“Mario Hernández añora la libertad para despedir trabajadores y pagar mal” León Valencia

Por: Redacción Pares

Será otra semana clave para el presidente Gustavo Petro y su gobierno. Este mismo lunes se inicia la discusión en el Congreso  de los 80 artículos que contiene una de sus reformas más añoradas, la Laboral. Al parecer tendría las mayorías para que se apruebe. Hay puntos que siguen empantanados como la de los recargos nocturnos y la de los fines de semana y festivos  que se está peleando para que sean del 100%. Si los dueños de las empresas quieren que sus trabajadores trabajen más, al menos deben pagarles más.Pero además de las horas extras la reforma laboral de Petro exige contratos indefinidos o, como mínimo, a término fijo, la regulación del trabajo en las plataformas, fortalecer a los sindicatos, y crear una economía popular que acabe con la informalidad. Es un claro espaldarazo al trabajador por encima de los intereses del dueño de la empresa.  Esto ha hecho que empresarios contrarios a estas políticas de Petro y que nunca escondieron su fervor por Uribe y Duque, como Mario Hernández, se rasguen las vestiduras.

Maria Isabel Rueda, quien desde su columna de los domingos en el Tiempo acostumbra a darle con lo que tiene a Petro -ritual que tiene desde que el hoy presidente era alcalde de Bogotá- empezó a entrevistar a empresarios contrarios a este gobierno para saber qué impacto tendría la Reforma Laboral en sus negocios. El primero que entrevistó fue a Hernández. Le preguntó si su empresa iba a sufrir por la Reforma Laboral y esta fue una de las respuestas: “Claro, vamos a sufrir, porque si queremos hacer varios turnos, no podemos por los costos. Si queremos liquidar una persona porque no hay ventas, no se puede. Mire en Estados Unidos. Allá, en mis almacenes, cuando los tenía allá, usted podía liquidar a una persona al otro día y podía trabajar por horas. Aquí no se puede. En lugar de nosotros progresar, para ser competitivos, estamos echando reversa, ¿no?”.

Durante la entrevista Hernández se quejó, como viene haciéndolo desde hace dos años, del gobierno, amenazó con cerrar su empresa. En María Isabel Rueda no encontró a una entrevistadora sino a un pañuelo de lágrimas. Ella le preguntó por lo “imposible” que va a ser ahora despedir a un empleado “con o sin justa causa” a lo que el empresario santandereano respondió: Así es. ¿Con la nueva reglamentación, cómo contrata uno trabajadores y cuando hay una mala situación, no se podrá despedir? ¿Entonces, usted qué hace? Por eso le mencioné el ejemplo de Estados Unidos. Donde usted puede decirle hoy al empleado mañana no venga, punto. Y no hay prestaciones. Eso estimula que sean mejores todos los días. Aquí le estamos garantizando la ineficiencia al empleo. Entonces, como no me pueden echar, soy más ineficiente”.

Ante esta clara política contraria al bienestar de los trabajadores el director de la fundación Paz y Reconciliación puso en su mensaje de X un trino que puede resumir la posición de Hernández y de tantos empresarios por no ceder un ápice para ayudar a crear empleos dignos y, de paso, cerrar de una buena vez la brecha entre ricos y pobres. Esto escribio Valencia: “Como siempre el empresario Mario Hernández muy franco, muy descarnado, muy machista, describe, bien acompañado por María Isabel Rueda, la libertad que añora para despedir trabajadores, pagar mal, intensificar el trabajo, como premisas para expandir ganancias y empresas sin consideración por las condiciones de vida de los empleados”.

La reforma laboral fue una de las grandes promesas de Petro en campaña y al parecer tendría el camino despejado en el congreso para hacerse una realidad. Por eso empresarios como Hernández ya alistan el paraguas.