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Una campaña poco fraternal



Parece ser que en Magdalena el fantasma de la parapolítica será uno de los principales protagonistas en las elecciones regionales del próximo 25 de octubre. O por lo menos así lo ha dejado ver hasta el momento la agitada campaña para la Gobernación del departamento, que en este caso tiene además como telón de fondo las rivalidades políticas dentro de una familia que por años ha ostentado el poder en esa región del país: los Vives.

Hasta hace unas semanas, en las calles de Santa Marta y en las de los municipios de la región se decía casi con certeza que la próxima gobernadora del Magdalena sería Rosa Cotes Vives, tía del actual gobernador Luis Miguel Cotes Habeych, el Mello Cotes. Fue la primera en oficializar su candidatura, avalada por Cambio Radical, y su nombre sonaba para el cargo desde finales del año pasado. Además, desde que su sobrino asumió la Gobernación, Rosa Cotes se había venido desempeñando como gestora social, labor que le dio visibilidad y le valió el reconocimiento como “la primera dama del departamento”.

Sin embargo, los cuestionamientos sobre su candidatura son varios. Es la esposa del exalcalde de Santa Marta José Francisco Zúñiga Riascos, quien en 2009 fue condenado por los delitos de concierto para delinquir agravado y constreñimiento al sufragante, luego de que reconociera haber recibido apoyo del jefe paramilitar Hernán Giraldo, cabecilla del frente Resistencia Tayrona de las Auc, cuando aspiraba a la Alcaldía en 2004.

Rosa Cotes es la carta del denominado grupo de Los Conejos, liderado por sus dos hermanos Luis Miguel y Álvaro Cotes Vives, este último padre del hoy gobernador, que en su momento no sólo apoyaron la candidatura de Zúñiga, sino también la del exgobernador Trino Luna, igualmente condenado en el proceso de la parapolítica, por sus nexos con Hernán Giraldo y Jorge 40. Quienes conocen el manejo de la política en el departamento dicen que en la Gobernación no se toma una sola decisión sin que pase antes por la aprobación de Álvaro Cotes quien, aseguran, ha sido el que ha manejado los hilos del poder detrás de su hijo. Con la llegada de Rosa Cotes al cargo, la estrategia se mantendría, consolidando así el poder del clan político en el Magdalena.

Los Cotes tienen también un importante punto a su favor. Cuentan con el apoyo de los Díaz-Granados, poderosa familia política del departamento que tiene significativa representación local y es cercana al Gobierno Nacional. Incluso, durante la inscripción de su candidatura, Rosa Cotes estuvo acompañada por uno de los más conocidos representantes de la familia, el congresista Eduardo Díaz-Granados.

La campaña de la candidata de Cambio Radical también ha sido señalada de incurrir en algunas irregularidades e incluso el pasado viernes la Fundación Paz y Reconciliación denunció la existencia de audios que demostrarían una presunta compra de votos para beneficiarla, además de la supuesta participación del Mello Cotes en el evento político que se realizó para la inscripción oficial de la candidatura de Rosa Cotes.

El Espectador intentó en varias ocasiones comunicarse con la candidata, pero fue imposible hablar con ella. Sin embargo, desde la oficina de prensa de la campaña emitieron un comunicado en el que desmintieron los señalamientos hechos por Paz y Reconciliación, asegurando que quien había asistido a la inscripción había sido Álvaro Cotes Habeych, hermano gemelo del Mello. Aunque no se pronunciaron sobre la supuesta compra de votos, aseguraron que se trata de una persecución política en contra de la candidata y que prueba de ello es que en varios medios los han señalado de recibir apoyos “de políticos que en la actualidad tienen supuestos nexos con los paramilitares: infame calumnia”.

Hace unas semanas, a través de una carta que circuló en redes sociales, Rosa Cotes también se había pronunciado sobre los supuestos respaldos de parapolíticos a su candidatura, señalando a otros candidatos como receptores de dichos apoyos. Concretamente, Cotes hacía referencia a artículos publicados en varios medios de comunicación en los que se advertía que dirigentes políticos como Miguel Pinedo y Luis Eduardo Vives Lacouture (ambos condenados por parapolítica) estarían uniendo fuerzas para rodear la campaña del candidato por el Partido Liberal Joaquín José Vives Pérez, el más fuerte contendor de Rosa Cotes, y además su primo hermano.

A Jotica Vives, como se le conoce en la región al aspirante del liberalismo, también lo cuestionan por supuestamente contar con el apoyo del exdirigente político Jorge Caballero, condenado en 2008 por vínculos con paramilitares del bloque Norte de las Autodefensas, y del excongresista Alfonso Campo Escobar, uno de los firmantes del Pacto de Ralito, suscrito en 2001 por jefes de las autodefensas y más de 50 políticos, con el objetivo de establecer un proyecto para “refundar al país”.

Controversias a las que el candidato responde asegurando que no ha hecho alianzas de ningún tipo, aunque desde su campaña se ha trabajado para convocar a todos los sectores y partidos para que acompañen su propuesta. “Si me pregunta si Miguel Pinedo está conmigo, que es lo que ha dicho Rosa Cotes, voy a decir que he hablado con él, pero nunca me ha dicho que va a estar conmigo”, explicó a El Espectador Vives Pérez, manifestando que en efecto se ha reunido con muchos líderes políticos del Magdalena, como cualquier otro candidato.

“Me han atribuido a Jorge Luis Caballero y él no está conmigo, que yo sepa está con Rosa”, aseveró insistiendo en que las condiciones de su campaña están puestas por un programa de gobierno al que pueden adherir quienes se sientan representados. “Yo no soy candidato nacido de una coalición de ellos (parapolíticos). Si llegan aquí, llegarán bajo las condiciones que yo pongo, pero no es que se hayan organizado y yo sea la figura de ellos. Lo he dicho públicamente: si creen que van a hacer más de lo mismo, están equivocados”, puntualizó.

Para algunos, la candidatura de Jotica Vives es un palo en la rueda para Rosa Cotes, pues se habla de algunas divisiones en las filas de Cambio Radical en el departamento que podrían finalmente favorecer al candidato del liberalismo.

El otro contendor en la batalla, Jorge Luis López, del Centro Democrático, aún es visto como un candidato débil, más aun si se tiene en cuenta que su partido no tiene estructuras ni plataformas fuertes en la región que le permitan la construcción de bases para ganar votos en zonas ya dominadas por las otras colectividades. De hecho, no cuentan con candidato para la Alcaldía de Santa Marta.

Aunque recién empieza la campaña electoral y aún quedan tres meses para la cita en las urnas, lo cierto es que hay quienes creen que el tema de la parapolítica tocó tanto al departamento que es casi imposible hacer política sin tropezarse en algún momento con el tema pues, a pesar de sus enredos judiciales, los barones que resultaron salpicados por el escándalo aún conservan la capacidad de orientar la opinión pública y mantienen importantes redes electorales en el departamento que serán definitivas a la hora de elegir un ganador.


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