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Margarita Cabello a Procuraduría: un riesgo para los DDHH

Por: Laura Cano. Periodista Pares.


Ya está lista la terna para elegir en las próximas semanas a la nueva o nuevo procurador general. Esto luego de una convocatoria presentada a mediados de junio por el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia, donde se eligió a Juan Carlos Cortés y Wilson Ruíz, respectivamente. Con esto decidido faltaba conocer quién sería el o la seleccionada de Iván Duque, donde todo apuntaba que sería la ahora ministra de Justicia, Margarita Cabello, presentimiento que en la mañana de este viernes fue confirmado.


“He decidido presentar para esta terna a Margarita Cabello Blanco. Colombia merece tener por primera vez una mujer procuradora, quien ha trabajado a lo largo de toda una vida en el sistema judicial. Ella ha sido jueza, magistrada y presidenta de la Corte Suprema de Justicia. En el último año ha avanzado en temas tan importantes como la infraestructura y política carcelaria, e impulsó la cadena perpetúa para violadores de menores”, aseveró Iván Duque a través de su cuenta de Twitter.

Ante esta afirmación hay varios cuestionamientos que hacer. Sin dejar de lado que en este panorama político también se jugó la suerte de la Defensoría del Pueblo, proceso que ha estado marcado por lo intereses del Ejecutivo, los que dieron frutos con la elección de Carlos Camargo, director hasta el momento de la Federación Nacional de Departamentos, quien ha brillado mediáticamente por hechos como la engavetada en el CNE de la investigación en contra de Óscar Iván Zuluaga por la presunta entrada de dineros de Odebrecht a su campaña, también por su entrega irregular de contratos en el FND, y además, por gastos excesivos con tarjetas de crédito de esta misma entidad. Hoy fue elegido por la Cámara de Representantes con una contundente votación a favor (140 votos), poniendo, como desde Pares se advirtió hace unos días, el trabajo de la Defensoría en un riesgo inminente.


A esto se suma el nuevo espaldarazo de Duque para que otra de las instituciones con más relevancia de control y veeduría tenga el sello del ahora presidente, lo que además de ser grave por esto, también lo es por una serie de hechos que deberían ser tenidos en cuenta de forma similar públicamente, pues hasta el momento con relación a la candidata lo que ha resaltado Duque son las medallas y reconocimientos por su gestión judicial.


Masacre carcelaria, la sombra que acompaña a Cabello


Poco se ha dicho de su responsabilidad y falta de respuestas ante la masacre ocurrida el 21 de marzo, fecha en la que en 15 centros de reclusión se desató una tragedia humanitaria, tras enfrentamientos que se dieron en 13 de las 15 cárceles, los cuales causaron, por lo menos, 26 muertos (24 en Bogotá, 2 en Cómbita) y 120 heridos, distribuidos entre la cárcel Modelo de Bogotá (83), Modelo de Cúcuta (36) y Bellavista de Medellín (1).


Ante esto la ahora Ministra salió a decir que el hecho se trató de “un plan criminal de fugas, que fue exitosamente frustrado”. Bajo esto la acción además de ser prácticamente legitimada institucionalmente, también dio paso a que las investigaciones quedaran estancadas, incluso habiendo a mayo, casi dos meses después de los hechos, cuatro personas de las que no se tenía ningún dato, y dos de las que las y los familiares solo sabían que estaban vivos, pero sin información de su paradero y estado de salud. La prensa y las instituciones pasaron la página mientras la crisis se acentuaba.


Como lo mencionaba Giorgio Londoño, investigador de Pares, un hecho también rodeado de impunidad y expuesto como un “éxito” habiendo atrás una masacre y grave violación de Derechos Humanos, ocurrió en 2006 en la Granja Penal de Pavón de Guatemala. Hecho en el que Alejandro Giammattei – ahora presidente del nombrado país-, puso en marcha un operativo policial dentro del establecimiento en el que fueron asesinadas siete personas privadas de la libertad. Plan que luego sería presentado como “un duro golpe al crimen organizado”. Este hecho sería una catapulta para el puesto que hoy ocupa Giammattei.


Poco se ha hablado de la responsabilidad de Margarita Cabello ante la masacre ocurrida el 21 de marzo, fecha en la que en 15 centros de reclusión se desató una tragedia humanitaria, tras enfrentamientos que se dieron en 13 de las 15 cárceles, los cuales causaron, por lo menos, 26 muertos (24 en Bogotá, 2 en Cómbita) y 120 heridos, distribuidos entre la cárcel Modelo de Bogotá (83), Modelo de Cúcuta (36) y Bellavista de Medellín (1). Imagen: Pares.

Panorama con algunas similitudes se ve ahora en Colombia, donde quien está en uno de los cargos más importantes para la protección de la población reclusa, hoy se disputa un cargo con significativa injerencia en el control político, pero con la sombra encima de lo ocurrido el pasado 21 de marzo y de las pocas respuestas que ha habido para este hecho, donde además se le aplaude por su gestión en la política penitenciaria, resaltando, por otra parte, su promoción a la infraestructura carcelaria.


“Ahí no está el problema del sistema penitenciario. Está en que se manda mucha gente a la cárcel innecesariamente. Sobre eso salen otros frentes en los que se debería estar trabajando y que la pandemia mostró que no se están atendiendo. Por ejemplo, la garantía al derecho de la salud, la búsqueda de penas alternativas y lo que se ha estado advirtiendo en la declaratoria del Estado de cosas Inconstitucional y las tres emergencias carcelarias que se han declarado en la última década. Esa mentalidad carcelera que están motivando es lo que hace ese tipo de masacres se legitimen. Lo que ha hecho que se banalice la gente que se está contagiando y muriendo a causa del Covid-19 en las cárceles”.


Frente esto último, vale la pena mencionar que, al 14 de agosto, según cifras del INPEC, hay 3.061 casos positivos en 41 de las 132 cárceles que hay en el país. De este total 2.845 son personas privadas de la libertad. Cifras en las que se omite cuántas personas han fallecido, pero en las que el pasado 05 de agosto se comunicó que iban 24 personas, agregándose que este miércoles se informó a través de medios de comunicación sobre la muerte de una persona privada de la libertad de la Penitenciaria de Palmira, quien estaba hospitalizada a causa del virus desde el 29 de julio.


Esta situación sanitaria ha provocado cerca de 80 protestas en los distintos centros penitenciarios, manifestaciones en las que se exige que se garantice el derecho a la vida. No obstante, y como lo explicaba hace uso días a Pares Gloria Silva, integrante del Equipo Jurídico Pueblos, “tristemente las respuestas a las protestas por parte del Estado y de las instituciones encargadas, se podría decir, han sido nulas”.


¿Qué panorama político acompaña a Margarita Cabello?


Antes de ser confirmada la terna con la ahora Ministra de Justicia, desde muchos sectores se advertía que prácticamente la elección de Cabello era un hecho. Lo que ha marcado por dónde van las intenciones presidenciales, pues hay que mencionar lo cercana que ha sido Cabello al uribismo, nombrándose que ejerció durante tres años (2009-2012) como Procuradora Delegada de la Sala Disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación, nombrada por Alejandro Ordoñez. Además, habría sido por medio del exprocurador que Álvaro Uribe, en el 2009, la incluyó en la segunda terna que presentó a la Corte Suprema para elegir Fiscal General de la Nación.


Incluso durante el periodo de Duque, además de su puesto en el Ministerio, también fue ternada para que la Corte Suprema eligiera un fiscal general ad hoc para investigar tres casos del escándalo de Odebrecht, pues el entonces fiscal, Néstor Humberto Martínez, se había declarado impedido. Cabello renunció a la terna porque existían dudas sobre si estaba habilitada.


Asimismo, Cabello es cercana a David Name, el hermano de José Name Terán. Este último le habría dado apoyo para su candidatura a la Gobernación del Atlántico (2011), en donde también contó con Fuad Char Abdala y Roberto Gerlein. En ese momento al cargo fue elegido José Antonio Segebre. Cabello es hermana de María Elvira Cabello, compañera de lista de Mauricio Pimiento, exgobernador del Cesar y exsenador, condenado en 2013 por la Corte Suprema de Justicia por sus nexos con paramilitares de la Costa Caribe.


Vale la pena traer a colación dos panoramas; por un lado, que uno de los discursos de los que hace uso Duque para postular a Cabello es el de “la primera mujer procuradora”, el mismo que utilizó con Marta Lucía Ramírez como “primera mujer vicepresidenta”. No obstante, más allá de la paridad como estrategia política habría que analizar qué más allá del género acompaña una candidatura como esta.


Pues, por ejemplo, en el caso de la vicepresidenta no justamente ha brillado por su protección a las mujeres, sino por el contrario, por cargas y responsabilidades políticas con las que venía antes de asumir el cargo. Tal es el caso de su presunta sociedad con el narcotraficante Memo Fantasma; la fianza que pagó por su hermano, también relacionado con actividades de narcotráfico; e incluso, la sombra que la sigue con hechos como la Operación Orión, cometida mientras era Ministra de Defensa.


Por otra parte, hay que mencionar que en la pugna que se concluirá en las próximas semanas en el Senado, Cabello cuenta con el apoyo del Centro Democrático, el Partido Conservador, los seis senadores de los partidos cristianos Mira y Colombia Justa Libres y algunos congresistas de Cambio Radical. Por su parte, Wilson Ruíz, también con una importante cercanía a Álvaro Uribe, tendría a su favor parte de los conservadores, parte de los congresistas de Cambio Radical, y parte de los partidos Liberal y de la U. Adicionalmente, este panorama podría inclinar la balanza de los partidos de oposición hacia Juan Carlos Cortés, que, además, estaría respaldado por la casa Gaviria, lo que le pondría a favor parte del Partido Liberal.


Con esto, vale la pena preguntarse si los favores políticos y la falta de interés por la protección de los Derechos Humanos por parte de la clase dirigente, podrán a correr la misma suerte de la Defensoría del Pueblo a la Procuraduría General de la Nación.


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