Por: Redacción Pares
En los últimos 19 meses han sido asesinados en Colombia cinco periodistas. En el país donde cayeron Guillermo Cano, director de El Espectador, Jorge Enrique Pulido, Jaime Garzón y una lista interminable de comunicadores, esta profesión sigue siendo un riesgo. Uno de los pocos bastiones que tienen los periodistas para defenderse del poder y de los extremos es la Fundación Para la Libertad de Prensa. La FLIP siempre ha estado cuestionando el poder sin importar los colores del que está mandando.
El ex presidente Álvaro Uribe lo sabe. En el 2017 hicieron pública una amonestación contra el entonces senador quien hacía peligrosos señalamientos contra Julián Martínez, periodista de Noticias Uno quien hizo una exhaustiva investigación contra las Chuzadas que sucedieron en su gobierno y la directora de Noticias Uno Cecilia Orozco. En ese momento la FLIP anunció lo siguiente: “La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza los señalamientos hechos por el senador del Centro Democrático contra Julián Martínez, reportero del noticiero que dirige Cecilia Orozco. El lunes 15 de mayo el senador Álvaro Uribe Vélez estigmatizó a Martínez a través de su cuenta en Twitter: “A Noticias Uno, su periodista Pro Farc Julián Martínez y a su directora dra Orozco les repetiré la respuesta de 2013 a su repetido infundió,” (sic.) dijo Uribe”.
Poco antes de que se acabara su mandato presidencial la FLIP también amonestó a Iván Duque. El 1 de agosto del 2022 en su página oficial lanzaron el siguiente comunicado: “El gobierno de Iván Duque mantuvo una estrategia de amigo-enemigo con la prensa. Con aquellos, considerados como críticos, primó la desconfianza y el hermetismo. Además, utilizó recursos humanos y económicos para priorizar la comunicación institucional e imponer su narrativa. Con ello contribuyó al ambiente de polarización y construyó una muralla que afectó el acceso a la información. Todo esto, mientras las cinco periodistas fueron asesinados por razones de su oficio y otras y otros 750 recibieron amenazas de muerte”.
Por lo tanto resulta un despropósito que el presidente Gustavo Petro pueda afirmar que la Flip fue fundada por un “paramilitar” haciendo alusión a Francisco Santos quien, antes de ser vicepresidente de Uribe fue periodista de la casa editorial El Tiempo y defendió la libertad de expresión. Los ataques de Petro contra la prensa han sido una constante en su gobierno. Maria Jimena Duzán, quien incluso estuvo en la mesa de negociación con el ELN y que, mientras fue candidato presidencial, estuvo de su lado en sus columnas, ha sido calificada por el presidente como “Periodismo Mossad” todo por los cuestionamientos que ha hecho la periodista contra los privilegios que supuestamente tendría el hermano de Laura Sarabia y la propia directora del DAPRE en este gobierno. Petro dijo sobre Duzán, además que “miente y quiere destruirlo ante la opinión pública”. En su defensa Maria Jimena ha sido vehemente y afirmó que ella “no es ninguna periodista de bolsillo”. Incluso el presidente anunció una demanda en su contra lo que, para ella, es un delito, así lo afirmó en una entrevista que le hicieron en la mañana de este 2 de julio en el programa 6AM 9AM “Si una demanda como la que me anunciaron próspera se volverá delito, oigan bien, preguntarle a los funcionarios públicos. Si la demanda pasa lo que significará en Colombia la libertad de expresión es que los funcionarios que protege cualquier presidente serán intocables y eso, pues obviamente va en contra de la libertad de expresión”.
Petro aseveró lo siguiente en su cuenta en la red social X: “El periodismo debe buscar siempre la verdad, por difícil que sea. Hoy, contrario a la verdad, se usa la mentira de manera generalizada, se ocultan fechas en titulares para endilgarle corrupción a este Gobierno cuando es de otros, o, peor, para hacer propaganda política en favor de la extrema derecha. Los grupos neonazis parecieran dominar el relato mediático”. La sentencia en X alentó aún más a sus seguidores a amenazar e insultar a periodistas que han permanecido en una línea crítica como María Jimena Duzán.
Debido a esa injerencia de Petro, atentando contra la libertad de prensa, la FLIP lo reconvino. Señala que en su gobierno ha ignorado la violencia contra los periodistas y además él mismo ha asumido una posición errónea contra los comunicadores. Para Jonathan Bock, director de la FLIP, los ataques de Petro a los periodistas “son sistemáticos”.
Laura Bonilla, subdirectora de la fundación Paz y Reconciliación recordó que la misión de la FLIP “no es hacer control a la prensa, ni a su calidad, sino defender la libertad de prensa”. Y además señaló que se comete un error al confundir el periodismo con el medio “Es cierto que Colombia ha tenido medios muy complacientes con el poder, pero al mismo tiempo periodistas valientes, íntegros y éticos”.
Colombia es uno de los países en el mundo en donde es más riesgoso ejercer el periodismo, por eso, cualquier señalamiento contra ellos de parte del poder es sumamente peligroso.
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