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Los desaparecidos y las masacres regresaron con toda su fuerza a Cartago

Por: Redacción Pares




La guerra en Cartago tiene más de 50 años. Empezó con el auge del Cartel de Cali y se consolidó al formarse el cartel del Norte del Valle. En el 2002 se contaron en Cartago 150 asesinatos. Su posición estratégica, ser un corredor entre Cali y Pereira, lo convirtió en un fortín que había que ganarse a como diera lugar. Ahí tenían fincas los grandes capos del Cartel del Norte del Valle. Los bacanales cada semana eran estruendosos. Empezaron a aparecer cuerpos de muchachas en la vera del camino. En un mes se contaron 15 en el 2003. Por esos lados se escuchaban los sobrenombres con los que eran conocidos los grandes capos, El Babie, Rasguño, Papitas. A comienzos de este siglo era común que se cambiara hasta 10 veces en un solo año al comandante de la policía. Una de las estrategias que tenían los capos para desestabilizar a los comandantes de las policías eran las desapariciones. Así ocurrió por primera vez en el periodo 1988-1992.


En un artículo de El Tiempo de enero del 2003 se hablaba de la situación de Cartago y se describía de esta manera: “En Cartago, dice él, todos dependen de alguna manera de la mafia: Las señoras que les hacen el aseo, los taxistas que transportan cositas, las peladas y hasta las administraciones”. Podría ser una afirmación estigmatizante lo cierto es que la guerra ha regresado con todo a Cartago.


 Las masacres reaparecieron en Cartago en el 2022. Pero en el 2023, para marzo, ya se habían contabilizado tres asesinatos múltiples. Demasiadas para una ciudad de 135 mil habitantes. Demasiado para cualquier otra ciudad. En ese momento se disputaban la ciudad tres bandas, Los Flacos, la Nueva Alianza y la Nueva Generación. En marzo del 2023, mientras un grupo de personas veían un partido en el barrio Robertulio Lora, cuatro sicarios dispararon sobre la multitud. El saldo fue de cinco personas asesinadas. Los muertos se contaban en ramilletes.


La razón del terror es la guerra que sostienen Los Flacos y la Nueva Generación después de que esta última se fusionara con la Nueva Alianza. Estos son residuos de los grandes carteles del Norte del Valle que causaron terror a comienzos de este siglo. Los remanentes de una guerra que no termina nunca. En lo que va corrido del 2024 ya son 25 los asesinatos y las desapariciones que se han dado en Cartago. La mayoría de ellos son jóvenes. Ante esta situación la ciudadanía se ha unido y ha creado, por ejemplo, la Asociación Madres de Cartago, que reúne a 20 madres que buscan justicia por lo que les ha sucedido a sus hijos. Otro de los casos que tiene aterrado al municipio fue el asesinato, tortura y violación de dos menores de edad. El 19 de mayo, según reportó el diario El Espectador, también fue secuestrado otro joven, se trata de Jhilberth Camilo Gómez Parra de 18 años.


Este mismo diario explicó una de las razones por la que los Flacos y la Nueva Generación se han trenzado en esta guerra, es el acceso a la contratación pública a través de terceros, el narcotráfico y los cobros gota a gota. Los jóvenes asesinados son por su negativa a hacer parte de estas bandas.


Sobre Los Flacos se sabe que actúan en Cartago desde el año 2013. La banda se dividió en la Nueva Generación en el 2021 iniciando una guerra que ha dejado una estela de masacres y en donde la peor parte la están llevando los jóvenes.


Uno de los elementos que usan ambas bandas en esta guerra son los panfletos que reparten en la población. Así se conoció que Alias “El Patas” uno de los jefes de la banda Nueva Generación sería un depredador sexual. Las familias de los jóvenes en Cartago están preocupados porque hasta ahora el ensañamiento contra los muchachos no ha estado acompañado de la debida dureza que deben mostrar las autoridades para frenar una ola de crímenes que parece no ceder.


La vieja violencia ha regresado a Cartago con todas sus fuerzas.


Nicolás León, investigador del área de Seguridad de la Fundación Paz y Reconciliación expone como conclusión a las dinámicas de violencia que se vienen presentando en el Valle del Cauca: “Cartago es un lugar estratégico y en la intención de consolidar un imperio criminal. Todo este corredor que es la salida del Valle al eje cafetero está susceptible a empeorar, en Jamundí ya se dan esas dinámicas. Hay cabecillas del Cartel del Norte del Valle que han sido extraditados, regresaron y se encontraron a que la estructura permanecía ahí y eso le da la facilidad para retomar los negocios y recrudecer estos conflictos. Existe esa amenaza profunda de que se puedan reactivar estos tipos de violencia que antes funcionaban a través del Cartel del Norte del Valle”.

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