Por: Katerin Erazo, Periodista
La masacre del pasado 02 de septiembre contra 8 policías, entre los que figuran 2 patrulleros, 4 auxiliares y 2 intendentes, quienes prestaban servicios de seguridad en zona rural de San Luis, del municipio de Neiva (Huila), ha dejado varias incógnitas sobre la bandera blanca ofrecida por el presidente Gustavo Petro y su interés en la “Paz Total” en Colombia.
El mandatario se pronunció horas después del atentado por medio de su cuenta de Twitter rechazando el crimen, y pidió una investigación completa sobre lo ocurrido. También se dirigió al director general de la Policía Nacional y a los ministros de defensa y del interior para dar indicaciones sobre un Puesto de Mando Unificado (PMU) en Neiva, como medida frente a los hechos.
Según el jefe de Estado, estos actos se atribuyen a las disidencias de las FARC, las cuales tienen presencia en el territorio. Además, Petro indicó con respecto al anterior gobierno que se evidenció la falta de inversiones, la ausencia estatal y también el incumplimiento del Acuerdo de Paz. Por esta razón, afirmó que se realizarán proyectos, como mejorar la carretera en donde ocurrió el atentado.
Otra de las decisiones que tomó el mandatario fue el retiro de los auxiliares de Policía de estas regiones, “No puede haber más auxiliares de policía en estas zonas de conflicto. Tenemos que cuidar esa primera juventud de 18 a 20 años. Por su nivel de experiencia, que es bajo, y su condición, que es básicamente la de cumplir un requisito de ley. Esos muchachos y muchachas no pueden estar en sitios de alto riesgo donde se necesita capacidad, mucha más experiencia y más años”, preciso el jefe de Estado.
Este lamentable hecho generó múltiples opiniones en redes sociales, algunas frente a las cuales Petro reaccionó. Uno de los comentarios al respecto fue del director de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), León Valencia, quien twitteó por medio de su cuenta:
Petro por su parte, respondió:
Según Isaac Morales, coordinador de la Línea Convivencia y Seguridad Ciudadana de Pares, una posible respuesta que podría tomar Petro junto con su ministro de defensa y su bancada de gobierno, es responder de una manera completa, es decir, no atacar únicamente a los objetivos de alto valor de estas estructuras, que serían los cabecillas, sino también pensar en la manera en la que funcionan tales organizaciones armadas ilegales en Colombia, para poder, de esta manera, lograr un fortalecimiento en las capacidades de la fuerza pública, como la Policía Nacional y el Ejército.
En Colombia se han registrado alrededor de 30 policías asesinados por grupos armados ilegales en lo corrido del año, entre los principales perpetradores se encuentran las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo. Es por esto que las autoridades han señalado un “Plan Pistola” detrás de estos ataques, los cuales tendrían como objetivo principal poner en evidencia la inconformidad que tienen aquellas estructuras criminales frente al accionar de las fuerzas del Estado.
Muchos colombianos confían en el nuevo mandato dirigido por Gustavo Petro, quien ha tomado una iniciativa de parar el conflicto con la “Paz Total” en Colombia, propuesta que contempla un proceso de paz con el ELN y el acogimiento y sometimiento de estructuras armadas ilegales dedicadas al narcotráfico a la justicia colombiana.
Sin embargo, aún quedan incógnitas sobre las acciones que debería tomar el Gobierno frente a estos acontecimientos que son claros atentados contra la política de paz propuesta.
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