Por: Arile Ávila Martínez
Luego de la operación Marquetalia, que se prolongó por casi un año, los diferentes grupos guerrilleros decidieron emigrar a Riochiquito. Se podría decir que el ejército ocupó la parte central de Marquetalia desde junio de 1964, zona que posteriormente fue rebautizada con el nombre de Villa Susana, en honor a la primera dama de la nación. La migración se dio a una zona al sur que se tomó como centro de acopio, mientras Marquetalia siguió siendo el centro de operación militar. Ya era claro para esa época que Villarrica, el Sur del Tolima y Sumapazse habían convertido en los centros de guerrillas comunistas. “El escape de Marulanda se convirtió en un gran misterio, que luego el general Matallana devela, al descubrir días después de la operación militar, la fortificación que recorría todo el poblado de Marquetalia, por la margen izquierda del río Atá y lo conduciría a una enorme trocha que había sido utilizada por Marulanda y los guerrilleros en su huida” . (Lea aquí: Marquetalia y la Primera Conferencia de las Farc)
Dicha trocha, una vez terminada, podía ser recorrida por una persona en tan sólo una semana desde un puesto militar al otro.
Con la primera conferencia se creó el Estado Mayor del Bloque Sur, un plan de acciones militares y que tomó como base a Riochiquito, considerado por parte de los guerrilleros como una zona de posible ataque militar, pero que para el momento era segura. Lo más trascendental de la primera conferencia es que se declara la movilidad total de los guerrilleros en grupos pequeños. Con esto se deja el posible contacto con las autodefensas que trataban de resistir en un determinado territorio. Una vez instalados en Marquetalia, entre diciembre de 1964 y mediados de 1965 se sucedieron varios anuncios sobre la muerte Manuel Marulanda. Pero mientras esos anuncios se escuchaban por radio en todo el país, Ciro Trujillo y Marulanda planeaban la toma del municipio de Inza. Se planeó la acción con cerca de 145 hombres, no todos guerrilleros como lo dice Arturo Alape, pues 80 de ellos eran indígenas que estaban destinados para cargar todo lo que consiguieran en el ataque. Así se da el ataque del 16 de marzo de 1965 y ante la opinión pública los grupos guerrilleros nuevamente aparecen. Este fue el punto de lance de la operación de Riochiquito.
Para ese entonces, el general Álvaro Valencia Tovar había iniciado todo un acercamiento con Ciro Trujillo, para convencerlo de desertar de la guerrilla: «Mis informes al comando del ejército eran en el sentido de que Riochiquito era rescatable sin conflicto armado. Aún después de la toma de Marquetalia, cuando se tuvo la evidencia de la colaboración de Riochiquito con ellos (…) Ya para entonces el general Rebéiz Pizarro veía con mucha sospecha a Riochiquito. La presión de los caucanos era intensa. Los terratenientes caucanos liga-ron sus intereses y propiedad hasta Riochiquito, entre ellos Mosquera Chaux. Inclusive cuando yo hice poner en libertad a Pablo Trujillo, hermano de Ciro, que estaba preso en Popayán, esto tuvo una gran influencia en el acercamiento con el liderazgo de Riochiquito, junto con otros efectos, como la construcción del puente en Nátaga, que facilitó el tránsito de campesinos a Riochiquito, se adelantó la carretera, se fundaron escuelas en distintas veredas. Yo di dinero y se facilitaron materiales de construcción para la escuela de Riochiquito. Había todo un proceso de acercamiento que duró año y cuatro meses, entre 1964 1965. Incluso llegó la versión de que me iban a secuestrar. El comandante del ejército me dijo que a Pacarní había llegado la versión por medio de una persona, que me había ayudado a acercarme a la población civil» .
No obstante, el ejército envió a Tovar a Santander a luchar contra el ELN, y además Víctor Mosquera Chaux gobernador de Cauca en esa época, pidió la intervención militar en la región. Así se inició una nueva operación que el 6 de mayo de 1965, produjo bajo un ataque selectivo, la muerte a dos hijos de Ciro Trujillo y otros campesinos de la región.
El entonces Estado Mayor de la guerrilla dividió sus tropas en varios grupos para la retirada, después de unos combates y alguna resistencia. Jacobo Arenas se dirigió, por un lado, Manuel Marulanda tomó la ruta nuevamente de Riochiquito, y Ciro Trujillo se enfiló por el centro del departamento. Su ruta nunca se conoció, de un momento a otro su rastro desapareció y llegó luego al sitio de encuentro, que era el Sumapaz: “Al salir de Riochiquito, Cauca, los destacamentos hicieron el mismo recorrido por diversas áreas; al comienzo había que hacer un largo y peligroso tránsito por territorio caucano hacia la Cordillera Central, luego debían buscar los páramos y después la fuerza debía bifurcarse en otras direcciones, hacia el Tolima y el Huila, para marchar de sur a norte hasta llegar a la entrada del páramo de Sumapaz por el oriente del Tolima y penetrar hasta el cañón del Duda.
Jacobo Arenas, Líster y Rogelio Díaz tomaron otra dirección, ubicados en el centro de la selva, lo primero que hicieron fue reorganizar los destacamentos y luego incorporar a cada destacamento una determinada cuota de población civil. «En nuestra columna rumbo a Natagaima, nos tocaron 40 personas civiles, des-armados, con machetes y revólveres. Nosotros teníamos que hacer el tránsito por Marquetalia, era la ruta acordada». En Marquetalia desplazaron por lo menos a 30 personas hacia la región indígena, los civiles que quedaban se desprendieron paulatinamente, sin que les sucediera nada de camino, por fortuna. «Pasamos por encima de Gaitania, el ejército nunca imaginó semejante cruce y terminamos por brotar en Natagaima; después continuar con un endemoniado cansancio en el cuerpo hacia el páramo de Sumapaz, sin encuentros con el ejército de camino (…)». Ya en el cañón del Duda, Sumapaz, Jacobo Arenas debía crear las condi-ciones necesarias para celebrar la Conferencia Constitutiva de las FARC”.
En esta ocasión ya no se presentaron los desplazamientos masivos con población civil, como en épocas anteriores. Esta fue mucho más reducida y muchas de las personas de la población que salieron con la guerrilla terminaron por hacer parte de ella. Fue así como se dio la Segunda Conferencia en el Sumapaz: “En los finales de 1966 se realizó la Segunda Conferencia constitutiva de las FARC. Allí nos dimos por primera vez un Reglamento Interno que incluyó aspectos estatutarios, de Régimen disciplinario [y] normas de comando. Nos dimos un nuevo plan militar nacional, plan más ambicioso de organización política y de organización [de] masas, de educación, propaganda y finanzas. Dijimos por primera vez que el Movimiento Guerrillero FARC despegaba a una prolongada para la toma del poder en unión con la Clase obrera y todo el pueblo trabajador. Allí se destacó la importancia vital de la organización política como el factor consciente y rector del proceso revolucionario colombiano y que en ese sentido las FARC pondrían todo lo que de ellas dependiera en cumplimiento aquella gran misión”.
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