Por: Katerin Erazo, Periodista
Fotos tomadas de: Verdad Abierta y Diario del Cauca
La región del Cauca se encuentra inmersa en una crisis desencadenada por la escalada de violencia protagonizada por las disidencias de las antiguas FARC-EP. Esta situación ha llevado al Ejército Nacional a poner en marcha la operación militar conocida como "Trueno", con el objetivo de restablecer el completo control sobre el municipio de Argelia. Desde hace aproximadamente unas semanas, alrededor de mil hombres han sido desplegados en esta zona. A partir del pasado 22 de agosto, un grupo de fuerzas especiales estuvo preparando su equipamiento para, posteriormente, cumplir con la orden de despliegue en el territorio.
Estos enfrentamientos han llamado la atención del presidente Gustavo Petro, quien ha destacado que esta no es una lucha fácil ni comparable con los bombardeos del pasado. La operación militar busca no solo restaurar la seguridad en la zona, sino también transformar la economía ilícita de la región en una economía lícita basada en la producción de café y cacao, con un enfoque en la participación activa del campesinado y las etnias locales.
Juan Manuel Torres, coordinador de la Oficina Pacífico de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), enfatizó que el conflicto en el Cauca debe entenderse en un marco temporal más amplio, considerando el período post-acuerdo posterior al acuerdo final con las FARC-EP. Durante este tiempo, el Cauca ha sido testigo de una dualidad histórica entre la paz y la resistencia, siendo escenario tanto de conflictos resueltos como de la incubación de nuevos ciclos de violencia. La actual crisis que se ha venido gestando durante al menos cuatro o cinco años, representa una oportunidad perdida después de que los indicadores de violencia y victimización disminuyeran drásticamente tras el acuerdo de paz con las FARC en 2018.
Es importante destacar que la región del Cauca es muy diversa en términos culturales y geográficos, abarcando desde la Costa Pacífica hasta zonas montañosas, selvas amazónicas, páramos y valles interandinos. Esta diversidad a menudo se subestima, ya que la atención suele centrarse en el norte del Cauca, donde se encuentran las organizaciones campesinas, indígenas y afro más influyentes, y donde la infraestructura y el desarrollo están más presentes.
La confrontación se concentra en el corregimiento El Plateado, en el municipio de Argelia, donde la subestructura Carlos Patiño, vinculada a las disidencias de las FARC, ha establecido un centro de acopio de cocaína producida en la región. Utilizan las montañas circundantes como rutas para el transporte de la droga hacia el Pacífico, lo que ha creado una situación tensa marcada por disparos ininterrumpidos y la presencia de trampas explosivas. Las investigaciones han revelado que este grupo delictivo ejerce control sobre las actividades relacionadas con el narcotráfico y coaccionaba a la población local mediante el uso de la violencia y amenazas.
Las operaciones militares en curso tienen como objetivo desmantelar estas estructuras criminales que han ocupado territorios de manera violenta, restableciendo así la seguridad y el orden en las regiones afectadas. A pesar de los riesgos inherentes, las fuerzas armadas se mantienen comprometidas en garantizar la tranquilidad de las comunidades afectadas por estas disidencias. El general Helder Fernán Giraldo Bonilla, comandante General de las Fuerzas Militares, ha ordenado el aumento de las operaciones en El Plateado, con el apoyo de aeronaves de la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional.
El coordinador de la Oficina Pacífico de Pares informó que, según sus estimaciones, entre 1.800 y 2.000 hombres armados están actualmente presentes en la región del Cauca. Además, hizo énfasis en que la Operación “Trueno” ha sido posible en parte gracias a un cambio en la relación entre el Ejército y las comunidades locales. Torres explicó que se ha construido un mayor nivel de confianza, lo que ha permitido que el Ejército actúe dentro del marco de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, facilitando así las operaciones militares destinadas a desmantelar las estructuras criminales, como el Bloque Occidental de las disidencias de las FARC, que ha adquirido un gran poder militar y capacidad de reclutamiento en la región.
Alias "Kevin", líder de la estructura Carlos Patiño del Estado Mayor Central de las FARC, es señalado como el responsable de las acciones criminales en la zona. Este grupo continúa coaccionando a la población civil mediante la violencia y la limitación de servicios básicos, con el propósito de instrumentalizar a las comunidades en contra del Ejército Nacional y la institucionalidad del Estado. Además, obstaculizan la comunicación de los pobladores, afectando el suministro eléctrico y colocando artefactos explosivos improvisados en los alrededores de los municipios, lo que amenaza el desarrollo cotidiano de la vida en estas comunidades.
El comandante del Ejército, general Luis Ospina, ha ratificado el compromiso de las tropas de mantener su presencia constante en el Cauca y continuar con los operativos hasta lograr un control total en El Plateado.
La situación en la región también ha sido presentada ante el Congreso de la República, donde el representante a la Cámara, Jorge Bastidas, ha hecho un llamado al Gobierno para tomar medidas en los municipios ubicados en la cordillera occidental, incluyendo Argelia, El Plateado, El Tambo y el Cañón del Micay, donde miles de personas viven bajo el constante temor de la violencia.
Juan Manuel Torres subraya que el proceso de pacificación y reconciliación en el Cauca es un desafío complejo y que se necesita una estrategia integral que involucre a las comunidades locales y aborde las causas subyacentes del conflicto. También destaca la importancia de la diversidad cultural y geográfica del Cauca, y la necesidad de considerar todas las regiones en la búsqueda de soluciones.
Finalmente, Torres destaca que los recientes acercamientos entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central se llevaron a cabo en medio de la operación militar “Trueno” y enfrentamientos en varios municipios. Estas operaciones del Ejército pretenden demostrar su capacidad militar y pueden influir en la disposición de las disidencias a negociar.
La crisis en Cauca es un recordatorio de los desafíos persistentes que enfrenta Colombia en su búsqueda de la paz y la estabilidad en las regiones afectadas por grupos armados ilegales. Mientras que la operación “Trueno” busca restaurar el control en Argelia, la atención se centra en la transformación de una economía basada en actividades ilícitas hacia una economía lícita que promueva el desarrollo sostenible y la participación activa de las comunidades locales.
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