
El 27 de diciembre del 2024 el país no salía de su asombro ante los hallazgos que hacía la JEP en el sitio conocido como la Escombrera. Se habían encontrado tres cuerpos en este lugar. Durante más de veinte años, después de la Operación Orion, ocurrida durante el gobierno de Alvaro Uribe Vélez, en donde las Fuerzas Militares, al mando de la entonces ministra de defensa Marta Lucía Ramírez, y paramilitares le quitaron el control a las guerrillas a la Comuna 13 de Medellín dejando decenas de muertos, torturados y desaparecidos entre la población civil, se ha denunciado que la Escombrera es una fosa común. Que allá fueron arrojados los cuerpos de muchos de los desaparecidos que dejó la Operación Orion. Veintidos años después la JEP ha podido comprobar que esto es cierto. A finales de diciembre, cuando se conoció que se encontraron restos de dos personas que posiblemente sean desaparecidos de esa Operación, el presidente Uribe, como es costumbre, reaccionó atacando.
Esta nueva patada de ahogado de Uribe ante lo que es la verdad contradice declaraciones de Don Berna, jefe máximo del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia, quien afirmó en declaraciones públicas que el ejercía control desde la Escombrera y que allí interrogó a personas, torturó, ejecutó y arrojó en este lugar. Los cuerpos eran cubiertos por los deshechos que han acompañado el sitio. Estas declaraciones de paramilitares como Don Berna o Enrique Aguilar se dieron en el 2012, como bien recuerda en su columna Cecilia Tascón, mucho antes que el denominado “Petrosantismo” estuviera en el poder.
Es cierto que la violencia, desde los años ochenta, ha afectado a los cerca de los 280 barrios que conforman la Comuna 13. La ausencia del Estado permitió el surgimiento de grupos armados, pandillas y hasta grupos de lo que se denomina de manera perversa “limpieza social”. A finales de los años noventa ya se enfrentaban abiertamente grupos paramilitares contra células urbanas de las FARC y el ELN. Los paramilitares, en su paranoia, empezaron a asesinar a todo lo que les oliera a guerrilla, a comunista. Los cuerpos, como lo ha señalado Verdad Abierta, eran enterrados en tres lugares, La Escombrera, el barrio la Divisa, y el Alto de la Virgen. Dos meses después de que Uribe llegara a la presidencia se realizó la Operación Orión, que además del saldo de víctimas que relatamos anteriormente, provocó el desplazamientos de 1.200 personas. Así el expresidente siga tratándose como un Pacificador, hay que recordarle que los paramilitares mandaron en la Comuna 13 hasta bien entrado el 2003 cuando deciden acogerse a Justicia y Paz y mientras mandaron lo hicieron con impunidad, ellos se entronizaron gracias a una operación gestada por el gobierno Uribe.