Por: Juan Alejandro Pérez Montañez, Investigador Programático de la Línea de Democracia y Gobernabilidad.

La última semana de febrero de 2024, varios medios de comunicación dieron a conocer el que sería un proyecto de Acto Legislativo de un solo artículo que permitiría el transfuguismo. El proyecto sería iniciativa de los congresistas del Pacto Histórico por MAIS, María José Pizarro y David Racero, con la intención de reestructurar las fuerzas dentro de Pacto a costa del sistema político colombiano, el cual cada vez es más personalista.
Historia del sistema político colombiano
En la democracia representativa los partidos políticos son, en teoría, la unidad fundamental, pues son los encargados de representar de la mejor manera sectores y agendas específicas. En Colombia durante casi siglo y medio se contó con dos únicos partidos (Liberal y Conservador) con facciones internas pero que excluían del sistema político a otras fuerzas y maneras de pensarse el país.
Para la década de los 80´s con las desmovilizaciones de sectores de las FARC y con la firma del Acuerdo de Paz con el M-19 entraron nuevos actores políticos, entre esos la Unión Patriótica y el AD-M19, los cuales aglutinaron fuerzas de izquierda. Para finales de siglo, luego de la Constituyente del 91 surgieron otros partidos y estos presentaron varias listas en elecciones (Operación Avispa).
A inicios del Siglo XXI para las elecciones del 2002, partidos como el Conservador, el Liberal y el recién fundado, Cambio Radical, presentaron varias listas de las cuales muchas obedecían a políticos asociados a proyectos paramilitares y no a proyectos de representación de agendas de la población. En investigaciones de la Fundación Nuevo Arco Iris se encontró que al menos el 30% de esos congresistas obtuvieron su curul con apoyo paramilitar (parapolítica).
Mientras estos parapolíticos estaban en el Congreso, en el 2003 se aprobó el Acto Legislativo 01 de 2003 el cual prohibió la presentación de varias listas para cargos plurinominales (Congreso, concejos, asambleas) y se pasó a listas únicas por partidos, algo que se mantiene hasta la actualidad.
Sin embargo, para el 2009, a finales del Gobierno de Álvaro Uribe se aprobó un proyecto de Acto Legislativo (Acto Legislativo 01 de 2009) muy parecido al que pueden presentar los congresistas del Pacto Histórico, el cual permitió a los políticos el renunciar a un partido y/o saltar a otro sin castigo alguno (perdida de la curul).
Desde el 2009 hasta el 2022 el sistema político colombiano no había presentado tantos cambios y, por el contrario, se había logrado consolidar un sistema multipartidista.
Con la firma del Acuerdo de Paz con las Farc y la entrega de una personería jurídica a los desmovilizados, las sentencias de la Corte Constitucional de cara a la reparación política para partidos como el Nuevo Liberalismo, Comunista, Salvación Nacional y Verde Oxígeno a partir de la sentencia del Consejo de Estado del 2014 que le devolvió la personería a la Unión Patriótica y la llegada de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) el sistema de partidos viene siendo víctima de una contrarreforma.
Para las elecciones legislativas del 2022 había 22 personerías jurídicas, de las cuales 4 fueron entregadas en el marco de reparación política un año antes. Luego de la posesión del Congreso el 20 de julio de 2022 y la elección del nuevo CNE por parte del legislativo, este, que está compuesto por políticos, ha entregado en el último año y medio 15 personerías jurídicas. La gran cantidad de partidos que existen ahora obedecen a personalismo y se transitado de partidos como instituciones de representación a simplemente máquinas de avales.
¿Qué busca el Pacto con el transfuguismo?
El Pacto Histórico, que es una coalición de partidos políticos que se unieron para presentar una lista única a Congreso en el 2022 a la par que apoyaba la aspiración presidencial de Gustavo Petro, desde el inicio de su campaña ha presentado problemas internos, especialmente con líderes políticos como Paulino Riascos y Martha Peralta.
Para 2022 el Pacto estaba compuesto por 6 partidos (Colombia Humana, Polo Democrático, Unión Patriótica, Alianza Democrática Amplia, Comunista y Movimiento Alternativo Indígena y Social). Para el 2024 el Pacto ha presentado fragmentaciones, pues el CNE, con interpretaciones de la ley cada vez más absurdas, ha entregado 4 personerías adicionales a proyectos unipersonales (Independientes, Fuerza de la Paz, Todos Somos Colombia y Soy Porque Somos). Adicional a esto en el 2023 Comunes entró oficialmente a dicha coalición.
Ante la negativa de varios jefes de partidos como Daniel Quintero (Independientes) o Martha Peralta (MAIS) de que el Pacto Histórico se convierta en un partido únicos y problemas con personajes como Paulino Riascos (ADA), personas cercanas al proyecto de la Colombia Humana, pero que están en otros partidos, como David Racero y María José Pizarro, vienen impulsado la idea del transfuguismo sin consecuencias.
La idea de estos congresistas es depurar y reestructurar el Pacto de cara a las elecciones del 2026. No son los únicos que están de acuerdo con el proyecto, pues más de 100 congresistas de diferentes bancadas ya habrían firmado para su presentación.
Si bien este proyecto, que requiere de ocho debates para su aprobación, buscaría la reestructuración de las fuerzas políticas, afianzaría también el poder de ciertas personas sobre algunas colectividades. Por ejemplo, para MAIS, en caso de la salida de María José Pizarro y David Racero, quien aumentaría su poder en esta colectividad sin problema alguno sería la senadora Martha Peralta.
Muchos congresistas que apoyan el proyecto justifican que sus partidos son “cárceles”. Sobre ello hay que exigirles a estos congresistas, a estos políticos, que sean responsables también con la entrada a estos partidos. Ellos también son responsables de entrar en esa “cárcel”, nadie los obliga, si entran a una colectividad deben saber bajo qué condiciones entran y cómo se maneja internamente. No se puede permitir, de una u otra manera, el “engaño al elector”, el cual vota por el político perteneciente a una lista-partido (lista abierta) o solo por un partido o coalición (lista cerrada).
En vez de estar hablando del transfuguismo el Congreso debería estar debatiendo una reforma política que consolide, de nuevo, un sistema multipartidista con partidos fuertes que representen colectividades y que logre blindar al órgano electoral independencia. Como diría el entonces senador Gustavo Petro “La reforma política debe asegurar que la política no sea individual, sino que represente sectores colectivos de la sociedad colombiana”.
Colombia no puede cada cierto tiempo, como pasó en el 2009, estar aprobando el transfuguismo porque hay políticos que no son responsables con las decisiones que toman y solo ven en los partidos políticos la oportunidad de un aval. Si se les exige a los partidos políticos responsabilidad sobre los avales que entregan y sus mecanismos de democracia interna también se le debe exigir a los políticos responsabilidad sobre la entrada a algún partido.
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