
En horas de la noche del domingo, la máxima tendencia en la red social X era Viva Trump. Tanto que Francisco Santos, vicepresidente en la época de Álvaro Uribe, publicó una columna en la revista Semana en donde le pedía a Trump que nos salvara del castrochavismo de Petro. Lo mismo decían otras figuras de la derecha, como Vicky Dávila y María Fernanda Cabal. Con esto nos referimos al golpetazo que significó para el país que el presidente de EEUU llamara a Petro “Narcotraficante” y afirmara que Colombia no es un país muy confiable a la hora de combatir el flagelo de la droga. El presidente Trump maximiza el daño de la cocaína en los Estados Unidos, ya que solo el 2 % de las muertes por drogas las genera este alcaloide. Incluso, medios de comunicación que están en contra del presidente, o al menos que no desbordan demasiado entusiasmo, como Nestor Morales y Blu Radio, recalcaron que bajo ninguna circunstancia Gustavo Petro es un narcotraficante.
La afirmación de Trump, la acusación, levantó los aplausos de la derecha, pero omitió algo que dijo el presidente poco antes de abordar su Air Force One. Allí afirmó que “Ellos [Colombia] no luchan contra las drogas” dice Presidente Trump “yo me quejaba de esto cuando tenían un presiente muy amigable, pero era pura habladuría son una máquina de fabricación de drogas (…) ahora tienen el peor presidente (…) es un lunático con problemas mentales”. Hay que recordar que en la primera presidencia de Trump, del 2017 al 2021, coincidió con la presidencia de Iván Duque, conocido en Estados Unidos por su exagerada necesidad de apoyar y mostrarse útil a los designios de lo que pide el gobierno norteamericano.
Nos llama la atención que esta afirmación de Trump no haya tenido demasiado eco en el país. Acá queda claro que al presidente norteamericano, más que el tema de las drogas, lo que le importa es concentrar los recursos solo para su propio país y que la política exterior le tiene a él sin cuidado. Si existe una presión en este momento por parte del gobierno norteamericano, para subirle la temperatura a la relación con Petro esta surge de los intereses de su secretario de Estado, Marco Rubio, quien tiene una gran resistencia por gobiernos que no rechacen con suficiente contundencia a otros, como el de Cuba y Venezuela.
Con esa declaración de Trump, queda claro que no importa quien sea el gobierno. Lo que importa es que siempre habrá un prejuicio con Colombia.