
El presidente Gustavo Petro demostró otra vez el poder que tiene en las calles. En Bogotá ha llenados dos veces la Plaza de Bolívar en menos de un mes. Con la espada de Bolívar mirando a la gente Petro fue contundente: dio el plazo de un mes para aprobar la consulta popular que radicó en el congreso hoy. “El pueblo es el jefe y manda al senado. Si un senador no me cree, que se lea la constitución. El senado tiene que ver a sus ojos a su jefe, el pueblo, y el pueblo le da una orden por medio mio, que soy su mensajero como presidente de la republica”.
Insuflado por el espíritu de Bolívar, Petro evocó la necesidad de la unión latinoamericana, incluso se mostró dispuesto a volver a unir a la Gran Colombia si esto es necesario: “Si la consulta pasa, Petro enviará cartas a Ecuador, Venezuela y Panamá para conformar la Confederación de Repúblicas de la Gran Colombia”.
Pero, sin duda, en el momento en el que empezó el discurso de Petro, sobre la una y media de la tarde, bajo un sol furioso, el ánimo de la gente se caldeó y se empezaron a escuchar arengas a favor de la reelección. El primer mandatario dejó claro, sobre la tarima, que está fuera de cualquier cálculo político pensar en la reelección y se mostró respetuoso de la democracia, aunque, eso si, Petro supo captar ese ánimo y soltó frases como estas: “Es la libertad y punto. Llego la hora de la decisión, la democracia y la república, que está en manos del pueblo”. Los manifestantes gritaron contra los congresistas que han frenado las reformas de este gobierno y el presidente los escuchó, por eso los invitó a la plaza y aseguró que “acá los trataremos con dignidad”. Mientras tanto los manifestantes levantaban la frase “no pasarán, no pasarán” a lo que el mandatario contestaba “Ni un solo parlamentario que vote en contra de la consulta debe ser elegido. Se escribirá en todas las paredes, se publicará en todos los periódicos, se dirá en todas las emisoras”.