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Si Petro no hace nada con los crímenes contra el CRIC los indígenas no se van de Bogotá

Por: Redacción Pares




Entre el 20 y el 21 de agosto llegaron a la capital 138 autoridades del CRIC. No, no van a cambiar su manera de pensar sobre el presidente. Seguirán apoyándolo como lo vienen haciendo desde que se lanzó a la presidencia en el 2018. Ya son dos campañas consecutivas respaldándolo. Lo que quieren es compromisos. No quieren ir a hablar sólo con Juan Fernando Cristo, quieren que el propio presidente los escuche. Una de las líderes que ha llegado desde el Cauca es Rosalba Velasco. Ella no quiere que los grupos armados se sigan llevando a la brava a los niños para la guerra. Y sobre todo, que los dejen de matar.


Hace dos días, ya con la minga indígena en Bogotá, se denunció que en el resguardo indígena de Pisimbalá en Inzá, el CRIC denunció a través de su página web el asesinato del comunero Gilberto Iván Quinto Abejón, un joven que había militado en las FARC, creyó en los acuerdos de paz e incluso se puso a estudiar medicina en Cuba. Pero el fin de semana pasado, mientras caminaba por la vereda el Picacho, cuando hombres armados lo asesinaron. Otro muchacho, Emerson Jair Sanza Cuello, en la vereda el Potrerito, también fue abaleado. Es una constante contra miembros del CRIC, un plan de exterminio que no se ha detenido desde el 2023 y que es producto de las libertades que ha tenido el EMC debido al cese al fuego que se rompió en marzo de este año después del ataque a una caravana mortuoria donde resultó asesinada una de las mayoras.


En un comunicado desde hace dos días autoridades del CRIC afirmaron lo siguiente: “DENUNCIAMOS y RECHAZAMOS la omisión del Estado sobre los múltiples llamados para atender de manera pertinente la crisis humanitaria que se viene agudizando en la Zona Tierradentro Cauca, los hechos de violencia ocurridos el dia de hoy, demuestra el desinterés del gobierno por cumplir el postulado del articulo 7 de la constitución de 1991. Hacemos un llamado URGENTE a las entidades del Ministerio Público; a los organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales_(MAPP-OEA, ONU, CICR) para realizar acciones de denuncia, visibilidad y acompañamiento a las comunidades frente a grave situación de afectación y riesgos individuales y colectivos a los que estamos expuestos”.


La tradición del CRIC debe ser algo de lo que los pueblos indígenas que lo conforman se sienten orgullosos. El 24 de febrero de 1971 en Toribío Cauca, siete cabildos, crearon el Consejo Regional Indígena del Cauca. Nada ha sido fácil desde hace 53 años. Quedan testimonios maravillosos de esta lucha, plasmados en un clásico del cine latinoamericano, Nuestra voz de tierra, memoria y futuro de Marta Rodríguez y Jorge Silva, que cuentan los detalles en los que se formó el CRIC, pero desde esa época han tenido que soportar las fuerzas de los que los quieren separar. Uno de los aspectos que han impedido que los disgreguen es la autoprotección colectiva.


Algunas de estas estrategias de autoprotección colectiva de las poblaciones indígenas se han consolidado en el Programa de Defensa de la Vida y los Derechos Humanos del CRIC, con enfoque en el cuidado de los territorios, los saberes tradicionales y la educación propia, donde la colectividad es fundamental y ha posibilitado enfrentar distintas situaciones de violencia; “gracias a nuestra organización el movimiento indígena del Cauca es un ejemplo de resistencia, supervivencia y dignidad” (CRIC).  

 

 Otro programa de gran relevancia en las actuales dinámicas del CRIC está dado por la fuerza y la agencia de las mujeres indígenas que reivindican el lugar, los aportes y la importancia de la mujer para el movimiento indígena, con un rol fundamental en el cuidado de la vida y el territorio. Se constituyó entonces el Programa Mujer “por mandato en el Noveno Congreso del CRIC en Corinto Cauca en el año 1993, obedeciendo a criterios y objetivos definidos por las mujeres indígenas del Cauca y ratificados por nuestras Autoridades” (CRIC).


Los voceros que están en Bogotá afirman que hay negligencia por parte del Estado para escuchar sus exigencias, sus súplicas. Le piden a Petro tener la presencia, el acompañamiento que tuvo en su momento cuando fue candidato y que le ha faltado siendo presidente: "En ese sentido, nuestro mensaje al Gobierno Nacional es la exigencia y la capacidad de diálogo que tuvo en algún momento de poder asistir a diferentes escenarios de nuestro departamento". Los indígenas no sólo no se van a ir sino que afirman que llegarán más desde el Cauca en las próximas horas. No hay otro camino para el presidente que escuchar y dar soluciones porque los están matando.

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