Por: Redacción Pares
Foto tomada de: France24
A toda la mala prensa que ha recibido el actual presidente de los Estados Unidos se sumó otro rumor. Se supo que, en los últimos meses, el doctor Kevin Cannard, del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, que es el que suele tratar a los presidentes de los Estados Unidos, neurólogo especialista en Parkinson, se ha reunido por lo menos ocho veces con Joe Biden. Ante el acoso de los periodistas por esta información la Casa Blanca se vio obligada a publicar una carta en donde se asegura que el presidente no está enfermo. Después de su desastrosa actuación en el debate contra Trump el pasado 27 de junio los rumores incluso de que está enfermo, debido a la rigidez y a veces al aire ausente con el que ha estado en los últimos meses, han desatado este tipo de comentarios.
Dentro de las toldas del Partido Demócrata se venía tejiendo la posibilidad de que Biden diera un paso al costado y fuera reemplazado ya fuera por Kamala Harris o por la ex primera dama Michelle Obama. Pero esto no parece un camino realista. El pasado 8 de julio Biden escribió una carta a los miembros del Congreso donde reafirma que ahí está y ahí se queda y para eso da dos argumentos: es el mejor candidato al que podría enfrentar el partido demócrata a Trump -a pesar de que las encuestas dicen lo contrario- y obligarlo a retirarse sería una traición a los votantes demócratas que lo apoyaron. En las primarias votaron un 87% por él. "¿Ahora decimos simplemente que este proceso no importó? ¿Que los votantes no tienen voz y voto? Me niego a hacer eso".
Esto ha generado preocupación dentro de los donantes a la campaña demócrata que ven bastante improbable que el actual presidente de EEUU tenga alguna opción en las elecciones del próximo 5 de noviembre. Además hay un dato que lo condena: el 74% de los votantes cree que a sus 81 años es demasiado viejo para ser candidato presidencial.
Sobre el terreno, cuando le toca darle la cara a sus seguidores, Biden luce débil, a veces incluso necesita de la ayuda de su circulo para verse vivaz. Aunque era resistida en algún momento y ante lo improbable que Michelle Obama pueda dar el sí, el nombre de Kamala Harris podría ganar fuerza y hacerse como una opción viable para reemplazar al actual presidente en las elecciones.
La única firmeza que luce el demócrata es cuando escribe cartas. En la última misiva aseguró que seguirá su carrera “hasta el final”. Frases como “no me voy a ningún lado” lejos de calmar las aguas entre los demócratas despiertan inquietudes dentro de los mismos donantes y desatan la preocupación inminente de la victoria de un candidato con posturas tan polémicas, tan retrógradas como la inmigración y el aborto.
Si no hay timonazo dentro de este partido de cara a las elecciones de noviembre la derrota parece inminente.
Comments