La elección del nuevo gobernador del Magdalena ha revelado diferencias en el interior del “Caicedismo” y en relación con otras fuerzas políticas aliadas que en este momento se distancian de Caicedo y del movimiento político que controla el departamento del Magdalena.
Es en el debate político interno del grupo que domina el Magdalena donde se originó este escenario electoral, con debates y reacciones de antiguos aliados que ahora se articulan en una fuerza política que se basa en el “Caicedismo” pero que ya no busca que el apellido de su fundador defina al movimiento.
Este es un análisis de la previa de la jornada, en la que estas elecciones atípicas demarcarán el futuro del movimiento político de Carlos Caicedo, que ya lleva más de una década presente en el departamento.
—Un departamento que ha estado en los últimos 6 años en la órbita de Fuerza Ciudadana
Tras el decaimiento del grupo político de los Mello Cotes entre 2015 y 2019, Fuerza Ciudadana se erigió como la principal fuerza política del Magdalena. La acumulación de fuerzas para alcanzar los principales cargos del departamento ya había comenzado durante la época en la que Carlos Caicedo, su fundador y principal figura, era rector de la Universidad del Magdalena. Para 2011, Caicedo había logrado llegar a la Alcaldía de Santa Marta, y para 2015, había logrado poner a Rafael Martínez como su fórmula para sucederlo.
En 2019, Fuerza Ciudadana logró irrumpir en el resto de los municipios del departamento y ganarle al clan Mello Cotes, poniendo a Caicedo como Gobernador y a Virna Johnson como alcaldesa de la capital departamental.
Tabla No. 1: Resultados electorales de preconteo – Elecciones Territoriales Magdalena 2019 – 2023
Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil
Para las elecciones territoriales de 2023, la tendencia se mantuvo similar frente a 2019. El apoyo que había recibido Luis Miguel Cotes terminó disgregándose entre los apoyos que recibió Mallath Martínez y Franklin del Cristo Lozano, mientras que Rafael Martínez, el ungido de Fuerza Ciudadana para llegar a la Gobernación en ese momento, mantuvo la mayor parte del caudal electoral que había logrado Caicedo en 2019, pero perdió 37.729 votos en 4 años, que en su mayoría terminaron distribuidos en las tercerías tanto de Edgardo de Jesús Pérez, como en la de Edward Torres Ruidíaz, que había participado en 2019 con el aval del Polo y para 2023 se había lanzado con el del Partido Ecologista Colombiano.
Para estas elecciones en 2023, como lo habíamos referenciado previamente en este partidor electoral que hicimos en septiembre de 2023, Avismel Padilla se había quedado con la nominación del partido Colombia Humana. No obstante, ante la poca incidencia de votos que marcó en las encuestas regionales previas a las elecciones de octubre de ese año, Padilla decidió declinar su candidatura y mostrar su apoyo a Mallath Martínez, lo que generó un fuerte cisma dentro del bloque progresista en el departamento.
Lo que nos permite entender, de antemano, que el panorama político de las izquierdas en el Magdalena siempre ha estado marcado por la división. En 2019, la candidatura de Ruidíaz por parte del Polo evitó la conformación de un frente político de izquierdas que apoyara a Caicedo, quien, a pesar de esto, logró obtener casi el 60% del voto en el departamento. Para 2023, esa fractura se manifestó con el apoyo de Avismel Padilla, que a pesar de todo no logró desmovilizar el voto progresista que terminó respaldando a Rafael Martínez y a Torres Ruidíaz.
Y es que, desde 2018, la búsqueda de la unidad política en Magdalena ha sido esquiva para Caicedo y su fuerza política, que también ha estado marcada por las tensiones entre el progresismo de Petro y el Caicedismo a nivel nacional. De hecho, la última vez que ambas fuerzas se fueron unidas fue en ese año, cuando Caicedo participó de la Consulta Interpartidista para elegir un candidato a la presidencia con Gustavo Petro. Para 2022, Fuerza Ciudadana había declarado su apoyo a Gustavo Petro, pero la unidad se mantuvo frágil hasta que comenzaron los reclamos por parte del partido de Caicedo por mayor representación burocrática en el gobierno, en 2023.
De allí, las tensiones se han mantenido por que Fuerza Ciudadana fue uno de los primeros partidos que se resistió a la integración total que el Pacto Histórico se planteó como proyecto desde finales de 2023.
Ya en 2022, aunque Fuerza Ciudadana se había integrado a la coalición del Pacto, presentó listas separadas al Congreso, en las que perdió su personería jurídica al no cruzar el umbral de votos, a pesar de que obtuvo una candidatura al Senado con más de 400 mil votos. Fuerza Ciudadana se quemó en ese momento con el 2,53% de los votos válidos, habiendo logrado más de 431.166 apoyos al Senado y 71.075 a la Cámara. Solo logró tener una curul en la Cámara con Ingrid Aguirre.
Luego, la manutención de estructuras independientes fue poco a poco distanciando al proyecto político de los Caicedo del gobierno nacional, hasta el punto en el que Caicedo se ha planteado como alternativa política al progresismo de Gustavo Petro. En una entrevista concedida para El Colombiano, Caicedo se despachó contra el gobierno. Señaló que sus resultados a nivel regional han sido escasos, y que la presencia del gabinete de ministros y la comunicación ha sido nula.
En la entrevista también hizo hincapié en que mantienen su independencia frente al gobierno desde 2018, y que las diferencias con el proyecto progresista son profundas en términos de la concepción regional y del trabajo en territorio, a pesar de que reconoce que ha habido avances en la política social y la agenda de reformas que el gobierno ha venido impulsando.
Es desde aquí donde debe entenderse la fractura que generan las candidaturas para suceder a Rafael Martínez en esta elección atípica y lo que se juega en el departamento del Magdalena.
—Los candidatos: Entre el Caicedismo purasangre y la disidencia de Fuerza Ciudadana
Son 4 los candidatos que se presentaron y fueron avalados por la Registraduría Nacional y el Consejo Nacional Electoral para disputarse la gobernación del Magdalena. Tres de ellos tienen orígenes marcados en la militancia de la izquierda y la centroizquierda en el departamento, y dos de ellos vienen de las entrañas de Fuerza Ciudadana.
La candidata de Fuerza Ciudadana es María Margarita Guerra, quien es diputada por ese partido en Magdalena, donde participó en lista cerrada a la elección en 2023, pero iba segunda en el orden de la lista. De hecho, lo curioso es que el primero de esa lista es el hoy candidato y contendor directo de Guerra, Rafael Emilio Noya, quien fue la cabeza de lista a la Asamblea Departamental y perdió su curul en agosto de 2025, luego de que el Consejo de Estado ratificara un fallo del Tribunal de Magdalena, que le acusó de doble militancia en las elecciones de 2023, luego de que fuera diputado con el aval de MAIS entre 2020 y 2023 y no renunciara a la curul previo a su candidatura con Fuerza Ciudadana.
Guerra, por su parte, es militante de Fuerza Ciudadana desde 2020. En 2022 fue asesora del área jurídica del Área Metropolitana de Barranquilla y sufrió violencia política en 2024, luego de que fuera víctima de un atentado fallido por parte de unos sicarios en Santa Marta.
Noya parte con el apoyo de Cambio Radical, el Centro Democrático, el partido ASI, Colombia Renaciente y una facción del Pacto Histórico que se volcó a darle apoyo y que tiene la bendición de la Dirección Nacional del bloque de unidad progresista. Guerra, por su parte, parte con el apoyo del llamado Frente Amplio del Caribe, del partido Comunes, y un bloque del Pacto Histórico, encabezado hoy por la candidata al Senado Patricia Caicedo.
Por su parte, los otros dos candidatos son Luis Augusto Santana, que va con el aval del Partido Dignidad y Compromiso, y Miguel Ignacio Martínez Olano, que va por la coalición ALMA, compuesta por LIGA, el partido ADA y los cristianos de Colombia Justa-Libres.
Hubo dos sondeos en Magdalena en el último mes que midieron la intención de voto en el departamento. Uno de ellos aparece registrado en el Consejo Nacional Electoral con el nombre de Magdalena Líder, bajo el Observatorio para el Desarrollo de la Democracia y el Desarrollo, mientras que el otro, realizado por la firma consultora Suarez & Asociados SAS, tiene carácter informal y apareció en la mayoría de los medios de comunicación regionales del Magdalena.
En la encuesta de Magdalena Líder, que sondeó entre el 18 y 22 de octubre, la intención de voto se encontraba inclinada a favor de Margarita Guerra con un 21,7%, seguida por Noya, que la escoltaba con un 16,8% y por Miguel Martínez, con un 12,6% de la intención de voto. Resalta bastante en esta encuesta que el voto en blanco barría a todos los candidatos, pues los magdalenienses la eligieron principal opción, con un 44,8% de la intención de voto.
Fuente: Encuesta Magdalena Elige 2025
No obstante, frente a la encuesta informal de la Consultora Suarez & Asociados SAS, que realizó sondeos entre el 12 y el 17 de noviembre, la tendencia parecía haberse inclinado a favor de Rafael Noya, quien habría sumado parte del voto de los indecisos y del voto en blanco en detrimento de Guerra, que crece, pero no lo suficiente para garantizar llegar a la Gobernación.
Fuente: Santa Marta Informa, Magdalena
Esto es importante, en tanto la tendencia confirmaría dos cosas. La primera, de que la adhesión del Pacto Histórico a Noya puede reflejarse en un amplio apoyo en las urnas, y la segunda, de que Fuerza Ciudadana tiene en riesgo su caudal electoral, que puede reducirse en la mitad en las próximas elecciones, y esto tiene varias explicaciones. La más importante, el desgaste de más de 6 años de administraciones tanto de Carlos Caicedo como de Rafael Martínez, que han hecho que varias de las cuotas burocráticas y políticas se hayan disgregado y se hayan acercado a alcaldes y políticos rivales, como bien lo señaló Huevos Revueltos con Política, de La Silla Vacía.
—La movida política: La disputa por los votos de Fuerza Ciudadana
Lo anterior implica, de alguna u otra forma, que lo que presumiblemente está moviendo la campaña electoral en Magdalena sea una disputa entre los sectores del Pacto Histórico y otros partidos por captar parte de los votos que van a quedar libres tras el desplome de Fuerza Ciudadana en los últimos meses.
Ese desplome es rastreable en la pérdida de la Alcaldía de Santa Marta, que quedó en manos de Carlos Pinedo Cuello, quien a pesar de haber quedado segundo por detrás del candidato caicedista, Jorge Agudelo, terminó llegando a la Alcaldía por la inhabilitación del ganador, cuyo padre era presidente del Concejo municipal y cuya inscripción se había dado en fecha extemporánea al calendario de la Registraduría.
Que Noya esté capitalizando los apoyos de los partidos tradicionales, de la derecha institucional y del bloque progresista sí puede indicar que la estrategia es buscar la ruptura electoral de Fuerza Ciudadana y una nueva recomposición de fuerzas en el departamento para recapturar potencial electoral con miras a las elecciones legislativas de 2026 y a las regionales de 2027, donde el Pacto Histórico aspira eventualmente a asumir el capital político del movimiento de Caicedo.
Esto último se demuestra con la llegada de figuras de Fuerza Ciudadana al Pacto, como Patricia Caicedo, que logró obtener en Magdalena 14.537 de los 74.982 votos a nivel nacional para su candidatura al Senado en la pasada Consulta de octubre, importantes para el crecimiento del Pacto Histórico en 2026, más si Fuerza Ciudadana presenta su lista conjunta en un bloque como Unitarios para Senado, pero también si decide lanzar listas a la Cámara, como sucedió en 2022.
No obstante, esta estrategia, mal ejecutada, puede terminar por romper al Pacto Histórico en el Magdalena y fragmentar el caudal electoral de la izquierda en un departamento donde la mezcla entre el voto de opinión en los grandes centros urbanos y el voto de estructura han mantenido robusto a Fuerza Ciudadana como partido regional. Hay que recordar que el Pacto Histórico termina yéndose dividido y apoyando a dos fuerzas antagónicas, lo que implica que el triunfo de un candidato puede llevar a disputas internas al interior de esa colectividad.
—A modo de cierre
La situación en la izquierda en el Magdalena plantea interrogantes sobre la unidad de los movimientos y la capacidad de organización de sus dirigentes. No es la primera vez que candidatos o congresistas apoyan figuras externas, lo cual ha generado fricciones y ha contribuido a la fragmentación de un partido que aún no consolida su estructura.
Además, el Pacto Histórico y la Colombia Humana participan en una coalición denominada “En el Magdalena Cabemos Todos”, en la que también forman parte partidos como el Centro Democrático, opositores al gobierno como Cambio Radical, y estructuras políticas que han visto reducida su influencia frente al crecimiento del llamado “Caicedismo”.
Esta decisión política genera cuestionamientos sobre la coherencia de los movimientos y reabre el debate sobre la adaptabilidad de los partidos según las circunstancias. Como consecuencia, Caicedo pierde apoyos clave en la izquierda, lo que lo lleva a acercarse a sectores como el de Roy Barreras y su partido La Fuerza.
Desde la Línea de Democracia y Gobernabilidad estaremos pendientes de toda la jornada electoral y del análisis de sus resultados.



