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No paran los problemas para Leopoldo Múnera

Por: Redacción Pares


Foto tomada de: El Espectador


A pesar de que los estudiantes habían preferido ampliamente a Leopoldo Múnera como se vio en la votación, el 21 de marzo del 2024, el CSU escogió a José Ismael Peña como rector de la Universidad Nacional. Esto desató una crisis en la universidad que se tradujo en un paro, una situación que se agravó cuando Peña decidió posesionarse como rector el 2 de mayo ante un notario, siete testigos particulares y sin el aval del gobierno. El 6 de junio del 2024, luego de una sesión extraordinaria del Consejo Superior Universitario, se aprobó una resolución que dejaba sin efecto la elección de Peña. La decisión se adoptó, a pesar de los fallos de tutela a favor de Peñaen los que se rechazaba la designación de un rector encargado. Entre lo acordado, el CSI se comprometió en adoptar las medidas necesarias para corregir “las irregularidades que se presentaron en la actuación administrativa de designación de rector de la Universidad Nacional de Colombia”.


El ambiente caldeado en la universidad se fue enfriando. Las políticas de Múnera iban más acorde con el espíritu de independencia, de autonomía que siempre ha caracterizado a la Universidad Nacional. Pero, mes y medio después, le ha salido un nuevo problema a Múnera.

Mediante un oficio enviado al magistrado del Consejo de Estado, Ómar Joaquin Barreto, Margarita Cabello, procuradora general de la nación, pidió la nulidad de Múnera para este cargo. La solicitud fue elevada a medida cautelar. Es que hay una tutela presentada por los ciudadanos Juan Esteban Galeano y Martín Emilio Cardona en donde cuestionan la manera como Múnera fue designado rector.


El concepto que envió la Procuraduría fue la siguiente "al pretender retrotraer el procedimiento de elección del rector, para llevar a cabo uno nuevo, luego de haberse efectuado ya válidamente un procedimiento eleccionario, con su correspondiente resultado, infringió las normas en que debía fundarse el acto y con ello, el debido proceso, por lo que la designación de Leopoldo Múnera como rector de la Universidad Nacional debe ser suspendida".


El magistrado Barreto, al que la procuradora le envió el oficio, un día después de hacerlo se declaró impedido en este caso. El documento precisa que la decisión del magistrado de la Sección Quinta del alto tribunal se debe a que una existencia “enemistad grave o amistad íntima entre el juez y alguna de las partes, su representante o apoderado”. Después aclaró su cercanía personal con el abogado de Múnera: “El fundamento del impedimento radica en que me une un vínculo de amistad con Augusto Hernández Becerra, apoderado del demandado, pues, a pesar de que no fue mi nominador ni mi jefe inmediato, trabajamos juntos por varios años en el Consejo de Estado cuando aquel se desempeñó como magistrado de la Sala de Consulta y Servicio Civil”.


Este es otro palo en la rueda que se le interpone a Múnera. La comunidad universitaria aún no se ha manifestado.

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