
La renuncia de Uribe al Senado ha suscitado múltiples opiniones de los distintos sectores políticos del país. Para León Valencia hay dos planos en este problema. El primero, gira en torno a la acusación de soborno y manipulación de testigos contra el expresidente. El segundo, y mucho más grave, el hecho de que estas acusaciones desvíen el foco del proceso de paramilitarismo y violación de Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario que sucedieron mientras Uribe era gobernador o presidente.
Según Valencia, la renuncia de Uribe al Senado le abre dos posibilidades: ser juzgado por la justicia ordinaria, aunque esto aún está en duda, o someterse a la JEP, como el General (r) Montoya. Cualquiera de estas posibilidades no debe verse como una venganza hacia el expresidente, como lo explica Valencia, sino como una posibilidad de acercarnos a la verdad, la justicia y el cierre del conflicto armado.