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"Debemos usar la ciencia al servicio de una vida digna"

Por: Carlos Castelblanco Pinedo – Redacción Pares


«Durante todos estos años mi lucha ha sido fundamentalmente tratar de enseñar la bioética como el cuidado y respeto a la dignidad de la vida sobre todo, y transmitirla, no solamente en los ámbitos académicos y estrictamente científicos, sino que llegue a la gente, a las escuelas, a los niños para que el país pueda tener planteamientos y soluciones a la forma en la que aplica las tecnologías. A diario tenemos que decidir qué hacemos, si es un acierto o una equivocación la manera en la que estamos aplicando la tecnociencia. Esa ha sido nuestra tarea, llevar la bioética a todos los niveles de la sociedad, que salga al país y se aplique todos los días.»


Pares habló con Jaime Escobar Triana, quien lleva más de treinta años dedicado a desarrollar los estudios de bioética en Colombia. Sus aportes tocan temas como la eutanasia, la muerte digna y la clonación. Médico cirujano de la Universidad Nacional de Colombia, se especializó en coloproctología en la Universidad de Londres, desde muy temprano en su profesión se dedicó a pensar en el paciente como ser humano, en sus derechos y en su dolor.


En 1975, cuando dirigía la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Juan de Dios, comenzó a cuestionar hasta dónde llega la vida y cuándo comienza la muerte, con qué criterio se definía conectar o no a los pacientes a los ventiladores que los mantenían vivos.


Profundizó sus conocimientos haciendo estudios de posgrado en filosofía de la ciencia y en bioética en los años noventa. Fundador de la Escuela Colombiana de Medicina y rector en seis ocasiones de la Universidad El Bosque, es el creador y director del programa de Doctorado de Bioética. Además, es el pionero del estudio y pensamiento de la bioética en Colombia y a su vez es considerado como una autoridad en la materia.


Pertenece a la Comisión Intersectorial de Bioética creada por el Ministerio de Salud en 2001 como órgano consultivo y asesor del Gobierno Nacional, para el estudio, análisis y formulación de políticas públicas en temas relacionados con la protección del ser humano, frente a la investigación, desarrollo y a la aplicación de los conocimientos científicos y tecnológicos.

Pares: ¿Qué es la bioética y cómo surge?


Jaime Escobar Triana: La bioética es el estudio interdisciplinario de la mezcla de condiciones que exige una gestión responsable de la vida humana,o de la persona humana, en el marco de los rápidos progresos y complejidad del saber y de las tecnologías biomédicas.


Hoy, la bioética, plantea ante los grandes hechos científicos, los interrogantes éticos que ellos suscitan, alrededor de una discusión interdisciplinaria y transdisciplinaria a la que deben confluir todas las áreas de conocimientos surgidas en los últimos siglos, y en especial, los avances en el conocimiento biológico,y como consecuencia, de la biomedicina, que se hizo científica, participando de la crisis de las ciencias.

«Los aspectos filosóficos, políticos, éticos, jurídicos, así como los asuntos sociales, económicos, entre otros, son del interés de la bioética debido a la necesidad de revisar los problemas y dilemas que emergen por el impacto, uso, distribución de los avances en ciencia y tecnología.» Foto: Pares.

La bioética surge en Estados Unidos, en la ciudad de Seattle, a partir de la segunda mitad del siglo XX ante la necesidad de responder y tratar de solucionar los grandes conflictos que plantean hoy los hechos científicos y las tecnologías, su uso y aplicación al ser humano, a la vida y a la supervivencia en el planeta.


Su reciente aparición y rápida expansión tienen antecedentes históricos y filosóficos que hunden sus raíces en la evolución cultural occidental, ligados a la ciencia, sus revoluciones paradigmas, al estallido y dispersión del conocimiento.


Pares: En términos prácticos ¿de qué forma se aplica la bioética en Colombia?


J.E.T: Le voy a dar algunos ejemplos. Muchos de los problemas que afronta el país tienen que ver con la bioética, como por ejemplo la fumigación aérea de los cultivos ilícitos. Como somos parte de la cadena de la vida, al fumigar estos cultivos no solamente se mata el cultivo sino se causa daños enormes al resto de la flora y de la fauna, seguramente por sustancias que no se mencionan y que forman parte de la mezcla utilizada.


Hoy se dice que la vida de los seres humanos debe ser una vida digna. La muerte forma parte de la vida, luego la muerte tiene que ser digna también. Algo que antes era tan sencillo, porque si la persona no respiraba, significaba que estaba muerta, se convirtió en un gran problema a través de las técnicas. Hay entonces una redefinición de lo que es la muerte y la muerte digna tiene mucha relación con la vida digna y no con la vida como valor absoluto.


Sin embargo, no se trata de temas fáciles y por eso el análisis de cada caso forma parte de las discusiones de los expertos. En bioética se usa mucho la casuística; en cada caso se discuten los pros y los contras, las posibles consecuencias de las decisiones que se tomen. Todos estos temas hacen parte de un proceso de posibilidades que tiene la humanidad, para bien o para mal.


Pares: En Colombia la Corte Constitucional ha solicitado al Congreso, en reiteradas oportunidades, la reglamentación sobre el tema de la eutanasia que es el derecho que tiene una persona que sufre una enfermedad sin cura, en fase terminal o con una condición que afecte la calidad de vida pudiera decidir morir dignamente. ¿Cuál es su concepto sobre este tema desde la bioética? (Posterior a la realización de esta entrevista se hundió el proyecto para reglamentar la eutanasia en segundo debate de la Cámara de Representantes)


J.E.T: En el país, debido a una larga tradición católica, también ha habido participación de sacerdotes, teólogos con un enfoque confesional que insisten en la protección de la vida y de la persona humana desde la concepción hasta la muerte, con una clara oposición al aborto, a la eutanasia y otras intervenciones.


El interés por la bioética se ha seguido extendiendo en el país, a través de iniciativas académicas de formación de diferentes profesionales de diversas regiones del país, de inclusión de la bioética en los diferentes currículos, de la institucionalización con Comités Hospitalarios de Ética y Comités de Ética en investigación.


La bioética es un campo complejo de encuentro y, por supuesto, de desencuentro, más o menos conflictivo, en donde convergen diferentes perspectivas desde y entre las disciplinas, múltiples morales, religiones e ideologías y varios grupos de poder y de interés de la sociedad civil. Hasta qué límite se puede hacer ese tipo de intervenciones a los pacientes, quién le pone límite. Para eso se crearon los comités de bioética, para tomar esas decisiones. Morir es un ejercicio final del derecho a una vida digna


Por lo tanto, exige una interacción en la que se busca enriquecimiento mutuo y evolución de las posiciones respectivas, comprometida con el objetivo ético de aclarar y explicitar las nociones, los conceptos, los valores y los argumentos con miras a formular conclusiones. Estas conclusiones van entre el ejercicio práctico de orientar las decisiones en casos específicos de conflicto moral, inventando la mejor solución en cada caso de acuerdo con el contexto particular y la formulación de reglas y principios morales más generales en una sociedad pluralista como esta.


Pares: La crisis medioambiental refleja el fracaso de los métodos científicos tradicionales para desarrollar una visión adecuada de la relación humana con la naturaleza ¿Qué reflexiones podemos encontrar desde la bioética sobre esta profunda emergencia?


J.E.T: La bioética también tiene una parte que es la crisis del hábitat o la crisis ambiental porque trata la vida, no solamente la que vivimos, sino la vida en general del planeta. Hay problemas muy serios como el calentamiento global, la deforestación, la producción y uso de tóxicos. Estamos en un momento en que la vida se pone a prueba.


La bioética propone explorar la responsabilidad humana frente al problema ambiental. De esta manera se busca la protección del medio ambiente como un aspecto fundamental del derecho a la vida de las presentes y futuras generaciones, en el sentido de la responsabilidad del hombre en la teoría de la vida, como miembro interactivo y constitutivo de la comunidad biótica. Es necesario propiciar el desarrollo de una conciencia de superación del consumismo exacerbado y llamar la atención sobre la explotación racional de los recursos naturales con un desarrollo humano sostenible.

«La bioética ha afrontado el desafío de abrir espacio a la discusión y aplicación de valores, derechos, principios morales, virtudes, concepciones del bien y de la justicia, la religiosidad y los conceptos sobre situaciones humanas como la vida y la muerte, la enfermedad y la salud, dimensiones todas que deben entenderse en la pluralidad de un diálogo ético de reconocimiento del otro.» Foto: Pares.

Por eso es fundamental extender la enseñanza de la bioética general a todos los niveles de la sociedad, para que sean claros, sean visibles los mecanismos que gobiernan el origen, la continuidad y la diversidad de los seres humanos en sus relaciones recíprocas y con el medio ambiente, incluyendo aspectos de los efectos que la más reciente capacidad de la intervención humana sobre la naturaleza y sobre el hombre mismo ahora nos proporciona. La solución a los problemas que se han generado debe tener enfoques desde miradas que concilien entendimientos.

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