Por: Redacción Pares
Foto tomada de: El Mundo
Al final parecía haber una ganadora: Kamala Harris. El candidato republicano intentó, de manera burda, poner a la estacada con sus mentiras a la actual vicepresidente pero no resultó. El propio moderador de ABC News, la cadena encargada de organizarla, tuvo que salirle al corte a varias de las mentiras esgrimidas por el expresidente. Una de ellas fue afirmar que este gobierno había aprobado que las mujeres pudieran abortar al noveno mes de embarazo, incluso afirmó que en varios estados y gracias al gobierno Biden, los niños son asesinados una vez mueren. Trump no dudó al afirmar que gracias a las políticas migratorias de los demócratas se había disparado el crimen y dejó en la mesa la posibilidad de que, una vez los latinos cruzan la frontera, se les dispara la sed de sangre que parecen tener en los genes.
Como si fuera un candidato uribista Trump afirmó que, literal “Estados Unidos podría volverse como Venezuela” después de acusar a Kamala Harris “de ser marxista, como su padre”. Pero lo que más impresionó en el debate de la noche del 10 de septiembre fue el odio del expresidente con los migrantes.
Todo llegó al paroxismo cuando Trump repitió la mentira que han venido repitiendo sus seguidores en redes sociales: que los 20 mil haitianos apostados en una ciudad norteamericana llamada Springfield se estaban comiendo las mascotas. De esta manera lo dijo: “Nuestra nación está camino a ser una nación fallida, lo que está pasando desde hace 3 años es que podemos acabar en la tercera guerra mundial. Y lo que realmente ha pasado es que se le ha permitido a los millones y millones de personas que vienen aquí y mire lo que le dicen a uno en los pequeños pueblos, personas que no quieren hablar de eso porque están avergonzadas de lo que pasa, pero en Springfield las personas que vienen se están comiendo a los perros, a los gatos, a las mascotas que viven allí y eso es lo que está pasando y es una vergüenza. La razón por las que muchas personas vienen a mi campaña es que quieren a su nación de vuelta, quieren que vuelva a ser grande, ella está destruyendo los Estados Unidos y si es elegida no tiene la más mínima oportunidad de ser un país exitoso” Inmediatamente David Muir, el moderador puesto por ABC, quien debido a las constantes fake news de Trump tuvo un papel protagónico, le preguntó cuál sería el método para deportar a 11 millones de migrantes.
El Republicano no tuvo como argumentar esto. Es como si la estrategia del expresidente fuera mas que clara, instalar una mentira y que quede en el inconsciente. Mentiras como que podría detener la guerra de Ucrania en tres horas, con una llamada a su amigo íntimo Vladimir Putin, o afirmar que si Kamala ganara las elecciones el estado de Israel desaparecería porque ella odia a ese pueblo. Y también detesta a los musulmanes. Trump cometió todos los errores, las chambonadas que viene exhibiendo desde que arrancaron sus debates presidenciales en el 2016, cuando su rival era Hillary Clinton. Mentiras, verdades a media, insultos.
Volvieron a aparecer propuestas post apocalípticas, sacadas del mundo de la ciencia ficción como el muro gigante, imponente, que mantendría otra vez Grande y sobre todo Blanca a los Estados Unidos. Porque, según él, gracias a Biden y a Harris ya hay ciudades en Estados Unidos que parecen “Venezuela en esteroides”.
Harris habló con la verdad. Le recordó la investigación penal que podría terminar con Trump en la cárcel y uno de los atentados más terribles que ha tenido la democracia gringa, el asalto al capitolio el 6 de enero del 2021 del cual fue el instigador.
Los expertos aseguran que la ganadora fue Kamala quien sacó de sus casillas a Trump al acusarlo de algo que a él realmente le duele: ser aburrido. Harris dijo que los mitines de Trump terminan medio desiertos porque la gente simple y llanamente se cansa de escucharlo. Además demostró que se pueden contar por docenas los casos de ex asesores suyos que terminaron renunciando y afirmando que era una verdadera pesadilla trabajar a su lado.
De las victorias de Trump en el debate de junio, el primero, en donde aplastó a un débil Joe Biden, ya no quedan nada. Al frente tuvo a una rival concentrada que lo apabulló y que se veía mucho más fuerte que él. Intentó dominarla con su retórica, con sus mentiras pero, por primera vez en esta campaña presidencial, al parecer, fue la verdad la que ganó.
Mencionó uno de los peores ataques a la democracia estadounidense y la investigación criminal que podría resultar en el encarcelamiento de Trump. subway surfers