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Tensión y violencia en Cauca y Arauca: ¿Cuál es el panorama actual?

 Por: Katerin Erazo, Periodista

Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia


Después de un fin de semana marcado por intensos combates en la zona rural del municipio de Argelia, en el occidente del departamento del Cauca, el país se estremece ante la revelación de actos atroces perpetrados por integrantes del Estado Mayor Central (EMC) contra cuatro soldados caídos en acción. En respuesta a esta escalada de violencia, el presidente de la República, Gustavo Petro, ha ordenado operativos de máxima contundencia contra lo que se considera la mayor disidencia de la extinta guerrilla de las FARC.


La orden presidencial, emitida desde sus redes sociales en la noche del domingo 5 de mayo, denota una postura firme y decidida del mandatario colombiano ante estos hechos repudiables. "La ofensiva contra el EMC en el Cauca debe ser total. Son asesinos del pueblo y traficantes. Si el presidente tiene que ir, el presidente irá", expresó Petro.




La indignación nacional se incrementó tras la divulgación de un trino por parte del Ministerio de Defensa, que dio cuenta de la profanación de los cuerpos de los soldados caídos, constituyendo un flagrante acto contra el Derecho Internacional Humanitario (DIH). "Los integrantes del autodenominado Estado Mayor Central, por orden de alias ‘Dumar’ y de manera cobarde, profanan los cuerpos de los soldados, los ultrajan e irrespetan", denunciaron las autoridades.




En medio de la confrontación, los miembros del EMC intentaron camuflar los cuerpos sin vida de los uniformados para poder retirarse de la zona ante el asedio de las fuerzas militares. Sin embargo, sus intentos fueron frustrados cuando los cuerpos fueron descubiertos y despojados de su equipamiento militar por orden del jefe insurgente, alias 'Dumar', quien ha sido identificado como el cabecilla de la Compañía Alberto Poño de la estructura Carlos Patiño.

La voz de 'Dumar' resonó en un macabro audio en el que se escucha instruir a sus subalternos a no tomar prisioneros y a decapitar a los integrantes del Ejército. Esta evidencia, que ha conmocionado al país, ha sido compartida con organismos internacionales y con las unidades militares para informarles sobre las intenciones de la disidencia.


El general Helder Giraldo, líder de las Fuerzas Militares, ha liderado el proceso para recuperar los restos de los caídos y ha dado la bienvenida a los soldados lesionados, que fueron recibidos con un aplauso generalizado por parte de sus colegas. En una conferencia de prensa, el comandante reveló que la unidad atacada estaba llevando a cabo una misión humanitaria para facilitar el regreso de una comunidad desplazada en Argelia.


Estos acontecimientos han sepultado cualquier iniciativa de cese al fuego en el Cauca, donde la violencia perpetrada por las FARC ha dejado una estela de destrucción y dolor. Los constantes ataques con explosivos, tanto a la población civil como a la Fuerza Pública, han sumido a la región en un estado de inestabilidad y terror.


Ante esta situación, el presidente Petro ha reafirmado su compromiso con la seguridad y la paz en Colombia, prometiendo una respuesta firme y decidida contra aquellos que amenazan la estabilidad del país. Con operativos intensivos y acciones contundentes, el Gobierno busca restaurar la paz y la seguridad en el departamento del Cauca y en todo el territorio nacional.

Según Paola Marín, investigadora de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), la activación de acciones ofensivas contra el Estado Mayor en el Cauca está directamente relacionada con los recientes combates en Argelia y el recrudecimiento del bloque occidental, que tiene una presencia abrumadora en el 98% del departamento del Cauca, dejando apenas dos municipios sin su influencia. Este cambio en la estrategia del Gobierno Nacional, que podría interpretarse como una muestra de firmeza, responde también a la falta de voluntad mostrada por el bloque occidental liderado por Jacobo Arenas.


Además de la grave situación que aqueja al Cauca, el departamento de Arauca, situado en la frontera de Colombia, también enfrenta una escalada de violencia que ha sumido a sus habitantes en un estado de terror constante. En medio de la expansión de guerrillas y grupos disidentes, la población civil se ve atrapada en una guerra sin tregua por el control de territorios y recursos ilegales, como la siembra de cultivos ilícitos.


De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, Arauca se ha transformado en un escenario donde la población civil está sumida en un continuo ambiente de terror. La presencia de guerrilleros, específicamente del ELN en este departamento, ha agudizado la crisis humanitaria, evidenciándose un alarmante aumento en desplazamientos forzados, reclutamiento de menores de edad, asesinatos y restricciones severas a la libre movilidad.


Ante esta situación alarmante, el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, ha emitido un llamado urgente al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, solicitando la convocatoria de una sesión extraordinaria de la Comisión Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas Tempranas. El objetivo es tomar medidas inmediatas para contener la vulneración de los derechos de los habitantes de Arauca.


"Es imperativo que las autoridades nacionales y territoriales refuercen su presencia en los distintos municipios del departamento y continúen brindando la atención necesaria a sus habitantes", afirmó Camargo Assis. Además, instó a la formulación y aplicación de estrategias de prevención y protección para mitigar las afectaciones generadas por el conflicto armado.

La Comisión Intersectorial para la Respuesta Rápida a las Alertas Tempranas está analizando detenidamente las situaciones adviertas por el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo. Entre ellas se encuentran el riesgo de desplazamientos y confinamientos, así como la implementación de acciones para proteger a las comunidades vulnerables.


Según datos oficiales, en el primer trimestre del año se han registrado 41 homicidios en Arauca, junto con 59 personas desaparecidas, presuntamente en manos de grupos armados ilegales. Sin embargo, la Defensoría advierte que el subregistro de casos podría ser mayor, ya que muchas familias no denuncian por temor a represalias.


Además de la violencia directa contra la población civil, persisten las amenazas contra líderes sociales y defensores de derechos humanos en la región. También se reportan restricciones a la movilidad en zonas rurales, con horarios específicos que limitan la libertad de movimiento de los habitantes.


Paola Marín, investigadora de Pares, destacó que en Arauca la presencia del ELN se extiende a todos los municipios, y los enfrentamientos entre el Estado Mayor Central y el ELN se han agudizado. Marín explicó que lo que está sucediendo con ellos es que, históricamente, han logrado llegar a acuerdos de no agresión, pero recientemente la situación ha empeorado notablemente. Esto también coincide con el reconocimiento de los líderes históricos del departamento.


Un ejemplo que la investigadora menciona es que el Estado Mayor Central ha perpetrado ataques contra destacados líderes sociales, algunos de los cuales han sido víctimas de homicidio. Asimismo, tanto el Estado como el ELN han generado situaciones humanitarias en torno a estos líderes sociales.


Ante esta situación desesperada, es urgente que las autoridades tomen medidas efectivas para proteger a la población civil y garantizar su seguridad en Arauca, así como en el Cauca. La paz y la estabilidad en estas regiones dependen del compromiso y la acción decidida de todos los actores involucrados en el conflicto.

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