Por: Lizeth Serrato Contreras
La Transición Energética y el uso de las fuentes de energías renovables cada vez toman más fuerza en Colombia, los discursos sobre energías limpias y comunidades energéticas han llegado a los rincones del país impulsados por el actual Gobierno. En los últimos años han surgido escuelas, hospitales e incluso municipios que basan su energía en modelos no convencionales, sin embargo, el 29 de julio del 2024 llegó el turno para los centros penitenciarios.
En el departamento del Tolima se encuentra ubicada la Cárcel Penitenciaria de Mediana Seguridad El Espinal, este lugar remonta su origen hacia los años cincuenta como cárcel municipal, y fue hasta la década de los 60’ que la Dirección General de Prisiones empezó a administrar el recinto directamente, con una capacidad de aproximadamente 40 reclusos. Nuevamente, en 2014 se realizó la ampliación del lugar, construyendo siete (7) pabellones y abriendo capacidad para albergar 768 internos más.
A mediados del 2020, y después de un trabajo de dos años, la cárcel del Espinal se convirtió en el primer penal nacional acreditado por alta calidad, y pese a que seguían persistiendo situaciones de drogadicción, violaciones a los derechos humanos, riñas y/o extorciones, los propios reclusos confirmaban que el cambio tanto a nivel de instalaciones como del personal de guardia y administración habían sido un hecho. Aunque durante todo este tiempo se mantenía el panorama, el 21 de julio del año en curso, el Departamento Nacional de Planeación publica un proyecto, en el sitio web de la Alcaldía del Espinal, en donde se contempla la problemática actual del Penitenciario: condiciones precarias a la atención de personas con medida de aseguramiento bajo custodia, saneamiento deficiente, mala ventilación, dotación escasa además de contar con instalaciones en decadencia; dicha iniciativa se encamina a contrarrestar estas realidades y a contribuir en un mejor espacio para la reconversión de las personas.
Alterno a la socialización de este proyecto, el 29 de julio del presente año, el Ministerio de Minas y Energía presentó, en su perfil oficial de Instagram, a la cárcel del Espinal – Tolima como la primera Comunidad Energética Penitenciaria de Colombia, convirtiéndose en unas de las principales estrategias del Gobierno actual para lograr que el país incursione en este nuevo mundo de la Transición Energética. En alianza con el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE) se instalaron 402 paneles solares que conforman el nuevo Sistema Solar Fotovoltaico de generación de energía, con este se busca generar cerca del 32% de la electricidad que se requiere para el funcionamiento del lugar. El proyecto fotovoltaico de El Espinal cuenta con una capacidad instalada de 219 kWp en total, generando entre 23 y 33 MWh/mes. La energía generada en este nuevo sistema permitirá el desarrollo de talleres y actividades del centro de reindustrialización dentro de la penitenciaria. La ejecución del proyecto se dio de la mano con cuatro (4) personas privadas de la libertad (PPL) como respaldo practico en la segunda fase de la implementación; según informes de MME la primera fase empezó en operación del sistema en mayo del 2023, a partir de entonces el consumo promedio de Energía de la red convencional ha sido de 53 MWh/mes.
Este panorama es otra de las acciones tangibles que el MME adelanta para el cumplimiento del programa del Gobierno Petro 2022-2026; bajo las estrategias "energía del cambio" se busca llegar a lugares en donde la energía es otra de las necesidades más marcadas en las poblaciones. Si bien, aunque se conocen las problemáticas y carencias de la cárcel El Espinal, se espera que al convertirse el centro penitenciario en una Comunidad Energética mejoren las condiciones de los reclusos, que los problemas de ventilación que se plasman en el proyecto que público la alcaldía sean realmente mitigadas y que las fuentes de energía renovables figuren como “una luz de esperanza" o un nuevo comienzo para lograr el verdadero cambio.
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