La mañana de este 16 de septiembre fue histórica. La jurisdicción especial de paz sentenció a siete ex jefes FARC por secuestro. Lo que hay que destacar es el reconocimiento de los miembros del último secretariado de esta guerrilla en reconocer sus responsabilidad no sólo en el secuestro sino en crímenes que se cometieron dentro del cautiverio y del impacto emocional que dejan estos hechos en las víctimas.
Los miembros del secretariado sobre los que caerá la sentencia serán el antiguo comandante, Rodrigo Londoño, Pastor Alape, Jaime Alberto Parra, Pablo Catatumbo, Milton de Jesús Toncel (Alias Joaquín Gómez), Julián Gallo y Rodrigo Granda, es decir, la plana mayor de las FARC.
Según el tribunal el secretariado dejó un saldo de 21.396 víctimas de las cuales 4.325 ya fueron acreditadas en el proceso. Al aceptar su participación los miembros del ex secretariado no recibirán penas que los priven de la libertad, pero si fueron condenados a 8 años de sanciones restaurativas por estos crímenes. Ellos tendrán que cumplirlos con procesos como buscar a personas dadas como desaparecidos, acciones simbólicas y emparentadas con el fortalecimiento de la memoria. Se debe garantizar que esto jamás será olvidado para que no se vuelva a repetir. Según el Magistrado Camilo Andres Suarez, “Se acreditó que las personas cautivas fueron sometidas a tratos crueles, degradantes, inhumanos tales como encadenamientos permanentes, marchas forzadas, privaciones de salud, alimentación y condiciones indignas, así como casos de violencia sexual”
Para el entendimiento de lo que fue el crimen del secuestro la JEP determinó tres patrones de criminalidad, lo hacían para financiarse, con el auge de los diálogos del Caguan se utilizaron para promover el intercambio de guerrilleros presos con soldados secuestrados y también para controlar los territorios. Frente a las versiones voluntarias que se presentaron en estos casos 420 miembros dieron estas declaraciones.
En el año 2018 se abrió el macrocaso 1 que investiga los secuestros hechos por las FARC entre los años 1993 y 2016. La JEP anunció que este no será el primer fallo ya que vendrán otras condenas, así sea simbólicas, contra otros miembros en los próximos meses. Si bien una parte del uribismo se ha quejado que los acuerdos de paz permitieron penas que están lejos de hacer justicia, según ellos, la JEP demostró con estas sentencias que no existe impunidad y que, lo más importante, es que las más de 21 mil víctimas de estos crímenes puedan ser reparadas después de años de tener que vivir a cuestas con el fantasma y las secuelas que deja un hecho tan grave como es el secuestro.