Se va del país una de las pesadillas del INPEC. Siguen las amenazas contra sus funcionarios

A Pipe Tuluá, amo y señor de esa ciudad del Valle del Cauca, lo conocimos un diez de febrero del 2024. Ese día su banda hizo una asonada que puso a temblar los cimientos de esa ciudad del Valle del Cauca. Los autos quemados, las amenazas a agentes de tránsito y el control total de este grupo armado hacia una ciudad eran una cosa muy difícil de ver en Colombia. El grupo se llamaba La Inmaculada y el hombre que los controlaba era Pipe Tuluá.

Lo hacía desde una cárcel en Bogotá. El problema es que en la cárcel también controlaba todo. Los barrotes no eran ningún impedimento. En cada registro que le hacían al hombre aparecían nuevas amenazas y acciones contra agentes del INPEC. 2024 fue un año muy complicado para esta entidad. El 16 de mayo del 2024, mientras iba para su casa por la calle 80 de Bogotá, fue asesinado el coronel Elmer Fernández quien oficiaba como director de La Picota. El crimen tiene mucho de indignación porque él ya había presentado públicamente una serie de amenazas sobre su vida, amenazas que se cumplieron de manera inmisericorde.

Desde entonces no se ha sabido qué hacer con Andrés Felipe Marín Silva, mejor conocido como Pipe Tuluá. Esta semana la Corte Suprema de Justicia emitió un concepto favorable y autorizó su extradición a los Estados Unidos. Esto ha desatado una serie de amenazas contra funcionarios sobre los que ha tenido que hablar el coronel Daniel Gutiérrez, director del INPEC: “Ya estamos haciendo unas recomendaciones de seguridad para todos los funcionarios, siempre estamos en alerta. El rol penitenciario siempre va de la mano con esos riesgos constantes frente a las decisiones judiciales, frente a las intenciones de los criminales de atentar en contra de los trabajadores”

Hay que recordar que hace unos meses había sido trasladado a una estación de policía en Los Mártires a Pipe Tuluá. Esto no impidió que las amenazas contra funcionarios de La Modelo desistieran. Incluso a comienzos de octubre se presentó un atentado contra dos de ellos frente al establecimiento carcelario. Por mes se presenta la salida de entre 40 y 50 presos que se van extraditados a los Estados Unidos, sin embargo en pocas ocasiones se había presentado un clima tan hostil como ha presentado la decisión de extraditar a Pipe Tuluá.

Y mientras tanto los funcionarios del INPEC siguen temblando. En lo que va del año se han presentado 300 intimidaciones. Hay funcionarios dentro del penal que saben que estas amenazas tienen un origen claro, la ira que ha despertado la decisión de extraditar a uno de los hombres más peligrosos de los carteles del Valle del Cauca.