“Outsiders” y tradicionales: la apuesta de la derecha por volver al poder

“Outsiders” y tradicionales: la apuesta de la derecha por volver al poder

“Outsiders” y tradicionales: la apuesta de la derecha por volver al poder

“Outsiders” y tradicionales: la apuesta de la derecha por volver al poder

“Outsiders” y tradicionales: la apuesta de la derecha por volver al poder

La “derecha” se prepara para las elecciones de 2026 con el único objetivo de “volver” al poder después de la debacle de la tradición que sufrió en 2022. Por ahora, la derecha espera, desarrollar foros, mueve candidatos, atacan a Petro y a su gobierno, pero no termina de cohesionar un candidato único que tome todas las banderas y se enfrente al progresismo en la primera vuelta por el solio de Bolívar.

A la cuenta de este artículo no hay reglas de juego claras, ni siquiera en el Centro Democrático, quienes más allá de una encuesta interna que dirima quien es el candidato presidencial, aún no han definido la suerte de los otros candidatos y de la colectividad en general. Y si en el partido de Uribe las cosas no son claras, en los demás partidos tradicionales los nombres o los mecanismos siguen sin ser claros.

Y a este espectro hay que sumar, que ahora los “Outsiders” parecen liderar el proyecto de la tradicionalidad y de la derecha clásica con Abelardo de la Espriella y Vicky Dávila como principales exponentes.

Por ahora el panorama no es muy claro, lo único que sí parece ser evidente, es que en la derecha al igual que en el progresismo y en el centro, hay más divisiones que uniones y la viabilidad de un candidato único aún está en entredicho.

 

El “cisma” de 2022

En 2022 en el marco de las elecciones presidenciales, los entonces candidatos Federico Gutiérrez y German Vargas Lleras, recibieron un golpe en las urnas, dejando en entredicho la fortaleza de los partidos tradicionales y su capacidad para aglutinar al electorado, que, cansado de los gobiernos tradicionales de los partidos de siempre, se lanzó a apoyar al ingeniero Rodolfo Hernández como la opción política que enfrentara al proyecto “progresista” de Gustavo Petro.

El ingeniero se vendió como una figura lejana de la política, crítico y limpio de corrupción y que se ungía como una versión moderada que contenía los miedos que despertaba el primer gobierno de izquierda del país.

La “derecha” lo apoyó después de que sus candidatos languidecieran en la primera vuelta y estuvieron cerca de arrebatar el poder al entonces candidato, Gustavo Petro. Rodolfo, era un político de poco bagaje (había sido alcalde de Bucaramanga por tres años hasta que lo inhabilitara la Procuraduría), pero con un discurso poderoso en un país aburrido de los políticos tradicionales, puso contra las cuerdas el proyecto de Petro, que llevaba años intentándolo y que se sabía, enfrentaba la última oportunidad.

Rodolfo no lo logró y Petro al final logró el anhelado triunfo del “progresisimo” lo que generó que la derecha tuviera que preguntarse nuevamente por la capacidad política de su estructura. Se tuvo que replantear la pertinencia del modelo clientelar y volver a cuestionarse sobre el modelo de país que pretendían vender a los colombianos.

A partir de esto y de volverse “oposición” durante cuatro años (algo que solo habían experimentado los pupilos de Uribe) fue que se metieron en una nueva contienda electoral, esta vez, con los partidos tradicionales más vivos y más críticos. Con los burócratas de Cambio Radical como figuras contestatarias y con los “Outsiders” posicionándose en el debate público, después de que el “fenómeno Rodolfo” dijera que “cualquiera podía ser presidente.

Es así como llega la derecha a la candidatura de 2026, con muchas dudas, pero con algo claro y es que, hasta la fecha ninguna de sus precandidaturas, es lo suficientemente fuerte y capaz de consolidar un liderazgo absoluto que logre capitalizar a los votantes.

 

¿Cómo van los candidatos?

A lo largo del año en curso, se han adelantado diálogos entre líderes de diferentes partidos ubicados en el espectro político de la derecha. Si bien es cierto que, algunas fuerzas como el Partido Conservador y más puntualmente, el Centro Democrático han expresado el interés por priorizar candidaturas propias, estos no cierran las puertas a la construcción de alianzas en la marcha de la contienda electoral.

En julio de 2025, en medio de un evento del Partido Conservador, la presidenta de dicha agrupación, Nadia Blel, expresó que las toldas azules buscarían un candidato proveniente de su militancia. Por el momento, el nombre más opcionado es el del ex presidente del Senado, Efraín Cepeda, quien se erige como el hombre a vencer o mejor, quien parece que ya venció al interior de la colectividad de la cual es dueño y señor.

En paralelo, el Partido Conservador ha venido participando en una serie de encuentros con otras fuerzas políticas que coinciden en su oposición al “petrismo”. Estos espacios han incluido la presencia de Blel y Cepeda; los codirectores de La U, Clara Luz Roldán y Alexander Vega; Cesar Gaviria, jefe de los liberales y German Córdoba de Cambio Radical. La articulación de esta última agrupación aún no es clara y depende -en gran medida- de la condición de salud de Vargas Lleras; pese a que se espera que él sea quien asuma como candidato de Cambio Radical, no se ha hecho publicó tal pronunciamiento, y por lo pronto, el exvicepresidente se encuentra en recuperación tras el tratamiento médico recibido por un tumor cerebral.

Además, en las últimas semanas Vargas Lleras ha sido crítico en la construcción de alianzas con fuerzas políticas que -según él- han tranzado acuerdos con el gobierno Petro. Estas acusaciones apelarían directamente al Partido de La U, debido a decisiones como el respaldo de ciertos congresistas de dicha colectividad, a proyectos de ley presentados por el gobierno; así como el reciente apoyo de algunos de estos senadores en favor de la candidata a magistrada de la Corte Constitucional, Patricia Balanta, quien también recibió el respaldo de los senadores oficialistas. Estas diferencias del exvicepresidente, estarían generando un distanciamiento a la posibilidad de articularse a futuras coaliciones de partidos tradicionales liderados por la derecha. 

Mientras tanto, la estrategia de la coalición que se estaría gestando se basa en priorizar los perfiles de los precandidatos que de allí surjan, en lugar de dar protagonismo a los partidos que la conforman. El propósito de esto sería hacer frente al descredito y apatía generalizada por parte de la ciudadanía hacia los partidos tradicionales, así como amplificar el electorado de distintas filiaciones políticas y canalizarlo en una opción viable que logre derrotar al progresismo.

En ese sentido, los partícipes del diálogo pretenden sumar nuevos adeptos que se identifiquen bajo la misma bandera del “anti petrismo”. Para ello, le han hecho el guiño a personajes como el ex ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas; el ex alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, el ex contralor general, Felipe Córdoba; y el exfiscal, Francisco Barbosa.

 

¿Desaires al interior del Centro Democrático?

Hace un par de meses atrás, el listado de precandidatos presidenciales del Centro Democrático estaba compuesto por los senadores María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Andrés Guerra y Miguel Uribe Turbay; sin embargo, tras el fallecimiento de este último, el ramillete se modificó, incluyendo en la lista a Miguel Uribe Londoño -padre del fallecido-.

Al parecer, tal decisión no fue muy bien recibida por algunos de los aspirantes. Incluso, ciertos medios de comunicación afirmaron que el expresidente, Álvaro Uribe Vélez, habría ofrecido a Valencia ser cabeza de lista al Senado con el fin de apaciguar las tensiones generadas tras la llegada de Uribe Londoño, oferta que habría rechazado la senadora quien no oculta desde hace tiempo, su fatiga dentro del poder legislativo.

Ante ello, rápidamente el director de la agrupación, Gabriel Vallejo, negó que se hubiera realizado tal ofrecimiento, tratando de reducir la idea de rupturas al interior del partido; mientras tanto, Valencia fue enfática en que su única apuesta es la presidencia de la República.

Durante años Cabal y Valencia han sido dos alfiles leales a Uribe Vélez; y pese a ello, en medio de la contienda electoral, este se ha mostrado cercano a otras figuras externas al partido, como Turbay Londoño, el ex ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón; e incluso, le ha hecho guiños a Vicky Dávila.

Por lo pronto, el Centro Democrático ha anunciado que será una empresa extranjera la responsable de adelantar una encuesta interna entre los cinco precandidatos la cual, según anunció Vallejo, se hará publica el 28 de noviembre, con el fin único de no inahbilitar a los candidatos perdedores que quieran aspirar al legislativo en 2026 (recordando que el 8 de diciembre se cierra la inscripción definitiva de candidatos).

Por ahora no se sabe qué pasará con el candidato que resulte vencedor, pero todo indica que el partido buscará alianzas con corrientes afines, tal y como lo manifestó en su momento José Obdulio Gaviria, líder ideológico y político de la colectividad, quien sostuvo que el partido participaría en la formación de una “gran coalición fundada en puntos como Seguridad, Exigencia de transparencia, una gran política social e impulso al emprendimiento”. Sin embargo, hasta la fecha no se conocen más detalles.

 

Coaliciones más allá de filiaciones partidistas

Otro sector que se ha venido organizando corresponde a algunos exalcaldes y exgobernadores, los cuales han conformado una alianza denominada “La Fuerza de las Regiones”, que se viene construyendo desde el año 2024 y buscaría condensar el capital electoral regional de los diferentes integrantes, con el fin de impulsar una candidatura presidencial que, según ellos, abandere la descentralización. De dicha convergencia han surgido 5 precandidatos que aspiran presentarse por firmas: Aníbal Gaviria, Héctor Olimpo Espinosa, Juan Guillermo Zuluaga, Juan Carlos Saldarriaga y Juan Carlos Cárdenas. Además, la coalición espera realizar una encuesta interna, para posteriormente presentar el 30 de noviembre su candidato único.

Ahora bien, en los últimos días se conoció de un encuentro adelantado en el norte de Bogotá entre actores que se autodenominan “independientes” -pero con clara tendencia política hacia la derecha-, y que también estarían tras la unidad. Los asistentes a dicha reunión fueron los exministros David Luna, Wilson Ruiz, Daniel Palacios y Mauricio Cárdenas, la exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez, el exalcalde Enrique Peñalosa, el senador Mauricio Gómez Amín, el exsenador Juan Manuel Galán, el ex contralor Felipe Córdoba, el excandidato a la Alcaldía de Bogotá Juan Daniel Oviedo, y tres políticos pertenecientes a la Fuerza de las regiones: Héctor Olimpo Espinosa, Juan Guillermo Zuluaga y Juan Carlos Cárdenas.

Cabe mencionar que la reunión no finalizó con acuerdos concretos, pero la conversación si se orientó hacia el interés por preseleccionar algunas candidaturas, que posteriormente puedan participar en una consulta más amplia en marzo, junto con otras agrupaciones políticas, teniendo en consideración la que ya se teje entre liberales, conservadores y La U.

 

Los “Outsiders”

Pero más allá de los políticos tradicionales y apelando al fenómeno “Rodolfo” de 2022, la derecha contará en estas elecciones con la fuerza de los “outsiders” políticos. Aquellos que se venden como figuras impolutas y alejadas de la política tradicional.

En este caso, aparecen dos nombres que resaltan y que para el momento en que se escribe este artículo, parecen ser las fuerzas a vencer dentro del espectro político de la derecha. La primera en salir fue Vicky Dávila, quien comenzó con impulso apalancada en su discurso antipolítico. Vicky cogió fuerza, recorrió medios y fue tejiendo una estrategia que comenzó a desinflarse con el paso de los meses y en especial, desde el momento en que decidió atacar a otros candidatos de la “derecha”.

Las divisiones son algo que, al parecer, no pega al interior de varios sectores de la derecha, quienes consideran que la única manera de vencer el proyecto del presidente Petro es con una gran coalición. Por eso, desde el momento en que Vicky cuestionó a María Fernanda Cabal y a Abelardo de la Espriella, comenzó una espiral de caída en su campaña, la cual, según las mediciones internas de los partidos y de las empresas que están acompañando a los candidatos, no ha podido detener pese a los millones de pesos que se reportan que se ha gastado en pauta publicitaria.

A la par de la caída de Vicky, comenzó el repunte de Abelardo de la Espriella, el otro “outsider” de la campaña y quien, a día de hoy, se erige como la figura a vencer en la derecha política del país. Con una campaña que ha apelado al sensacionalismo, la radicalización y los puentes amistosos con otras campañas, el cuestionado penalista pareciera tomar ventaja y comenzar a perfilarse como el candidato final.

Su figura, cuestionada desde siempre, pareciera que recoge cada día más adeptos de diferentes sectores de la derecha quienes comienzan a ver en la radicalización una oportunidad para retornar al poder.

 

Marzo, el mes determinante para condensar alianzas

Las agrupaciones políticas de derecha no se arriesgarán a cometer el mismo error dos veces, el 2022 demostró que la apatía política por los partidos tradicionales viene en crecimiento, y con ello, la pretensión por alcanzar la Presidencia de la República en solitario es un escenario con pocas probabilidades a su favor.

Desde ya se están cocinando las alianzas, y aunque las colectividades reconocen la urgencia por articularse, es innegable el afán de cada una de ellas por llegar a marzo con una propuesta de candidatura propia. Además, las diferencias y tensiones políticas que han emergido al interior de ciertos partidos, e incluso con otros, puede dificultar el llamado de unión; sin embargo, el escenario más probable es que las agrupaciones limen sus asperezas con tal de cimentar el camino para derrotar la continuidad del progresismo.

Por lo pronto, no hay candidatos únicos, ni tampoco candidatos que hagan sombra a los “outsiders”. Pero como todo en la política colombiana, la carrera es de largo aliento y hasta ahora ha comenzado el sondeo que comenzará a aclararse a medida que pase el tiempo y se acerque el mes de marzo.

Lo único que pareciera claro es que la derecha se mueve hacia la radicalización y el “antipetrismo”, mientras naufragan candidatos en medio de la división interna, al igual que pasa con la izquierda y el centro.

 

 

 

“Outsiders” y tradicionales: la apuesta de la derecha por volver al poder