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Pactar con el enemigo: la carta que se juega Petro para sacar adelante las reformas

Por: Juan Alejandro Pérez Montañez, Investigador Programático de la Línea de Democracia y Gobernabilidad.


Foto tomada de: El Colombiano


El Gobierno Nacional, al cual muchos analistas dieron por muerto en su relación con el Congreso, luego de la primera legislatura ha logrado adaptarse a los retos que le presentan los partidos tradicionales y ha encontrado en las bancadas de Cámara de estos partidos a sus mejores aliados.


El 21 de febrero de 2024 se conoció que Luz Cristina López reemplazaría a la saliente ministra del Deporte, Astrid Rodríguez. La noticia puso la lupa sobre el Partido Conservador, pues López, pese a tener una hoja de vida relacionada con la cartera ministerial, es cercana al representante conservador del Cesar, Alfredo Ape Cuello. La jugada de Cuello también le permite crecer políticamente por si algún momento necesita desligarse completamente del clan todo poderoso allí, el clan Gnecco.


Al conocerse la noticia el primero en reaccionar fue el senador y presidente de la colectividad, Efraín “Fincho” Cepeda. Cepeda negó cualquier relación directa de la ministra con el partido. A las pocas horas, presentó su renuncia como presidente ante el Comité Nacional, la cual fue negada el 22 de febrero.


Todo este remolino de hechos tiene que leerse con calma. El Gobierno Nacional, en su estrategia de negociación uno a uno no excluyente, es decir la negociación con un congresista puede atraer y formar minibancadas en los partidos, ha encontrado en los representantes a la Cámara, en este caso en el Partido Conservador, una manera de aceitar mayorías para las reformas y tratar de implosionar poderes como el de Fincho Cepeda.


Aun así, el siempre hábil Cepeda al presentar su renuncia y ser confirmado al día siguiente por el Comité Nacional Conservador le mandó un mensaje claro al Gobierno: quien manda en el partido es él y toda negociación para llevar al Conservador a votar las reformas debe ser con él.

Pese a este mensaje de Cepeda y su poder, especialmente en la bancada del Senado, Ape Cuello no es el único representante que ha logrado negociar con el Gobierno. Wadith Manzur, presidente de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, habría logrado poner la persona a cargo del Fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles Nacionales.


La estrategia de negociar con representantes a la Cámara no es nueva, ya pasó con el Partido Liberal.


Estrategia en el Partido Liberal


El Gobierno Nacional a inicios de su mandato trató de implosionar al Partido Liberal y en especial la presidencia de César Gaviria. Esto trató de hacerlo con figuras aliadas como Julián Bedoya, el exsenador liberal cuestionado por la obtención de su título como abogado y jefe de su propio clan político.


Pese a ello, César Gaviria, quien nunca pone candidato presidencial porque ha logrado siempre tener juego político al negociar con los gobiernos de turno por su presencia en el Congreso, consiguió mantener la presidencia Liberal.


El Gobierno al ver que su estrategia no funcionó, pasó a buscar aliados en la Cámara de Representantes y logró en el 2023, por ejemplo, 18 de los 33 integrantes de la bancada de Cámara le pidiera en una carta a César Gaviria discutir internamente el voto a la reforma a Salud. Los grandes aliados en esa bancada han sido María Eugenia Lopera, presidenta de la Comisión Séptima e integrante del clan de Julián Bedoya, Andrés Calle, del clan Calle y presidente de la Cámara y Dolcey Torres, hermano de Euclides Torres, jefe del clan Torres del Atlántico.


El último nombramiento que favorecería a integrantes de ese liberalismo afín al Gobierno sería el de Ana Cecilia Valencia Aguirre. Según Cuestión Pública, Valencia, quien fue financiadora de campañas de Julián Bedoya, sería la nueva subdirectora de Talento Humano en el ICFES. Como se dijo anteriormente María Eugenia Lopera, fundamental en Cámara para el trámite de las reformas sociales, es parte del clan de Julián Bedoya. En Senado Bedoya también tiene su ficha y es el exalcalde de La Estrella, Juan Diego Echavarría.


¿Y el Partido de La U?


A diferencia del Partido Conservador y el Partido Liberal, donde el Gobierno ha buscado implosionarlos y a sus direcciones, primero con cabezas del senado como Carlos Andrés Trujillo en el Conservador, y luego con representantes a la Cámara, en el Partido de La U esto no ha pasado.


El Partido de la U, el cual tiene una codirección conformada por los senadores Juan Carlos Garcés, Juan Felipe Lemus y Alfredo Rafael Deluque y los representantes Víctor Manuel Salcedo, Hernando Guida Ponce y Wilmer Carrillo, pese a declararse en abril del 2023 como independiente no ha sido un gran problema para el Gobierno.


Esto tiene una explicitación y nombre propio, Dilian Francisca Toro. La antigua presidenta de La U y ahora Gobernadora del Valle logró en el 2023, antes de lanzarse a la Gobernación del Valle, que su partido mayoritariamente se alineara con algunas banderas del Gobierno, como pasó y pasa actualmente con la reforma pensional.


Norma Hurtado, integrante del clan de Dilian Francisca Toro y presidenta de la Comisión Séptima del Senado ayudó al Gobierno a que se debatiera y aprobara la reforma pensional. Ahora la ponencia sustitutiva de Hurtado en plenaria de Senado podría salvar, de nuevo, la reforma pensional y sacar la reforma de Senado y pasarla a Cámara, donde los números son más favorables para el Gobierno.


En contraprestación a esto La U tendría puestos en el ejecutivo. Según la periodista Paola Herrera para el 2023 desde el Ministerio de las TIC´s, dirigido por Mauricio Lizcano, antiguo senador del partido, se le habrían abierto espacios a congresistas de esta colectividad tanto en el ministerio como en entidades adscritas como la Agencia Nacional del Espectro y a la Agencia Nacional Digital.





El Conservador, el Liberal y La U son fundamentales en los números del Gobierno, pues en Cámara tienen 27 (14,43%), 33 (17,64%) y 15 (8,021%) y en Senado son 15 (14,28%), 13 (12,38%) y 8 (7,61%), respectivamente.


Sin duda alguna el Gobierno Nacional ha logrado mantenerse vivo en el Congreso con su estrategia uno a uno, pese a ser, per se, bastante costosa. Ha logrado que en partidos como el Liberal y el Conservador se discutan tanto política e ideológicamente las reformas. Mientras que logró que el Partido de La U se adaptara y se volviera en algunos momentos su gran aliado, como la reforma pensional.

 

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