
Entre 2009, cuando estaba en Cómbita, hasta 2018, cuando ya habitaba una casa fiscal donde cumple una condena de cuarenta años de cárcel, Juan Guillermo Monsalve ha sido trasladado, en siete oportunidades, de cárcel y de patios. ¿La razón? Desde que hizo público su deseo de ayudar a la justicia y, directamente, desde su primera conversación con el senador Iván Cepeda sobre la supuesta ayuda que los hermanos Uribe Vélez brindaron en el municipio de San Roque para crear el Bloque Metro de las AUC, se convirtió en un objetivo para algunos violentos en las cárceles donde estaba. Por eso, en 2012, recibió el ataque de dos hombres a cuchillo en uno de los patios de Cómbita; sobrevivió de milagro. Un año después, el método por el que quisieron eliminarlo fue envenenamiento. Por eso, desde 2013, él mismo debe preparar los alimentos que consume. Es una sensación bastante agobiante.