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Un país sin vacunación: mezcla de mentiras e incompetencia

Por: Sergio Saavedra. Periodista Pares.

Hoy por hoy no hay otra posibilidad que empezar este artículo diciendo que el presidente Iván Duque Márquez le mintió al pueblo colombiano en medio de una crisis sanitaria mundial. La espera de la vacunación en Colombia cada vez se hace tortuosa para los y las colombianas. Entre tanto la ocupación de las camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) no da abasto. Para el recuerdo quedó un anuncio del presidente Duque, el pasado 18 de diciembre de 2020, cuando aseguró ante el país que el Gobierno Nacional había cerrado acuerdos para “adquirir 40 millones de dosis de vacunas contra el Covid 19; Pfizer, 10 millones; AstraZeneca, 10 millones, y estrategia Covax, 20 millones.”


Colombia ve con esperanza, pero también con impotencia, cómo países de la región tales como Argentina o Chile ya comenzaron a vacunar, o como Venezuela, Bolivia o Perú ya tienen anuncios y acuerdos firmados para la vacunación; mientras en Colombia no se vislumbra una salida. El país se encuentra entre las mentiras de la Casa de Nariño y los anuncios de su gabinete ministerial en los micrófonos de los noticiarios.


En esta mezcolanza de versiones se suman a la incertidumbre del nuevo pico con el que se levanta Colombia para 2021, por ejemplo, para este martes 12 de enero se registraron 14.179 casos. Además, según datos de Our Word In Data Colombia lidera el número de fallecimientos diarios por millón de habitantes, siendo así líder de la segunda ola en Suramérica.


El Gobierno pretende defenderse con un caos informativo


Camilo Enciso —integrante del Instituto Anticorrupción— ha señalado que el Gobierno Nacional está profundizando la crisis con lo que denominó “caos informativo”. Son varios los ejemplos de las versiones encontradas del Gobierno Nacional. Enciso llama con especial atención el caso del anuncio de Iván Duque sobre la adquisición de nueve (9) millones de dosis de vacuna a Jassen. Sin embargo, el Ministerio de Salud, en cabeza del ministro Fernando Ruiz, dijo que se trataba de cinco (5) millones. Para Enciso, resulta importante que el Gobierno Nacional reflexione en torno a que una diferencia de cuatro (4) millones de dosis se traduce en cuatro (4) millones de personas.

Otro ejemplo de la confusión desatada por las salidas en falso del presidente Duque reposan en situaciones como la siguiente: “Estamos cerrando los contratos en los próximos días” dijo el mandatario en un video. Con lo cual la opinión pública desató una polémica por cuenta de que el mismo había dicho que se habían cerrado acuerdos. Para ese caso, el equipo de prensa de Casa de Nariño salió al paso diciendo que lo que había ocurrido era un “problema de confusión”. Que el presidente se estaba era refiriendo a firmas para “nuevas dosis”.


Por otro lado, Enciso hace hincapié en que el Gobierno Nacional está recibiendo una “pésima asesoría jurídica”. Para Enciso, además, hay una lectura incompleta de los dos artículos a los que está recurriendo presidencia para lo que denominó ‘confidencialidad en la negociación de las vacunas’.


Las incompletas lecturas de la Ley de Transparencia


Así las cosas, con el paso de los días la discusión se ha ido conduciendo a la exigencia de sectores de la sociedad por que se vele por la Ley de Transparencia frente a la ‘interpretación amañada” que estaría haciendo el Gobierno Nacional, tal como ha señalado Enciso. Precisamente, son dos artículos con los que el Gobierno pretende no publicar los contratos.


Sin embargo, Enciso señala que, por ejemplo, en el caso del artículo 18 “lo que dice es que es información exceptuada de publicidad: aquella información que pueda tener secretos industriales. Acá nadie está pidiendo que las farmacéuticas revelen los rubros. Uno entiende que han invertido cientos de millones de dólares y que ese secreto debería protegerse. Pero, la norma en ningún lado dice que no puedan o no deban ser publicados todos los demás ingredientes de los contratos. Es decir, todo el resto del articulado que regula el precio, el lugar de entrega, las responsabilidades que asumen las compañías en caso de que algo salga mal.


Adicionalmente, para Enciso, hay otra incompleta interpretación, pero esta vez en el artículo 19 de la Ley de Transparencia. “El cual habla de la excepción cuando la revelación de la información pueda generar daño a los intereses públicos y, en particular, por causa de salud pública. Lo que no dice el Gobierno y lo que no lee el ministro de Salud es que la nombra también dice que <<eso es posible siempre que dicho acceso estuviera expresamente prohibido por norma legal o constitucional>>”. Enciso cierra diciendo que el problema es que dichas normas no existen.


Los errores cuestan muertos


Para Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz & Reconciliación, el manejo de la pandemia por parte del presidente Duque ha tenido tres grandes errores. Mal manejo de la pandemia que arroja 45.000 mil muertos y a finales de febrero pueden ser 65.000 son las cifras que, hoy por hoy, ve Colombia.


Para el analista, el segundo tiene que ver con el pésimo manejo en materia económica. Las reducidas salidas que ofreció el ministro Alberto Carrasquilla aumentaron la crisis. El tercero, por supuesto, tiene que ver con el manejo de la vacunación. “No hay contratos, hay preacuerdos. Los pronunciamientos del Gobierno Nacional no generar sino más dudas. La del ministro de Salud en el programa de Hora 20 fue dramática, llena de contradicciones”.


Ávila se ha referido al “<<confuso comunicado>> en el cual el ministerio de Salud dio a entender que no estaba liderando la negociación con las vacunas y que eso lo estaba haciendo con la plata del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME) y que, por tanto, la entidad encargada era la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres.”


¿Esto qué implica? eso se traduce en que, por ejemplo, esta Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres es una de las “instituciones más criticadas y con mayores cuestionamientos frente a lo que tiene que ver con recursos públicos. Cuestiones por sobrecostos en temas de mercados, falta de transparencia en la contratación. Incluso, tienen contratos con unos privados que metieron unos celulares a las cárceles de forma ilegal, de esa es la magnitud de esta situación de la entidad encargada.


Ávila también llamó la atención sobre la necesidad de que se publiquen los contratos: ese es el régimen de publicidad. En ningún momento la emergencia actual significa que no se puedan publicar. Eso lo intentó hacer el Gobierno Duque el año pasado. Lo denunciamos y a pesar de eso siguen escondiendo. Eso sería lo normal en cualquier régimen democrático ¿o es que están escondiendo algo?

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