Por: Daniela Quintero. Redacción Pares
La Organización de las Naciones Unidas para la igualdad de género, más conocida como ONU Mujeres, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la organización Idea Internacional realizaron una investigación sobre la participación de las mujeres colombianas en el escenario político. Una de las principales conclusiones de la investigación señala que aún falta mucho para que Colombia deje de ser uno de los países más desiguales en el tema de género en el mundo.
Dicho informe se desarrolló a través del Mecanismo de Aceleración de la Participación Política de las Mujeres – ATENEA, creado en 2011 por estas tres organizaciones para fomentar la igualdad y empoderamiento de las mujeres en América Latina y el Caribe, sin embargo, esta es la primera vez que se realiza en Colombia.
“Uno de los componentes de ATENEA es la medición y análisis del Índice de Paridad Política (IPP), que permite tener información sobre el ejercicio del derecho a la participación política de las mujeres”, indicó el texto publicado el domingo.
En ese sentido, el IPP arrojó que la aplicación de las normas constitucionales que propenden por la igualdad de género ha sido lenta, y el país aún está lejos de tener una igualdad real entre mujeres y hombres en el ámbito de la política, destacaron las organizaciones.
A nivel global, la mayoría de los países están suscritos a tratados internacionales que promueven las garantías de participación en igualdad de condiciones para las mujeres en escenarios de la vida pública. Por consiguiente, la constitución de 1991 también está sujeta a varios acuerdos que suponen el equilibrio de género en las instancias del poder ejecutivo, legislativo y judicial.
En este caso, el índice mide el estado en el que se encuentran los derechos políticos de las mujeres desde una perspectiva paritaria, con base en ocho dimensiones de análisis y cuarenta (40) indicadores estandarizados y comparables.
Colombia se raja en participación de mujeres en política
De acuerdo con el censo electoral del 2018, las mujeres representan el 51,7% del total de la población de unos 45 millones de colombianos y colombianas. En ese sentido, se esperaría que la misma cantidad de hombres y mujeres participara en igualdad de condiciones en la vida pública, pero la realidad es otra, e indica que las mujeres tienen menos oportunidades de competir y ser elegidas en estos espacios.
A partir de 1957, cuando las mujeres votaron por primera vez en Colombia, comenzaron a ser clave para la vida pública que años atrás estaba totalmente masculinizada.
Tras una serie de reformas, cambios a la carta magna y compromisos a nivel internacional llevaron a que este grupo social antes olvidado empezara a escalar a los cargos más importantes del país.
Por ejemplo, el informe destacó que desde 1991, la participación de las mujeres como votantes ha mantenido un crecimiento sostenido en medio de históricas cifras de abstencionismo en el país, que, en el caso de las mujeres, son ligeramente menores respecto a las de los hombres.
Sin embargo, aún falta mucho por avanzar. Las organizaciones señalaron que las mujeres en Colombia representan menos del 20% de las personas elegidas a cargos de elección popular, tanto a nivel nacional (18% del Congreso), como a nivel local (12,2% de alcaldías y 17,6% de concejos municipales).
Y lo anterior se debe a que en los comicios siguen siendo un reto. Aspectos como:
1. Las prácticas clientelistas que en su mayoría están lideradas por barones electorales.
2. El difícil acceso a ciertas zonas del país que ponen en riesgo a las mujeres.
3. La falta de pedagogía política.
4. La falta de confianza en una figura femenina.
Cabe destacar que el establecimiento de la “Ley de Cuotas” ha obligado a que, en la inscripción de las listas electorales para Cámara y Senado por parte de los partidos políticos, al menos cuenten con un 30% mujeres, y en se sentido, ha incrementado -levemente- en la participación política de las mujeres como candidatas.
No obstante, “el diseño de la cuota vigente puede mejorarse incluyendo los principios de alternancia y universalidad en su aplicación para que se contribuya de forma real a la elección efectiva de mujeres; y sin duda, aún hace falta incluir en la legislación mecanismos sancionatorios explícitos en caso de incumplimiento de la ley”, agregó el informe.
Baja participación femenina
El texto resaltó que, en las últimas elecciones al Congreso, las candidaturas de las mujeres fueron el 34,5% del total, un resultado que guarda lógica con la aplicación de la “Ley de Cuotas vigente”, pero que sugiere un cumplimiento mínimo de esta.
“Es decir, la cuota se convirtió en el nivel máximo (un techo) para la participación de las mujeres, en vez de ser el nivel mínimo (el piso) en la inscripción de candidaturas”, indicó el informe.
En cuanto a los gobierno locales, apenas 134 mujeres fueron elegidas alcaldesas para el periodo 2016-2019, que corresponde apenas al 12,2% del total del país. Para las alcaldías, gobernaciones, concejos municipales y asambleas departamentales también se aplica la ley de Cuotas, sin embargo, su aplicación no ha demostrado un incremento significativo en la presencia de mujeres en estas corporaciones.
En definitiva, explicaron las organizaciones, esta baja participación responde a la presencia de aspectos culturales patriarcales que afectan la representación de las mujeres y, en consecuencia, realizaron 24 recomendaciones. Algunas de ellas, realizar procesos de pedagogía política y liderazgo, particularmente en áreas rurales, para aumentar la participación y representación política de lideresas y realizar campañas de promoción para la participación política de las mujeres.
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