La semana pasada ocurrieron dos hechos, los cuales quedaron retratados en imágenes para la historia. Por ratos parecían increíbles, daban alegría y en otras ocasiones repulsión, no era fácil asimilar tanto cambio en apenas dos días. O mejor, entender que el mundo cambió y que es mejor no quedarse atrás.
La imagen que mayor impacto me provocó fue en Argentina, allí en el Parque de la Memoria, el actual presidente Mauricio Macri y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizaron un acto en conmemoración a las 30.000 víctimas de la dictadura militar liderada por Videla. Era llamativa la foto porque durante los años de alcalde de Buenos Aires, Macri no pasó por ese parque, y además, porque su postura frente a la dictadura no ha sido muy fuerte y gran parte del movimiento de víctimas no lo ve con buenos ojos por su conservadurismo. Por otro lado, estaba un presidente de Estados Unidos, gobierno que durante la década de los setenta y ochenta del siglo pasado apoyó y sostuvo estas las dictaduras en Latinoamérica, entre ellas la Argentina.
El evento en el Parque de la Memoria ocurrió precisamente le día que se cumplían 40 años del golpe de Estado, un 24 de marzo cuando comenzó toda la tragedia. Para una gran cantidad de amigos argentinos, esta foto causaba repulsión, pero en realidad es un logro impresionante de la sociedad argentina. Es decir, tanto un presidente de Estados Unidos como un representante del conservadurismo argentino hicieron un evento donde el tema central fue el respeto a los derechos humanos y la garantía a la oposición política. Fue la lucha por la memoria, el reconocimiento de las atrocidades de la dictadura y el proceso de catarsis social, lo que obligó a estos dos personajes a realizar el evento central de la visita de Obama en el Parque de la Memoria.
Después de algo más de 80 años un presidente norteamericano visitaba la isla, al final los Castro se salieron con la suya y mantuvieron su modelo político a pesar del gigante del norte
La otra imagen estaba en Cuba allí después de algo más de 80 años un presidente norteamericano visitaba la isla, al final los Castro se salieron con la suya y mantuvieron su modelo político a pesar del gigante del norte. La visita de Obama significó al menos dos cosas. La primera es que después de algo más de 50 años el gobierno de los Estados Unidos reconocía la revolución cubana y aceptaba el gobierno cubano, aceptaba su derrota. El otro significado es que a su vez Cuba, no puede mantener un régimen duro y no aceptar equivocaciones. El discurso de Obama el segundo día de su visita fue demoledor, dijo cosas fuertes pero ciertas y el gobierno cubano aceptó la crítica.
Fidel Castro escribió el día de ayer que Cuba no necesitaba ningún regalo del “imperio”, los hermanos Castro ganaron la guerra y al final sin combates despiadados. Sin embargo, el Viernes Santo, en medio del concierto de The Rolling Stones, escuché una frase que dejo mudo al casi medio millón de personas que fue al evento. Mick Jagger dijo, “yo sé que hasta hace poco tiempo nuestra música no era muy escuchada aquí, pero me dicen que las cosas están cambiando, ¡No!”. Esa frase resume lo de la semana pasada. Yo espero que Colombia cambie con el proceso de paz.
Columna de opinión publicada en las2orillas.co
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