Se fue el criminal más peligroso que estaba en La Picota
- Redacción Pares
- 6 jun
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Por: Redacción Pares

En febrero de 2024 lo conocimos. Se llamaba Pipe Tuluá y su detención generó el caos en el municipio que lleva su nombre. Carros incendiados, agentes de tránsito asesinados y amenazados. Desde ese día se lo llevaron a Bogotá, a la cárcel de La Picota, y, desde entonces, se ha generado incomodidad con su presencia en ese lugar. Era el jefe de una banda llamada La Inmaculada. Andrés Felipe Marín Silva, el verdadero nombre detrás del alias, era un peligro constante para una cárcel que, como La Modelo, ha tenido que resistir presiones y amenazas dentro de sus muros. En las últimas horas se supo de un plan que tenía su banda para sacarlo, de manera cinematográfica, del penal. Las noticias señalan que La Inmaculada perdió 800 millones de pesos en la fuga que nunca se concretó. Esta plata había sido recogida por la banda a punta de extorsiones a comerciantes del Valle del Cauca. Con ellos, iban a pagar supuestamente sobornos a autoridades de La Picota. Pero, después de tener esta información, el Inpec se movió rápido y sacó a Pipe Tuluá del penal, llevándolo a un lugar de detención en la localidad de Los Mártires en Bogotá. Se trataría de una conspiración parecida a la que llevó a la fuga a Juan Larison Castro Estupiñán, mejor conocido como “Matamba”, en el año 2022.
Inmediatamente se frustró el plan de fuga, La Inmaculada se manifestó haciendo lo que mejor saben hacer: caos absoluto. Se quemaron carros en Tuluá, lo que obligó al alcalde de este municipio, Gustavo Vélez, a decretar un toque de queda desde las seis de la tarde del pasado 4 de mayo, para evitar que se convirtiera todo en un pequeño infierno, como ocurrió el 10 de febrero de 2024.
Pipe Tuluá es requerido por las autoridades norteamericanas por actividades que tienen que ver con el narcotráfico. La Inmaculada no solo maneja rutas de tráfico del alcaloide en el Valle del Cauca, sino que también son los dueños y señores de la extorsión en esa ciudad. El operativo que se llevó a cabo a las seis de la mañana del pasado 4 de mayo en La Picota para sacarlo del penal, incluyó un despliegue considerable de agentes del Inpec e incluso el aterrizaje de un helicóptero, que al final fue el que se llevó al que era, hasta esta semana, el criminal más peligroso preso en La Picota.
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