Por: Redacción Pares
La coyuntura está caliente. La reforma política ha sido vendida por el gobierno Petro como la gran respuesta a la crisis de la democracia que vive no sólo el país sino el continente. Ya nadie cree en partidos políticos y parece ser el tiempo de los outsiders. Justo estamos en la Semana de la Democracia y nos parece el momento justo para pensar en donde estamos parados. Por eso, este 22 de octubre, se hizo en la Universidad de los Andes el conversatorio Corrupción, violencia y deriva autoritaria en América Latina-Integridad electoral. Con el apoyo de la Misión de Observación Electoral, la Registraduría y la propia Universidad de los Andes, se pudo escuchar a panelistas de la talla de Tomás Dosek, un intelectual checo doctor en Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la directora de la MOE Alejandra Barrios, Griselda Colina, fundadora y directora del observatorio Global de Comunicación y Democracia, el profesor Victor Mijares y el investigador de la línea de gobernabilidad y democracia de la Fundación Pares Alejandro Chalá.
Uno de los temas que se tocó, por supuesto, fue la situación de la democracia en Latinoamérica y, por su cercanía con ese país, se hizo énfasis en Venezuela. Tomás Dosek empezó conversando con Aejandro Chalá y abordó lo innegable: estamos frente a un proceso de erosión de la democracia, sin embargo aún hay esperanzas, hay países como Chile, Brasil o Colombia en donde, debido a la alternancia política entre la derecha y la izquierda en sus elecciones presidenciales, se nota que la democracia aún goza de buena salud. Una de las causas de esa erosión de la democracia tiene que ver con que la gente ha dejado de creer en los partidos políticos. Una de las frases que dejó Dosek fue toda una invitación a pensar la Democracia en estos días: “La gente se preocupa es por llegar a fin de mes, no por el estado de la democracia”. Este desapego se debe a la desazón suprema que hay entre nuestras sociedades, con índices de pobreza altísimos y una absoluta falta de oportunidades.
En el segundo panel se habló largamente sobre lo que significó para Venezuela las elecciones del pasado 28 de julio. A pesar del pesimismo del que hizo gala Dosek para Griselda Colina los resultados obtenidos en esa elección presidencial, en donde sólo la tosudez del chavismo por seguir mandando evitó lo que se ganó en las urnas, una victoria de la oposición, revelan que la gente está cansada del régimen. El profesor Victor Mijares aseguró que este desencanto se debe a que ya no existen los recursos para mantener los subsidios que alguna vez hicieron atractiva, para una buena parte de la población, las propuestas del chavismo. Alejandra Barrios resaltó y aplaudió la posición del gobierno Petro de apertura al diálogo con Maduro, teniendo en cuenta las necesidades que se tiene en una frontera porosa, de más de 2.000 kilometros, y recordó decisiones discutibles del pasado gobierno, el de Iván Duque, como pedirle a Juan Guaidó la extradición de la ex congresista Aida Merlano. El investigador Alejandro Chala habló también sobre las pugnas internas que están minando al chavismo, debido a la disputa que hay por el poder entre familias como la de Diosdado Cabello, los Rodríguez y las del propio Maduro.
Fue una jornada que permitió ponernos en contexto con las horas difíciles que pasa la democracia en el continente.
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