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Una fábrica de corrupción

Por: Laura Cano, periodista Pares.


El caso de Aída Merlano ha sido un ir y venir de versiones y sucesos. Merlano fue capturada el 11 de marzo de 2018 con una condena de 15 años por porte de armas en calidad de custodia, concierto para delinquir y corrupción al elector. Cinco meses después de su captura, el 02 de octubre, la excongresista se fugó y desde allí su paradero y el rumbo de su caso era incierto.


El pasado 27 de enero en Maracaibo (Venezuela), fue capturada por miembros de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), allí el debate en torno a lo que seguiría con Merlano se dividió; por un lado, Iván Duque se refirió al caso diciendo que iba a solicitar la extradición de la excongresista por medio del autoproclamado presidente, Juan Guaidó; por otro lado, Maduro se refirió al caso diciendo que eran las autoridades legítimas venezolanas quienes habían hecho la captura, por ende era improcedente hacer el trámite con el interino.


Luego de esto, y sin muchos más pronunciamientos por el gobierno nacional, el pasado 06 de febrero, la excongresista asistió a una audiencia especial para comparecer y dar su declaración de los hechos. ¿Qué salió de allí?


Corrupción, corrupción y corrupción


Lo dicho por Merlano saltó de un medio al otro y rápidamente se fueron conociendo hechos, que, como un mal presagio, todos veían venir o intuían de la política nacional.


Hay algo trasversal a todo lo que ha rodeado el caso Merlano: la corrupción. Su audiencia tuvo esto como eje trasversal, allí varios nombres fueron dichos para referirse a cómo ha venido funcionando la clase política dirigente por años, desde sus nombramientos, hasta sus maneras de proceder dentro de las instituciones estatales.


La Familia Char, los intumbables de la Costa: como lo decían algunas investigaciones, anteriormente realizadas, en medio del acontecimiento Merlano se refirió a uno de los clanes políticos más importantes del país, y al más importante de la costa colombiana. Allí habló cómo por medio de la relación que mantuvo con Julio Gerlein se fue involucrando con las estructuras políticas del país. Lo que la llevó a enterarse de los movimientos que se daban desde allí para la compra de votos y la permanencia de quienes juegan un papel dentro de la política, en ese momento, principalmente de Roberto Gerlein.


Merlano se refirió a cómo desde esta estructura dominante en la Costa se pudo haber realizado un complot para que ella terminará siendo acusada por varios delitos, principalmente por el de compra de votos, con lo cual se iba a posesionar como senadora. Este caso iba desde pruebas puestas por la policía y la Fiscalía, entidades que allanaron su vivienda, pasando por el soborno a magistrados para trabajar en el caso a favor de los Char e incluso, participando en el escape de Merlano para luego secuestrarla y ponerla en varios escenario de maltrato, esto por medio de Arturo Char, quien había sido citado para abrirle investigación por el caso.


Coimas, empresarios y el juego de llegar al poder: durante la audiencia uno de los temas que seguramente nos tiene en el puesto del país más corrupto salió a la luz: la compra de votos. Merlano se refirió a que en las campañas presidenciales de aproximadamente los últimos 20 años se movían por el poder financiero que se movía desde puntos del país, como la Costa.


Enfatizó de que desde el primer periodo de Uribe se han movido alrededor de 25.000 millones de pesos para campañas políticas. De allí, también salieron cifras para para lo que fue la fracasada campaña de Germán Vargas Lleras, que desde su vicepresidencia venía maquinando todo con el entonces superministro Néstor Humberto Martínez, quien luego, según lo dicho en la audiencia, fue nombrado, también de forma corrupta, como Fiscal General, para asegurar que todo el juego corrupto no tuviera sus consecuencias.


Este dinero, según lo dicho por Merlano, ha salido de empresas como Valorcon, Odebrech, el Grupo Aval en cabeza de Luis Carlos Sarmiento Angulo, quienes después celebran contratos para recuperar las inversiones hechas en campaña. La llamada “mermelada”.


La clase política dirigente


Lo declarado por Merlano es que hoy hay una persecución con fines de asesinato contra ella y su familia, esto en cabeza de Iván Duque, Álvaro Uribe Vélez, Julio Gerlein y Arturo Char. A esto se le sumó que el miedo que ahora no es por los procesos jurídicos que vienen, sino por la clase política de Colombia. Por lo que solicitó a Maduro que su caso pueda ser llevado entidades internacionales que garanticen el debido proceso.


Aquí en Colombia, la respuesta por parte del fiscal encargado, Fabio Espitia, es que no se procederá a investigaciones después de lo declarado por Merlano, pues no hay ninguna denuncia en instituciones nacionales, además aseguró que lo dicho podría ser una estrategia de defensa; el caso de nuevo al limbo.

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