Por: Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación -Pares
1. Me llamo Alfredo Correa de Andreis, un ilustre profesor, algunos decían que era el mejor de la costa Atlántica. Fui rector y catedrático. Lo digo yo, porque el profe Alfredo no puede. Fue asesinado en pleno cese unilateral de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) por comandos paramilitares en Barranquilla en 2004. El DAS sirvió como eje de información para que los paramilitares cometieran ese homicidio. El DAS durante el gobierno de Uribe lo manejó el Bloque Norte de las AUC.
2. Me llamo Fair Leonardo Porras. Tengo 26 años, vivo en Soacha y tengo una discapacidad cognitiva. En enero de 2008 salí de mi casa y no regresé. Lo digo yo, porque Fair no puede. Fue asesinado y presentado como guerrillero muerto en combate en el gobierno de Uribe. El pasado 11 de marzo de 2018, Colombia pudo elegir a Luz Marina Bernal, la mamá de Fair, como senadora, pero el país prefirió votar por sus victimarios.
3. Me llamo Daniel Martínez. Tengo 21 años, vivo en Soacha y el 6 de febrero del 2008 me ofrecieron trabajo en Ocaña. Lo digo yo, porque Daniel no puede. Él fue asesinado dos días después y presentado como guerrillero muerto en combate durante el gobierno de Uribe.
4. Me llamo Eudaldo. Soy alcalde de El Roble, Sucre. El 2 de febrero de 2003, en un consejo comunal, le dije al Presidente Uribe que me iban a matar. Mi asesino -a quien luego le dio una embajada- estaba a su lado. Lo digo yo porque Eudaldo no puede. Lo mataron a los 2 meses de la denuncia.
Es increíble que el uribismo regrese al poder, pero parece inevitable. Todas las maquinarias, corruptas regionales se han unido para apoyar a Iván Duque: los ñoños, los Aguilar, los herederos de la Gata, la parapolítica en cuerpo ajeno han llegado a las toldas uribistas. Los mismos con las mismas. Nada ha cambiado. Les quiero hacer un recuento de lo que significó para nuestra democracia Uribe, y espero que todo lo que yo escriba aquí lo confirmen investigando, leyendo y preguntando, y verán que no digo mentiras.
Uribe modificó la Constitución política para perpetuarse en el poder, lo hizo para ser reelecto en el año 2006. Corrompió congresistas, lo cual no es difícil, les dio notarías, dádivas, puestos burocráticos para perpetuarse. En 2009 lo intentó de nuevo pero la Corte Constitucional no lo dejó.
Además, Uribe cogobernó con los paramilitares, el director del DAS en su momento fue Jorge Noguera, quien fue gerente de campaña en el Magdalena de la campaña Uribe presidente. Noguera era socio de Jorge 40, jefe paramilitar de la zona y quien eligió alcaldes, gobernadores, diputados y congresistas. Del DAS no solo salían las chuzadas a periodistas, magistrados y ONG. También salían listas para asesinar personas, todo indica que de allí salió la orden para asesinar al profesor Correa de Andreis. La bancada de congresistas elegida por paramilitares fue la bancada de gobierno.
Cuando el escándalo de la parapolítica comenzó a destaparse la Corte Suprema de Justicia comenzó a actuar y la respuesta fue una persecución implacable. A los magistrados se les chuzó, persiguió y hasta se les hicieron montajes. La idea del gobierno Uribe era destruir la Corte Suprema.
Pero tal vez el dato más escandaloso que he podido investigar se refiere a los mal llamados Falsos Positivos o Ejecuciones Extrajudiciales. Durante la dictadura de Pinochet en Chile se asesinaron y desaparecieron cerca de 3.100 personas, la dictadura duró 17 años, entre 1973 y 1990. En Colombia durante los 8 años de gobierno de Uribe se abrieron investigaciones por cerca de 4.000 Falsos Positivos, decenas ya han sido aceptados por sus victimarios. Es decir, en democracia se asesinaron más civiles que en una dictadura.
A veces me preguntó por qué Colombia es así, por qué avanza un paso, para luego retroceder dos. No encuentro explicación. Pero al final los gobernantes son el reflejo de la sociedad. Y en una democracia uno elige al que quiere que lo gobierne. Ya el señor Duque ha anunciado una reforma a la Justicia para crear una sola corte, y eliminar el resto. Con ello borrarían todas las investigaciones. Ha anunciado que quiere reducir el Congreso, quitar 100 congresistas, es decir, eliminar el Senado. Todo esto fue lo que se hizo en Venezuela, se cambió un Congreso por una asamblea unicameral, se limitó a justicia, y miren cómo están. Los verdaderos castrochavistas son los uribistas.
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