turismo y del patrimonio. Las casas, de arboles frondosos, una iglesia que habla del sincretismo que trajeron los árabes en esta parte del Magdalena, y la figura de Gabo eternamente sentada frente a la máquina de escribir, son algunos de los rasgos que han convertido a Aracataca en una joya turística con mucho potencial. Pero falta más.

 

Entre el 7 y el 9 de noviembre se hará la I cumbre de Gobernanza para la Transición Energética Justa que se realizará en Santa Marta y que organizará la fundación Paz y Reconciliación. Los liderazgos juveniles son fundamentales para cambiar la mentalidad de los pueblos comprometidos con los cambios que salvarán el mundo.

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