Por: Redacción Pares
Los días previos al inicio del nuevo ciclo que se realizó en Caracas venían cargados de tensión. Al Comando Central del ELN le molestaba los acercamientos que había tenido el Frente Comuneros Sur con el gobernador de Nariño e incluso con el mismo gobierno en donde estuvo a punto de convertirse en una agenda aparte. El ELN dejó claro su disgusto y declaró que regresarían a la práctica del secuestro. Pero el VIII ciclo de negociación con el ELN ha traído las mejores noticias: la firma de un primer acuerdo que puede ser el inicio de un proceso de dejación de armas por parte de esta guerrilla.
Sin embargo, el acuerdo de participación no ha tenido la relevancia que se merece por parte de medios de comunicación que no han dimensionado su importancia. Incluso algunos han afirmado que este acuerdo constituye un intento de legitimación por parte del ELN para tener una vocería desde la sociedad civil, algo que no corresponde a la realidad. La sociedad civil siempre ha sido crítica con el ELN y la violencia. Todo lo contrario, lo que se consiguió fue el inicio del camino de esta guerrilla para que en un futuro próximo tenga una vocería propia dentro de la sociedad colombiana. Es el comienzo de lo que podría ser un partido político. A esta guerrilla siempre le ha interesado la participación aunque no la representación, y aunque ese había sido uno de los puntos complejos del acuerdo, parece que se está resolviendo.
En este último encuentro sostenido en Caracas aparecieron temas que no son tan visibles pero que son importantes, el tema de la educación y la cultura de paz, el tema de superar el patriarcado, los enfoques de género y poblacional. Y sin duda, uno de los puntos más destacados fue poder reunirse con las víctimas, fue la primera vez que se hizo esto con el ELN. Sus delegados se mostraron dispuestos a abordar el tema.
La mesa de Caracas cada vez se fortalece más tomando nota de lo que quieren sectores que históricamente se han resistido a la salida negociada con el ELN. Además las víctimas cumplen un papel fundamental. Sus inquietudes han sido tenidas en cuenta en la mesa de negociación. Lo que se está intentando hacer es un acuerdo transparente, que no guarda intenciones ocultas como se ha intentado sugerir.
La firma del acuerdo sobre participación se hace en una fecha clave: los días previos al VI Congreso del ELN. Entre las voces que se han expresado sobre los diálogos con el ELN está la del director de nuestra fundación León Valencia quien siempre ha agradecido la imaginación y la paciencia de los negociadores para sostener el diálogo con ELN y afirmó que “Se va a necesitar de mucha imaginación para desarmar al ELN” y dejó claro que, cuando una guerrilla se desmoviliza, lo que va a buscar siempre es conformar un partido político. Valencia pidió paciencia y resaltó que este es un proceso de transformación y que este periodo podría durar unos 15 años. El país debe estar preparado para una negociación e implementación de estos acuerdos a largo plazo.
A pesar del clima adverso que se ha respirado en las últimas semanas, con anuncios por parte del ELN de regresar a la práctica del secuestro, la negociación va en los tiempos trazados teniendo en cuenta la dureza histórica que ha significado sentarse a hablar de paz con el ELN.
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