
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, prometió a las cerca de 20 mil personas que están viviendo en el estadio General Santander y que dejaron sus casas en municipios como el Tarra, Tibú, Convención, Campo Dos, huyendo de la ofensiva del ELN, que pronto dormirán en una cama. Acevedo está tocando puertas para poder conseguirles a los desplazados techo y comida mientras el gobierno nacional pueda retomar el territorio.
Una de las voces que se pronunció contra la decisión fue la de Iván Duque quien afirmó lo siguiente: “Utilizar la tragedia del Catatumbo para revivir un adefesio de reforma tributaria es la politización del dolor de las víctimas del terrorismo, un despropósito jurídico y un tenebroso acto de oportunismo político“
Cada vez son más los campesinos que están dejando todo, sus plantíos que trabajaron con sus propias manos, sus casas y que con lágrimas en los ojos deben partir. Hay gente que ya lleva tres desplazamientos en veinte años. La situación recuerda la gran ofensiva de los paramilitares a principios del siglo XXI y que se caracterizaron por su violencia. Aún se recuerda con horror las masacres de la Gabarra y Tibú con las que los hombres de Castaño y Mancuso se apoderaron de una tierra que ha sido maldita por su riqueza.
En el conflicto en el Catatumbo el ELN tiene superioridad militar. Por lo menos cuatro mil hombres de esta organización hacen presencia en territorio. Además de las veinte mil personas que han salido en los últimos diez días se cree que hay otras miles que están atrapadas en ese lugar.