Por: Juan Alejandro Pérez Montañez, Asistente de Investigación; Valentina Polo, Practicante
Línea Democracia y Gobernabilidad
A inicios de este 2023 el Gobierno Nacional se está centrando en la presentación de tres reformas clave dentro del legislativo: la laboral, la pensional y la de salud, esta última será de las primeras en ser radicadas ante el Congreso. Durante el consejo de ministros en Villa de Leyva, llevado a cabo el 28 y 29 de enero de 2023, se dieron a conocer los puntos clave de la reforma a la salud que presentará la ministra Carolina Corcho ante el Congreso, la cual será debatida en sesiones extraordinarias, que inician este 6 de febrero.
Puntos clave de la Reforma
Una de las propuestas del gobierno Petro para mejorar el sistema actual de salud, es la descentralización de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES), entidad que administra los recursos del sector salud. Con esta propuesta, se pretende iniciar un proceso de regionalización de la ADRES para fortalecer el mecanismo de giro directo hacia clínicas y hospitales del país. Esto, sumado a la creación de un sistema de información que haga público en qué y cómo se gastan los recursos que se invierten, según la ministra Corcho, se pretende atacar el robo de recursos de la salud.
No obstante, una de las críticas que recibió esta propuesta es que no es clara la necesidad de personal para cada fondo regional. Además, quienes critican esta propuesta sostienen que se quiere crear gerencias departamentales y distritales, de las cuales tampoco se puede determinar la estructura de planta y personal que ocupará cada gerencia, sin contar los costos derivados de realizar las actividades. A esto se suma que, si bien en el sistema actual existe robo de recursos destinados a la salud, el nuevo modelo pareciera que no ataca esto con el hecho de girar los recursos sin intermediación y hacer público los procesos en los cuales se invierten los dineros del Estado.
Otro punto clave de la reforma a la salud se refiere a los Centros de Atención Primaria (CAP), los cuales, según la reforma, vendrían siendo el primer contacto de los pacientes con el sistema de salud, con lo que se buscaría eliminar las EPS (Entidades Promotoras de Servicio). Para realizar esta transición se estima que se establecerían más de 2.500 centros de salud y cada uno atendería alrededor de 20.000 colombianos.
Este punto de la reforma es el que más cuestionamientos y controversias ha presentado, pues se argumenta que los CAP, al sustituir varias de las funciones de las EPS, acumularían grandes colas y demoras, pues actualmente las EPS tienen 10 veces más puntos de atención de los que tendrían los CAP. Por consiguiente, estos nuevos centros de atención van a colapsar en el servicio a pacientes debido a que estos no contarían con la estructura necesaria para cubrir el sistema de salud en el país. Por esto, varios sectores del propio Gobierno, como el presidente del Congreso, Roy Barreras, y el ministro de Educación, Alejandro Gaviria, han hecho un llamado a la ministra Corcho y al presidente Petro para mantener el sistema actual de salud, haciendo mejoras a lo que no funciona de este.
Otro tema que se resaltó de la reforma es la estrategia para dignificar la labor del personal de la salud como médicos y enfermeras. Sin embargo, sobre este aspecto no se tiene mucha claridad acerca del soporte financiero con el que se lograría este objetivo.
Esta reforma buscaría fortalecer la Superintendencia Nacional de Salud, con lo que se espera contrarrestar la corrupción al dejar a cargo de una sola entidad los temas de salud. La crítica alrededor de este aspecto radica en la suposición de que una institución más fuerte va a reducir la corrupción en el sector salud, cuando en la práctica el exceso de control por parte de una única entidad puede favorecer la proliferación de corrupción.
Además de lo anterior, la ministra de Salud dijo que esta reforma busca hacer un sistema más participativo y llenarlo de legitimidad. Por lo anterior, desde el Gobierno Nacional se ha propuesto que se cree un Consejo Nacional de Salud en el que se discutiría toda política pública del sector salud entre el Gobierno y miembros activos de la sociedad, los cuales serían los trabajadores del sector, gremios de la salud, sectores empresariales, indígenas y afrocolombianos.
La inconformidad de los sectores políticos
Con lo conocido hasta el momento de lo que sería la reforma a la salud, las bancadas ya han comenzado a tomar posiciones sobre el tema. Hasta el momento, el borrador de la reforma de salud no tiene convencidas a las mayorías partidistas en el Congreso.
Uno de los primeros en manifestarse fue el expresidente César Gaviria, director del Partido Liberal, quien manifestó su descontento con varios de los puntos de la reforma a la salud y solicitó a sus congresistas no apoyar el proyecto de ley que busca transformar el sistema de salud en el país. Ahora bien, veremos si este llamado del expresidente es oído por la bancada liberal, pues varios congresistas de esta colectividad no ven a Gaviria como alguien legítimo para tener las riendas del partido y, por ende, darle instrucciones a la bancada.
Por otro lado, el partido Conservador, colectividad que hace parte de la coalición de Gobierno y es dirigida por uno de los grandes aliados de Gustavo Petro, Carlos Andrés Trujillo, tampoco ha manifestado su apoyo a la reforma a la salud. Las pujas internas en el conservatismo y las inconformidades que han expresado algunos congresistas frente al gobierno Petro han llevado a que la bancada haya anunciado que revisará a fondo las reformas que se vienen en este periodo legislativo, entre las que se encuentra la de la salud.
En consecuencia, los conservadores han anunciado que se reunirán con asociaciones y gremios de la salud para escuchar sus preocupaciones. Por lo que la posición del partido Conservador frente al proyecto de reforma a la salud dependerá los diálogos con los gremios, la academia, la ciudadanía y demás actores a los que esta reforma involucre, además de la negociación política que puedan llegar a tener con el Gobierno Nacional.
Así mismo, el Partido Alianza Verde, uno de los principales aliados del presidente Petro en la coalición de Gobierno, tampoco ha garantizado su apoyo al proyecto de ley que buscaría transformar la salud en Colombia. Varios congresistas de los verdes han manifestado que uno de los puntos que ha generado mayor preocupación en el partido es la posibilidad de que el manejo de los hospitales quede en manos de gobernadores y alcaldes, lo cual podría representar un riesgo de corrupción en el sector salud.
¿Qué se viene para la reforma?
Durante las sesiones extraordinarias que darán inicio en febrero, la ministra Carolina Corcho presentará la reforma ante la Comisión Séptima del Congreso, en donde se debatirá su viabilidad. La reforma a la salud será presentada como ley ordinaria por lo que tiene que surtir cuatro debates. Uno en Comisión Séptima de Senado, uno en Comisión Séptima de Cámara, uno en plenaria de Senado y otro en plenaria de Cámara.
Respecto a la composición de donde será la primera gran prueba de fuego en el Congreso para la reforma, es decir, las comisiones séptimas, en Cámara está compuesta por 21 congresistas, 17 hacen parte de la bancada de gobierno, dos son independientes y dos son oposición. Y en Senado son 14 congresistas, 10 son de gobierno, dos son independientes y dos son oposición
Composición de Comisión Séptima en Cámara
Composición de Comisión Séptima en Senado
Por las posiciones que en este momento se conocen acerca de dicha reforma por parte de los partidos políticos que se encuentran en el Congreso y tienen representación en las comisiones séptimsa, el panorama es poco alentador para el Gobierno. En la Comisión Séptima de Senado el panorama es el más retador, ya que quien dirige esta comisión y, por ende, quien decide los tiempos en el que los proyectos se discuten, es la senadora del partido de La U, Norma Hurtado, ficha política de la presidenta de esta colectividad, Dilian Francisca Toro. Dilian Francisca Toro ha manifestado en los últimos días su inconformidad con esta reforma. En Cámara el panorama parece ser menos complejo, pues quien dirige la Comisión es el representante a la Cámara por el Atlántico, Agmeth Escaf, una de las fichas del Gobierno y de la primera dama, Verónica Alcocer.
Respecto a los votos necesarios en comisiones, en Senado necesita ocho votos y en Cámara 12 votos. Por el momento, el Gobierno no tendría los votos necesarios allí para pasar la reforma, pues la mayoría de congresistas están indecisos, pero si sumamos a los partidos ideológicamente más cercanos al gobierno, en Senado apenas se contaría con máximo seis votos (Pacto Histórico, Verde, ASI y Comunes) y en Cámara se tendría 10 votos (Pacto Histórico, Verde, Curules de Paz y Comunes). Teniendo en cuenta esta situación y por como los otros partidos de la colación se han comportado, el partido que le podría otorgar los dos votos necesarios en cada comisión sería el partido conservador, el partido de Carlos Andrés Trujillo. Esta situación lo seguiría afianzando como uno de los principales aliados del gobierno, gobierno con el que per se, están ideológicamente en extremos opuestos.
El trámite de la reforma a la salud en el Congreso será muy complejo y con seguridad diferentes colectividades, como el partido Conservador, ejercerán una presión para que se realicen cambios en el contenido de la reforma, o en su defecto, pedirán puestos en el Gobierno para votarla positivamente. Si lo anterior no ocurre, las bancadas liberales y de La U, sumadas a la conservadora, optarían por presionar al Gobierno con su salida de la coalición. Esto podría significar la pérdida de mayorías en el legislativo y por ende que el presidente se quede si gobernabilidad para futuros proyectos de ley. Esto suma a que aumenten las tensiones entre el gabinete y el Pacto Histórico, ya que hay sectores que no están de acuerdo con lo que se ha presentado de dicha reforma.
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