Bucaramanga se disputa entre el legado de Beltrán y el regreso de los clanes políticos en las próximas elecciones atípicas del 14 de diciembre

Bucaramanga se enfrenta a una elección atípica para escoger al sucesor de Jaime Andrés Beltrán. Hasta ahora, la campaña se ha caracterizado por la falta de propuestas y por el debate sobre el modelo de ciudad de la administración saliente.

Con 8 candidatos inscritos y sin avances claros en propuestas para la ciudadanía, comienza a definirse la búsqueda del sucesor de Beltrán, quien tendrá la tarea de gestionar la ciudad en los próximos dos años, en un contexto marcado por desafíos en seguridad y ordenamiento territorial.

—Así se han comportado las últimas elecciones en Bucaramanga

Desde 2015, la Alcaldía de Bucaramanga había sido ocupada por figuras de origen independiente. La primera de ellas, el exalcalde fallecido y excandidato presidencial, Rodolfo Hernández, tuvo bastante popularidad durante su gestión, siendo una figura excéntrica que con su estilo de confrontación política generó amores y odios dentro de la ciudad.

Rodolfo había llegado al poder con una agenda populista basada en criterios de administración empresarial con las que buscaba gestionar la vida pública de la ciudad. No obstante, para las elecciones de 2019 ya existían cuestionamientos sobre su figura, en tanto hubo presuntas irregularidades en la contratación del tema de las basuras de la ciudad en su gestión, en el marco del llamado caso Vitalogic.

En 2019, Hernández le entregó su caudal electoral y su capital político en la ciudad al también empresario Juan Carlos Cárdenas, que bajo la bandera del movimiento Ciudadanos Libres, logró arrasar en las elecciones regionales de ese año, con 141.768 votos, apalancado en la popularidad de Hernández. A pesar de que su programa económico prometía mantener los logros del programa del Rodolfismo bajo la idea del “milagro económico” bumangués, Cárdenas enfrentó un escenario adverso marcado por la pandemia de Covid-19, el aumento de la inseguridad y el empeoramiento de los problemas de transporte público en la ciudad, que hicieron que su gestión fue cuestionada.

Además de ello, la Procuraduría abrió varias investigaciones en su contra, especialmente por presuntas irregularidades en contratos de construcción vial, la intervención de una institución educativa y el cierre del relleno sanitario El Carrasco, lo que llevó a que su popularidad se desplomara.

Así, en 2023, Jaime Andrés Beltrán, que ya se había medido en 2019 contra Cárdenas y que había quedado segundo en esa contienda, logró ganar las elecciones regionales de 2023, aunque con una cantidad menor de votos frente a las que llevaron a Cárdenas a la Alcaldía (menos de 50.000 votos).

Tabla No. 1: Resultados electorales de preconteo – Elecciones Territoriales Bucaramanga 2019 – 2023

Elecciones territoriales 2019 – Bucaramanga – Alcaldía

Partido

Candidato

Votación

Porcentaje

G.S.C. Ciudadanos Libres

Juan Carlos Cárdenas Rey

141.768

48,38%

Colombia Justa-Libres

Jaime Andrés Beltrán Martínez

40.607

13,85%

Coal. Bucaramanga Emprendedora (Cambio Radical, Partido Conservador)

Fredy Antonio Anaya Martínez

37.119

12,66%

Coal. Hagamos Ciudadanía por Bucaramanga (Partido Liberal, Partido de la U, Partido Mira, Centro Democrático)

Claudia Lucero López Rodríguez

31.487

10,74%

AICO

Ariel Gerardo García Gómez

10.886

3,71%

Coal. Sergio Isnardo Alcalde (MAIS, ASI)

Sergio Isnardo Muñoz Villareal

8.281

2,82%

Coal. Unidad Alternativa (Colombia Humana, Polo, UP)

Carlos Francisco Toledo Flórez

6.415

2,18%

Elecciones territoriales 2023 – Bucaramanga – Alcaldía

Partido

Candidato

Votación

Porcentaje

Coal. Defendamos Bucaramanga (Colombia Justa-Libres, Partido de la U, Movimiento de Salvación Nacional)

Jaime Andrés Beltrán Martínez

91.372

34,62%

Coal. Valientes (Partido Alianza Verde, Dignidad y Compromiso)

Carlos Parra

38.796

14,70%

G.S.C. Movimiento Acciones Notables

Edinson Fabián Oviedo Pinzón

34.146

12,93%

G.S.C. Serpa La Gente

Horacio José Serpa Moncada

23.393

8,86%

Coal. En Buenas Manos (LIGA, Nuevo Liberalismo)

Consuelo Ordóñez de Rincón

22.730

8,61%

Pacto Histórico

Jaime Calderón Herrera

10.660

4,03%

G.S.C. Vamos a Crecer

Luis Roberto Ordóñez Ardila

10.284

3,89%

G.S.C. Coraje

Carlos Fernando Sotomonte Garavito

8.175

3,09%

Fuerza Ciudadana

Ludwing Mantilla Castro

2.624

0,99%

Centro Democrático

Diego Arturo Tamayo Salcedo

1.814

0,68%

Nueva Fuerza Democrática

José del Carmen Velásquez Pereira

1.108

0,37%

Gente en Movimiento

Álvaro Torres

662

0,25%

Esperanza Democrática

Giovanni Álvarez Maldonado

359

0,13%

Creemos

Manuel Eduardo Parada Rueda

352

0,13%

Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil

Beltrán, pastor cristiano y llamado por la opinión pública santandereana y bumanguesa como el nuevo “Bukele”, llevó al poder con un discurso marcado por una estrategia agresiva para enfrentar la inseguridad en la ciudad y un programa conservador socialmente que apelaba a la lucha contra los derechos LGBTIQ+ y contra los derechos sexuales y reproductivos.

Su excesiva mezcla de sus posturas conservadoras con su ejercicio político, los constantes choques que tuvo con el gobierno de Gustavo Petro, junto con el cuestionamiento por irregularidades en el robo de chatarra que involucra a su cuñado, Óscar Ramírez Luquema, y la baja ejecución en el desarrollo de su plan de desarrollo, llevaron a que se volviera una figura polarizante en la ciudad.

A finales de 2024, el Tribunal Superior de Santander anuló su elección como alcalde en primera instancia por doble militancia, fallo que luego ratificó el Consejo de Estado el 21 de agosto y que terminó por sacar a Beltrán de la administración local bumanguesa.

Por lo que, en este panorama político, lo que ha caracterizado a la ciudad de Bucaramanga en los últimos 10 años ha sido el ascenso y la caída del rodolfismo como proyecto político local (en las elecciones de 2023, la candidata de LIGA, el partido fundado por Hernández, Consuelo Ordóñez de Rincón, solo obtuvo 22.730 votos, el 8,61%, quedando en un lejano quinto lugar respecto de Beltrán y Carlos Parra, el principal contendor del depuesto exalcalde) y la emergencia de candidaturas lejanas a los partidos políticos tradicionales, de origen independiente, con discursos altamente populistas, pero con fuertes problemas en la ejecución de sus programas de gobierno, así como cuestionamientos por presuntas irregularidades en la ejecución de contratos para la ciudad.

Del mismo modo, la ciudad ha sido ajena a los proyectos políticos alternativos de izquierda. Solamente en 2023, Carlos Parra logró una curul en el Concejo de Bucaramanga por parte del Estatuto de la Oposición, al haber quedado segundo en la contienda con el aval del Partido Alianza Verde y el partido Dignidad y Compromiso. No obstante, tanto en 2019 como en 2013, los proyectos políticos de izquierda y progresistas no han sumado más del 4% de la intención de voto en la ciudad.

Por otro lado, los partidos tradicionales han terminado siendo valedores de las administraciones tanto del rodolfismo, como también de Jaime Andrés Beltrán. En este caso, con el caudal político que logran para llegar al Concejo Municipal y que logran sus candidatos, logran tener incidencia y negociación frente a las diferentes administraciones municipales en el tiempo.

En ese ambiente electoral, suceden estas nuevas elecciones atípicas para la ciudad de Bucaramanga.

—La nueva disputa política es entre el legado de Beltrán y el regreso de los clanes políticos de Santander

Como se registró en nuestro portal web, son 8 los candidatos inscritos para la Alcaldía de Bucaramanga: Juan Manuel González, narrador de fútbol; Carlos Fernando Pérez, avalado por el partido ADA; Jhan Carlos Alvernia, por el liberalismo de Richard Aguilar; Fabián Oviedo, exconcejal con el aval del Nuevo Liberalismo; Carlos Bueno, exdirector de tránsito en el gobierno de Juan Carlos Cárdenas y apoyado por el clan Díaz Mateus; Rubén Morales por el Partido Unitarios; Humberto Salazar por el Pacto Histórico; y Cristián Portilla, por una coalición del Centro Democrático, el Partido de la U y Cambio Radical, que además cuenta con el respaldo de Jaime Andrés Beltrán.

Sin embargo, según los primeros sondeos, la contienda se ha centrado en dos candidatos: Carlos Bueno y Cristián Portilla. Esto refleja un enfrentamiento entre dos modelos de ciudad y dos proyectos políticos: el respaldado por la estructura de Beltrán, frente al del tradicionalismo y el poder burocrático vinculado a la gobernación y al clan Díaz Mateus.

Con la candidatura de Cristián Portilla confirmada por el Consejo Nacional Electoral, la campaña se centró en el debate entre modelos de ciudad. La dinámica giró en torno al rechazo o al apoyo a la gestión de Beltrán, siguiendo el patrón tradicional de atribuir culpas o elogios a la administración saliente. Sin presentar propuestas nuevas, Portilla apareció para defender lo realizado por Beltrán durante sus casi dos años como alcalde.

En los debates, Portilla habló de una ciudad en la que se habrían reducido los homicidios y los hurtos, mejorado la movilidad y recuperado el espacio público. Sin embargo, esta visión fue cuestionada, especialmente al conocerse casos como la inversión de 7 mil millones de pesos en el alumbrado navideño.

Por su parte, la campaña de Carlos Bueno tampoco presentó propuestas concretas. Se basó principalmente en criticar al gobierno de Beltrán, sin ofrecer a los bumangueses una estrategia clara para enfrentar la inseguridad y el desorden que afectan a la ciudad desde hace años.

Su falta de propuestas no terminó de convencer, además, por la burocracia y los grupos políticos que rodean su estructura. Esto incluye el apoyo del gobernador Juvenal Díaz, quien ha intentado influir en parte de la burocracia de la alcaldía, en un esfuerzo por debilitar la candidatura de Portilla.

Esto se evidenció en un hecho ocurrido en noviembre, cuando a través del alcalde encargado se declaró insubsistentes a los secretarios y asesores de la alcaldía. Esta movida política fue revertida por instancias judiciales, ya que, según la ley, el alcalde encargado no estaba facultado para hacer cambios en la nómina mientras se desarrollaba la elección para elegir al sucesor.

Esta medida desestabilizó a la administración saliente y a su candidato, pero también afectó la imagen de Bueno, quien quedó vinculado a las estrategias de la política tradicional ejercida por el grupo que tiene influencia en el departamento.

Portilla promete continuar con la obra de Beltrán, incluido el gasto y el enfoque burocrático que caracterizó a su gobierno. Bueno, por su parte, propone retomar las banderas de la seguridad, en línea con el discurso que utilizó en su momento el gobernador Juvenal Díaz.

Sin embargo, las propuestas no avanzan más allá de esto, y los problemas estructurales de la ciudad persisten, en medio de una ola de inseguridad y robos, como el ocurrido recientemente en un centro comercial del área metropolitana.

—¿Qué pasará con los demás candidatos?

Más allá de la contienda entre los dos principales candidatos, esta elección atípica ha permitido a los bumangueses conocer otras propuestas políticas para la ciudad. Sin embargo, la situación es similar a la de los dos favoritos, pues los otros seis candidatos tampoco presentan propuestas concretas o presentan propuestas aún menos definidas.

Ninguno de ellos logra trascender con propuestas reales y tangibles para la recuperación de la ciudad. El debate se ha desgastado y se limita a hablar de seguridad y anticorrupción, sin presentar estrategias claras ni políticas públicas viables para construir un proyecto de ciudad que recupere para Bucaramanga un lugar destacado a nivel nacional.

No hay propuestas para la recuperación del espacio público, ningún candidato aborda el problema del impuesto predial, Metrolínea continúa siendo un sistema ineficiente y la inseguridad aumenta mientras la inflación afecta a los ciudadanos.

El modelo de ciudad está en cuestión, la estabilidad política depende de las burocracias regionales y los grupos políticos que han logrado influir en la capital, y el proyecto de ciudad para Bucaramanga carece de una identidad y propuestas claras, lo que deja a la ciudadanía en una situación de incertidumbre tras sucesivas administraciones problemáticas.

—A modo de cierre

En últimas, Bucaramanga enfrenta una elección que no solo definirá a un nuevo alcalde, sino el rumbo de una ciudad atrapada entre proyectos personalistas, maquinarias tradicionales y una crisis sostenida de gestión pública.

El riesgo es que esta elección repita los ciclos recientes de inestabilidad, improvisación y disputas burocráticas, sin resolver los problemas estructurales que deterioran la calidad de vida, aunque también existe la oportunidad de recomponer el rumbo institucional y reconstruir un proyecto de ciudad con visión a largo plazo.

Lo que decidan los bumangueses en esta jornada atípica marcará si la ciudad continúa en un modelo político agotado o si inicia, por fin, una transición hacia un gobierno más sólido y coherente con sus intereses y necesidades.

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Oscar A. Chala y Diego Alejandro Pedraza

Investigadores de la Línea de Democracia y Gobernabilidad