Por: Laura Cano
Periodista Pares
Hoy, de nuevo, el país se levantó con la noticia de dos líderes sociales asesinados. Esta vez sus nombres eran Teófilo Acuña y Jorge Alberto Tafur, liderazgos y vocerías en el Sur de Bolívar, Centro y Sur del Cesar, Sur del Magdalena y Santanderes. Ellos fueron asesinados en San Martín, Cesar, por sujetos armados que llegaron a la vivienda en donde estaban, siendo cerca de las 9:45 p.m.
La situación fue denunciada y rechazada, no solo por la sistematicidad con la que se presentan estos hechos, sino también ante el miedo, zozobra y el irreparable daño al tejido social que estos casos están generando en las comunidades. Las cuales, aún en medio de contextos de guerra y conflicto, le siguen apostando a la defensa de los derechos humanos.
Teófilo Acuña fue presidente de la Federación Agrominera del Sur de Bolívar; vocero del Congreso de los Pueblos y destacado dirigente campesino del sur de Bolívar y sur del Cesar. Jorge Tafur, por su parte, fue sindicalista; participó en las luchas de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos –ANUC-; hizo parte de Fedeagromisbol y desde hacía varios años venía cumpliendo un destacado papel como vocero de la Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar, Centro y Sur del Cesar, CISBSC. Además, en noviembre del año pasado fue elegido miembro de la Junta Nacional del Coordinador Nacional Agrario.
Hay que señalar que, en el municipio de San Martín, donde fueron asesinados estos dos líderes, tiene presencia el Clan del Golfo, según el seguimiento hecho desde el Sistema de Información de la Fundación Paz & Reconciliación, SIPARES. Además, en esta zona del sur del Cesar, donde se centraba el trabajo de los Acuña y Tafur, también se registra presencia del ELN. Ambos grupos (Clan del Golfo y ELN) tienen presencia en el sur de bolívar, las otras zonas donde se concentraba la labor de estas dos personas y las organizaciones de las que hacían parte.
Por otra parte, hay que recordar que, recientemente, desde la Comisión de Interlocución del Sur de Bolívar, Centro y Sur del Cesar, CISBSC, se había denunciado que comunidades campesinas del municipio estaban siendo hostigadas y amenazadas por la policía, el alcalde de San Martin y una persona de nombre Wilmer Díaz, conocido terrateniente de la zona. Además, se había denunciado que los líderes habían sido amenazados directamente en sus viviendas con anterioridad. “Estas situaciones fueron denunciadas ante las autoridades, que nada hicieron para proteger sus vidas”, señaló la organización a través de El Espectador.
Frente a los asesinatos, la Fiscalía comunicó que destinará un grupo de fiscales, criminalistas y forenses para investigar y esclarecer el crimen. Por su parte, desde del Alto Comisionado de las Naciones Unidas se expresó el rechazo a este caso.
Asimismo, desde el Coordinador Nacional Agrario se aseveró que “estos asesinatos hacen parte del plan de exterminio dirigido a las organizaciones sociales, políticas, ambientales y populares que se oponen al modelo de destrucción y despojo de la vida en Colombia, pretendiendo consolidar sus intereses voraces en las regiones para entregar los territorios al capital transnacional bajo instrumentos como las Zonas Futuro, la ley de seguridad ciudadana, y el paramilitarismo”. La organización también agregó que “la muerte de Teo y Jorge fueron planeadas con anticipación, con el aporte de la Fiscalía que en varias ocasiones busco judicializarlo y sindicarlo junto a otros liderazgos campesinos”.
Respecto a lo anterior, hay que recordar en diciembre de 2020, desde el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (CSPP) se denunció la detención arbitraria de Teófilo Acuña, quien había sido detenido junto a Adelso Gallo, miembro de la Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro (ASONALCA) y Rober Daza, integrante del Comité de Integración de Macizo Colombiano (CIMA). Se alertó que esto se había dado en represalia a su labor en defensa de los derechos campesinos, de la tierra, el territorio y el medio ambiente. Además, se resaltó que los tres defensores eran integrantes del Coordinador Nacional Agrario (CNA), del Congreso de los Pueblos y portavoces de la Cumbre Agraria Campesina, Étnica y Popular.
Acuña había sido detenido en horas de la tarde del 15 de diciembre de 2020, en Barranco de Loba, Bolívar, por miembros de la Policía Nacional. Además, se estableció que las órdenes de detención de los tres defensores fueron solicitadas por la Fiscalía 174 de Santa Marta por el delito de “rebelión”, y estas fueron formalmente expedidas por el Juzgado 2 Penal Municipal Ambulante con función de control de garantías de la ciudad de Popayán, departamento del Cauca.
También hay que traer a colación que tan solo un mes antes de esto, en noviembre, había sido asesinado Carlos Navia, quien también hacía parte del Coordinador Nacional Agrario y del Congreso de los Pueblos, era líder social de Argelia, Cauca, y fue fundador de la Asociación de Juntas de Acción Comunal de Argelia. Asimismo, Nava llevaba a cabo una labor de rechazo a las fumigaciones con glifosato en el Cañón del Micay.
Cerramos esta nota recordando las palabras de Teófilo Acuña pidiendo justicia para que tanto su caso, como el de Jorge Tafur, y el de cada uno de las y los líderes que han sido asesinados se resuelvan y se reparen tanto a sus familias, como a los procesos de los que hacían parte.
“Quieren acabar con el movimiento social. Quiero acabar con el defensor y defensora de derechos humanos. Quieren acabar con el líder y la lideresa. Aquí el proyecto es asesinarlos a uno, para que uno se calle. (...) siempre han creído que asesinándolo y desapareciéndolo a uno se acabó el proyecto social. Eso no va a ser tan fácil, pues estos procesos no son una persona, son un movimiento”, Teófilo Acuña.
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