Sur de Bolívar: Vacío de poder y guerra por la Serranía de San Lucas
- Paola Andrea Marín Molano
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Por: Paola Andrea Marín Molano

De nuevo el sur de Bolívar se encuentra en medio de las confrontaciones entre grupos armados. Desde comienzos de 2025, diferentes organizaciones sociales, autoridades locales e incluso la Defensoría del Pueblo, han advertido sobre la agudización del conflicto armado en esta subregión. Aunque la confrontación entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Clan del Golfo y el Estado Mayor de los Bloques y Frentes (EMBF) no es un fenómeno nuevo. Continúan los enfrentamientos entre estos grupos armados, junto con una serie de homicidios selectivos y restricciones de movilidad que han generado un escenario de crisis humanitaria sostenida, dejando en el medio del conflicto a comunidades mineras y campesinas de municipios como Santa Rosa del Sur, Montecristo, Morales y Arenal.
Cifras oficiales hablan de 5.000 personas confinadas. Sin embargo, la cifra podría ser mucho más alta, pues hay varias zonas rurales que llevan más de un mes con toques de queda y múltiples restricciones a la movilidad. El pasado 6 de agosto, al menos 2.000 personas se desplazaron desde la Serranía de San Lucas, debido a la severa escases de alimentos. A esta situación se suman casos de desapariciones forzadas y asesinatos selectivos que son constantes en la región.
Según fuentes locales, varios habitantes han sido vistos por última vez en retenes ilegales o durante incursiones armadas. Tan solo el pasado 22 de julio, fue secuestrado Luis Eduardo Bohórquez, líder y presidente de la Junta de Acción Comunal de La Marizosa, en Santa Rosa del Sur, Bolívar. Y aunque aún no se sabe cuál es el actor responsable del secuestro, ni se tiene información de su paradero. El líder, que fue llevado a la fuerza de su hogar, ha sido un referente en la defensa de los derechos de las comunidades agro-mineras, y ha sido un actor clave en los diálogos comunitarios con Parques Nacionales para la protección de la Serranía de San Lucas.
Vacío de poder y pugna por el poder en la Serranía de San Lucas
De acuerdo con el monitoreo realizado por Pares, las confrontaciones en la zona han estado marcadas por la tregua entre el EMBF y el ELN para enfrentar al Clan del Golfo. Sin embargo, desde el mes de mayo, la dinámica reciente del conflicto en la Serranía de San Lucas ha estado marcada por un factor determinante: la aparente retirada de las estructuras del EMBF en varios municipios del sur de Bolívar. De acuerdo con el experto de la Universidad de Cartagena, “no sabemos dónde está el Estado Mayor [...] salvo por acciones aisladas en Morales. En el resto de los municipios donde operaban los frentes del Bloque Magdalena Medio, parece haberse producido un cese unilateral o una concentración fuera de la región” (Experto UDC, 2025). Algunas hipótesis apuntan a que las tropas del Frente 37 podrían estarse concentrando en las llamadas Zonas de Ubicación Temporal, en el marco de la negociación con el Frente 33 en cabeza de Calarcá, o que podrían estarse replegando en zonas de la Gabarra. En todo caso, este repliegue ha generado un vacío de poder que, en términos militares y políticos, ha sido aprovechado por el Clan del Golfo para expandir sus áreas de influencia.
En este escenario, el Clan del Golfo ha lanzado una ofensiva estratégica desde sus bastiones en el nordeste antioqueño y el Bajo Cauca, buscando ocupar enclaves mineros. Su avance ha sido especialmente notorio en el corredor Guamocó-La Marizosa, en Santa Rosa del Sur, y en las zonas de Mina Nueva, que abarcan territorios colindantes con Remedios y Segovia. Además, de acuerdo con fuentes locales, se ha identificado movimientos de tropas del Clan del Golfo desde Simití, en los sectores conocidos como Buenavista y San Joaquín. Así, el objetivo es doble: desplazar al ELN de áreas de tributación minera y asegurar el control de rutas para el transporte de oro y otros recursos estratégicos.
Es importante señalar que, históricamente, el ELN ha controlado parte de esta economía extractiva, cobrando impuestos a los mineros legales e ilegales y regulando la explotación del recurso. Sin embargo, desde 2019, el Clan del Golfo ha intensificado su expansión en la región con el objetivo de tomar el control de las minas. (Fundación Paz & Reconciliación, 2025)
En esta región, la minería representa una economía informal e ilegal de grandes proporciones. Se estima una producción de cerca de cuatro toneladas de oro anuales, con un valor superior a 1.6 billones de pesos. El ELN, mediante el Frente de Guerra Darío Ramírez Castro, cobra un 10 % de tributación sobre la producción minera, consolidando un control financiero importante sobre la economía local (Cardozo, 2025). No obstante, el Clan del Golfo ha buscado disputarle este dominio, imponiendo paros armados y bloqueos para asfixiar económicamente a las poblaciones. (Cambio, 2025)
A pesar del repliegue del EMBF, el ELN continua en la disputa contra el Clan del Golfo. Aparentemente, el Frente de Guerra Darío Ramírez Castro, estaría recibiendo refuerzos provenientes del Frente de Guerra Nororiental, con base en el Catatumbo, lo que ha fortalecido su capacidad operativa para frenar el avance del Clan del Golfo. Es así como el resultado de esta combinación de factores —retiro del EMBF, ofensiva del Clan del Golfo y refuerzos al ELN— es una reconfiguración acelerada del mapa de control territorial en la Serranía de San Lucas. La disputa ya no se desarrolla únicamente en torno al dominio económico de las minas, sino que implica la imposición de nuevas reglas de orden social, el establecimiento de rutas seguras para el movimiento de armas y tropas, y la búsqueda de legitimidad frente a las comunidades.
Finalmente, de no contenerse la actual disputa armada, el Clan del Golfo podría consolidar un corredor estratégico desde el Darién hasta el Catatumbo y la frontera con Venezuela, replicando la expansión territorial que en su momento lograron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Este corredor podría tener como eje el tránsito en municipios como Tiquisio, Norosí, Barranco de Loba y Altos del Rosario, que, además de ser grandes productores de oro, cuentan con rutas naturales de movilidad que facilitan la conexión con Norte de Santander, Cesar, Sucre y Córdoba.
Referencias
Cambio. (2025). La disputa por el oro en el sur de Bolívar tiene a más de 5.000 personas confinadas. Obtenido de https://cambiocolombia.com/conflicto-armado-en-colombia/la-disputa-por-el-oro-en-el-sur-de-bolivar-tiene-mas-de-5000-personas
Fundación Paz & Reconciliación. (2025). Sur de Bolívar: Entre coca, oro y guerra. Obtenido de https://www.pares.com.co/post/sur-de-bol%C3%ADvar-entre-coca-oro-y-guerra
La Vanguardia . (2025). Paro armado en el sur del Bolívar: Campesinos huyen del fuego cruzado ondeando banderas blancas. Obtenido de https://www.vanguardia.com/santander/barrancabermeja/2025/08/07/paro-armado-en-el-sur-del-bolivar-campesinos-huyen-del-fuego-cruzado-ondeando-banderas-blancas/
Experto UDC. (2025). Entrevista a experto en conflicto armado de la Universidad de Cartagena [Transcripción de entrevista no publicada]. Archivo personal