Mientras en Colombia se vivían los coletazos de la jornada de consulta que favoreció al Pacto Histórico, rozando los tres millones de votos, en Argentina la derecha, contra todo pronóstico, arrasaba en las elecciones legislativas. Los comentarios que rodearon a Milei en las últimas semanas hacían presagiar una derrota histórica. Los argentinos parecían incómodos con la incapacidad que había tenido el proyecto libertario a la hora de cumplir promesas como cerrarle la puerta a la inflación, abrírsela a la dolarización, generar más empleo y verse favorecidos por la relación cada vez más cercana con Donald Trump. Además, espectáculos como el que dio Milei con una banda de rock, cantando viejas canciones de Charly García, hicieron que muchos se preguntaran por la salud mental del libertario.
Pero los analistas no tenían razón una vez más y subestimaron la indignación que quedó por las administraciones pasadas de Cristina Kirchner y el peronismo en general. El último gobierno de izquierda, el de Alberto Fernández, profundizó aún más la crisis y el voto castigo le dio viento en la camiseta a Milei. Los candidatos del partido de gobierno sumaron casi 41 % de los votos en los comicios para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, de acuerdo con los resultados oficiales con casi la totalidad de las mesas escrutadas. El partido de gobierno, la Libertad Avanza, se convirtió en la fuerza más votada.
Un factor que le jugó a favor al actual presidente argentino fue el de Donald Trump. En una entrevista la semana pasada desde su Air Force One aseguró que el salvamento económico que prometió Washington estaba supeditado a una victoria de Milei. Sin eso, no habría nada para un país que, en boca del presidente norteamericano, “estaba muerto” Aunque las personas más influyentes del país se indignaron ante estos dichos de Trump, el espíritu nacionalista no fue precisamente lo que afloró el domingo. La gente parece no olvidar los escándalos de corrupción de Cristina y del peronismo en general, por eso, a pesar de la incertidumbre, decidieron abrazar la opción libertaria.
El 11 de junio, el peronismo recibió un golpe durísimo después de que Cristina fuera condenada a seis años de cárcel por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado durante sus dos gobiernos, entre 2007 y 2015. El hecho concreto es que, en la provincia de Santa Cruz en la Patagonia, de donde es oriunda la exmandataria, se decidió a dedo la asignación de contratos de obras públicas. Las obras fueron asignadas a Austral Construcciones una empresa que creó junto a su esposo Néstor y que canalizó el 79 % de las obras públicas en 12 años. Lo más grave es que, de las 51 obras que empezaron a realizar, solo terminaron 2. La cartelización organizada de los Kirchner le quitó al Estado argentino 500 millones de dólares.
Cristina se ha defendido de todos los cargos y afirma que se trata de un montaje, de una persecución como la que le montó en Brasil Jair Bolsonaro a Lula. La verdad es que las cifras que dejó Alberto Fernández eran muy malas. En 2023, dos de cada cinco argentinos vivían en la pobreza. Milei ha logrado algunos avances para reducir la inflación, pero a un costo social muy alto. Algunos de los que lo apoyaron en el pasado se sienten desilusionados. Lo cierto es que fue tan grave lo que pasó con Cristina que el voto castigo sigue imperando, y esto le ha dado viento en la camiseta a uno de los presidentes más extravagantes que recuerde Occidente.