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Foto del escritorSergio Saavedra

Un ejemplo de liderazgo juvenil en Buenaventura

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


“Protejamos, defendamos y cuidemos sus derechos, no sólo con palabras, sino que se haga con los hechos. Queremos una niñez que corra llena de paz… alzamos nuestras voces y decimos: ¡Ni una más!”


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Estos son algunos de los versos de una canción que escribieron jóvenes de la comuna 6 de Buenaventura, tras la violación y asesinato de Diana Tatiana Rodríguez de 10 años. La canción ‘Las niñas no se tocan’, fue una iniciativa que nació de la Asociación de Jóvenes Emprendedores de Paz (AJEP), compuesta por jóvenes que decidieron usar la música y el video para rechazar la violencia.


Luis Caicedo Angulo, quien hace parte de AJEP, cuenta que en compañía de Danny Mauricio Vanegas —quien lidera la Asociación— se pensaron la necesidad escribir una canción tras la conmoción que causó en la comunidad de Buenaventura el caso de Diana. Para Luis, la música es el vehículo idóneo para poder expresar emociones y, una canción; se presentaba como una oportunidad inmejorable hacer memoria desde la comunidad.


Atrincherar la niñez de derechos, alegría y paz


La ‘peluquería’, así llaman los jóvenes de AJEP al lugar donde se reúnen en el barrio la Cima de Buenaventura. La ‘peluquería’ no tiene nombre, aunque ahí peluqueen. Ese lugar —que es de un joven de la comunidad al que le dicen el “Mellizo”— se ha convertido en el lugar para la creatividad musical y artística de los jóvenes del barrio. Tal como lo cuenta Luis, más allá de ir por un corte, en la ‘peluquería’ se llevan a cabo los talleres de AJEP todas las noches.


De hecho, el 2 de junio, día en que encontraron el cuerpo de Diana, la peluquería fue el lugar donde a los jóvenes de AJEP les surgió la idea de expresar su indignación por medio de una canción. El 4 de junio —día en el que más de 20 mil personas salieron a las calles de Buenaventura para levantar la voz de rechazo por el asesinato de Diana— tanto Luis como Danny, en compañía de tres jóvenes más; empezaron a componer la canción ‘Las niñas no se tocan’.


El sábado 8 de junio, fue el día en que los jóvenes de AJEP, grabaron el video en el marco de una propuesta audiovisual para enviar un mensaje directo y que tuviera posibilidad de que llegara a muchas personas. Es decir, para Luis, la música y el video son espacios con los que se relacionan constantemente las personas, de tal suerte; era una oportunidad exponencialmente multiplicadora.


La música es una oportunidad de reconocimiento


La comunidad de Buenaventura resultó muy sorprendida por la canción debido a que, en palabras de Luis, “no esperaban algo así de los muchachos del barrio La Cima, porque estos jóvenes están bajo el estigma de un mal concepto. Ahora la canción está por toda Buenaventura, dice Luis”. Resulta que el barrio La Cima, en donde la AJEP lleva a cabo los talleres, hay muchas problemáticas que la comunidad de Buenaventura ha asociado con los jóvenes, conllevando a una idea marginal de lo que puedan hacer. A pesar de ello, la canción resultó ser una oportunidad de un reconocimiento de los jóvenes de este barrio, cuenta Luis.


Dentro de AJEP, Luis dicta talleres de composición musical, en donde es bienvenida cualquier tipo de composición. En el proceso, según cuenta Luis, vamos trabajando lo que queremos expresar a través de una letra que, en últimas, es una historia compuesta por un inicio, nudo y desenlace. Para Luis, quien cuenta con emoción, la escritura de letras es un vehículo para expresar emociones y vivencias que de otra forma los jóvenes no pueden catalizar.


El taller


“El espacio no puede iniciar de otra forma que no sea conociéndonos y trabajando en un lazo de confianza para poder después escribir”, señala Luis. Después de ese reconociendo, Luis empieza a familiarizarlos con la forma en que se construyen versos, cómo rimar y como estructurar una historia por medio de una canción. Sin embargo, el proceso está en la carpintería de ir componiendo versos pequeños y simples para después ir construyendo canciones completas.

¿Cómo yo puedo contarle a usted una problemática, sin tener una estructura?, esta es la pregunta que les plantea Luis, quien, por medio de la conversación recuerda que la forma de hilar historias es una forma cotidiana, aunque no se caiga, constantemente en cuenta de ello.


La iniciativa


Danny Vanegas cuenta que AJEP nace a partir de la estigmatización de los jóvenes en los barrios de La Cima y la Isla de la Paz. Además, Danny señala que el notó una ausencia de oportunidades para los jóvenes de la comunidad, es decir, para el líder de AJEP había una incoherencia en el juzgamiento de su gente de la comunidad cuando hay unas precarias condiciones en su vida social, educativa, económica.


Asimismo, Danny recalca, los barrios de La Cima y de la Isla de la Paz no son ajenas a las dinámicas de violencia. De hecho, Danny recuerda que uno de los líderes más representativos que ha tenido la región, Temístocles Machado; fue asesinado a principio de 2018. Hecho que él explica como un episodio que aun mantiene incertidumbre en la región, debido a que ejercer liderazgos en la comunidad quedó de aluna forma suspendida.


De esta forma, Danny cuenta que AJEP entonces surge como una iniciativa que busca que los jóvenes se crean sus liderazgos y, construyan a reconstruir el tejido social para la comunidad. En este sentido, la iniciativa está pensada para fortalecer los liderazgos a partir de brindar oportunidades desde prácticas comunitarias que busca desarrollo de habilidades.

Por estas razones, AJEP se planteó la música, el baile, la fotografía, los contenidos digitales, el modelaje; que son las prácticas que los jóvenes han manifestado que quieren explorar.


El papel de la juventud por la paz


De acuerdo como lo señala Danny, en AJEP se le apuesta al trabajo con los jóvenes debido a que en ellos está la responsabilidad histórica de construir paz. Por ello, cuenta Danny con ahínco, que en AJEP se reinventan los lenguajes y las prácticas para sortear las dificultades que representa el trabajo por la paz. “Lucha y abriendo los ojos el doble para estar atentos, porque los índices de mortandad juvenil en la región ponen en riesgo la estabilidad de la comunidad de manera recurrente”.


Dentro de los espacios de AJEP, se focaliza un trabajo en torno a los Derechos Humanos y la garantía de derechos especialmente para los niños y niñas. La idea, según como lo señala Danny es empezar a implementar unas campañas para poder llegar a otro tipo de espacios como colegios, otros barrios; para llevar un mensaje de sensibilidad para construir soberanía de derechos.


La fórmula de AJEP, tal como lo cuenta Danny, está en que constantemente se están compartiendo conocimiento y experticias que tienen los jóvenes de la comunidad para poder llevar a cabo los talleres. “La idea es que nos articulamos entre los mismos jóvenes para potenciar y fortalecer las capacidades y habilidades para poder trabajar comunalmente”, sentencia Danny.


La paz a los barrios


El enfoque de trabajo de AJEP se concentra en La Cima, la Isla de la Paz; pero también durante estos dos años que lleva la iniciativa han podido trabajar en barrios de Buenaventura como San Francisco de Asís, Jorge Eliécer Gaitán, Alfonso López Michelsen, a su vez en corregimientos como Bajo Calima, Villa Estela que también hace parte de Bajo Calima. Para Danny, es importante el trabajo que han desarrollado los jóvenes con esta iniciativa, porque ha permitido un reconocimiento positivo por parte de la comunidad.

El trabajo barrial, como lo cuenta Danny, ha logrado que los jóvenes lideren las incidencias en los territorios y las comunidades que más conocen; volviéndose referentes para su gente. “Nuestra apuesta es clara, buscamos que se inicien procesos de paz en Buenaventura. Nuestro mensaje es cambiar un estigma de violencia por un mensaje de alegría.


El territorio es la vida


“Nuestro territorio es nuestra vida, es el lugar donde nosotros trabajamos la memoria, nos desarrollamos y nos pensamos una Buenaventura distinta”, dice Danny. De allí es que nacen las reflexiones en torno a lo que queremos proponerle a la comunidad a partir de la paz. Pese a la vulneración de los derechos que resalta Danny, la premisa es seguir abriéndonos espacios para conseguir alternativas a las actividades que son susceptibles de las problemáticas del territorio.

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