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Urakubú - Escuela de Liderazgo Juvenil en Pueblo Rico, Risaralda

Por: Miguel Ángel Rubio

Coordinador

Escuelas de Liderazgo Juvenil

Línea Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil


Este miércoles primero de junio dimos inicio oficial a la Escuela de Liderazgo Juvenil con énfasis étnico territorial y diverso Urakubú de Pueblo Rico, Risaralda. Después de las fases de planeación, convocatoria y difusión en medios, vinculamos a 12 jóvenes líderes que estarán durante dos meses y medio en un proceso formativo con la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), utilizando la caja de herramientas “Se juega la vida”, una estrategia de gamificación que le apuesta al juego como generador de conocimientos, implementada de la mano de Érika Montaño Rojas y Miguel Ángel Rubio.


Esta escuela tiene como propósito fundamental brindar herramientas de incidencia a los jóvenes del municipio en sus labores organizativas y de liderazgo, específicamente para los Consejeros Municipales de Juventud, organizaciones comunitarias, emprendimientos empresariales, rutas de apoyo y garantía de derechos a miembros de la comunidad LGBTIQ+, entre otras. Sobre esto último queremos resaltar la vinculación a la escuela de Lía Muñoz, primera mujer transgénero cedulada del municipio de Pueblo Rico, a quien en este portal ya le hicimos un perfil.


El nombre Urakubú es un vocablo emberá, propio del área rural y urbana de Pueblo Rico, y significa fuego. El fuego como fuerza creativa y movilizadora en los jóvenes, como posibilidad de transformación y crecimiento, pero también el fuego de un líder que moviliza conocimientos y posibilidades de superación de las problemáticas propias de su comunidad.

Yaira Valentina Maturana, Weiner Murillo Grisales, Yordy Geovany Ricas, Nallely Mosquera Bonilla, Yenci Zoraine Muñoz, Lía Dalila Muñoz, Dayerli Muñoz, Isabela Leal, Esmeralda Trejos, Alejandra Cardona. Con ellos Érika Montaño, trabajadora social y dinamizadora de la herramienta “Se juega la vida”

En este proceso de formación que durará casi tres meses, en sesiones semanales, los jóvenes vinculados adquirirán conocimientos en derechos humanos, perspectiva de género, mecanismos de participación ciudadana, diversidad sexual, recuperación de saberes ancestrales, fortalecimiento de emprendimientos, y conocimiento y estructura del estado.


Además, los participantes deberán presentar un proyecto de emprendimiento que será fortalecido con las herramientas del kit metodológico “Se juega la vida” y que al final, quienes asistan a todas las sesiones, recibirán un plante económico o capital semilla, que deberá ser destinado a la compra de insumos y requerimientos de cada proyecto socioeconómico postulado.


Durante 2022, Pares ha hecho una apuesta clara y plausible por los jóvenes de Colombia. Desde octubre del año pasado viene implementando con éxito y buena aceptación de los jóvenes su método de escuelas de liderazgo juvenil, usando el principio de gamificación, pues la herramienta “Se juega la vida” le apuesta al juego como provocador del conocimiento.


“Se juega la vida” es una herramienta metodológica, un kit formativo que tiene un tablero, como si de un juego de monopolio se tratara, un dado con seis colores, amarillo, azul, verde, rojo, morado, y blanco; y cuatro fichas de colores amarillo, azul, rojo y verde. Viene acompañado de unas smart carts, o tarjetas de juego, con las que los participantes se verán inmersos en un juego para ganar en distintos retos que tocan diversos temas: género, política, reclutamiento en economías ilegales, estructura del estado, convivencia y paz, fútbol, entre otros. Para terminar, a esta estrategia la complementa un recetario de talleres en los temas tratados en el juego y una bitácora de aprendizajes que le permite a los jugadores sistematizar la experiencia y registrar sus aprendizajes. "Se juega la vida" fue creado en 2016, en conjunto con otros cooperantes.


Otras de las escuelas que desde Pares hemos desarrollado, y estamos desarrollando, son: Jóvenes Liderando la Reconciliación, en convenio con la Gobernación de Risaralda, realizada en Pereira; Pares Pacífico, en Buenaventura, Valle del Cauca, que aún se desarrolla; Urakubú, que inicia en Pueblo Rico, Risaralda; la Escuela de Formación Ciudadana y Juvenil en Cúcuta, Norte de Santander, que pronto comenzará e incluirá un componente diferenciador con énfasis en las dificultades propias de la frontera.


Agradecemos a la Alcaldía de Pueblo Rico y a la secretaria de gobierno Irelisa Batero por su total disposición, también a la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder) por el préstamo de su auditorio que facilita los encuentros formativos con un buen escenario y equipos adecuados.

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